La conjura de los necios

La conjura de los necios Resumen y Análisis Capítulo 3

Resumen

I

Ignatius regresa a su casa después de un día de búsqueda laboral, completamente fatigado. Su válvula se ha cerrado en el tranvía. Su entrevista de trabajo en una compañía de seguros no ha funcionado, ya que Ignatius se sintió ofendido por el director.

La señora Reilly encuentra en el diario un anuncio de Levy Pants buscando un “hombre limpio, muy trabajador, de fiar, callado” (2015:71). Ignatius descalifica el anuncio y se queja porque el trabajo empieza muy temprano a la mañana, pero su madre insiste para que aplique.

II

El patrullero Mancuso llama a la casa de Ignatius para hablar con la señora Reilly, pero atiende Ignatius y le dice que debería estar investigando el bar Noche de Alegría. Mancuso le dice al sargento que tiene una pista sobre ese bar pero no nombra a Ignatius. El sargento le dice a Mancuso que se disfrace de soldado y no investigue lo del bar, pero le pide a otro oficial que lo haga, por si Mancuso está en lo cierto.

III

Levy Pants es una fábrica de pantalones al por mayor. El señor González, jefe administrativo, es extremadamente leal a la empresa y llega temprano cada día. En cambio, el señor Levy, el dueño, no parece tan comprometido y solo va cuando necesita que el señor González haga una reserva para un partido. El otro pilar de Levy Pants es la señorita Trixie, una anciana que solo quiere dos cosas de la vida: un jamón cocido para Pascuas que le han prometido y jubilarse. González no puede permitir que se retire por órdenes del señor Levy, que en realidad sigue las instrucciones de su mujer. La señora Levy, que ha cursado un curso de psicología por correspondencia, considera que, por su propio bien, la señorita Trixie debe permanecer empleada para sentirse valorada.

Además de Trixie, González tiene muchas dificultades para encontrar y retener empleados, por las malas condiciones laborales y los bajos salarios. Está entusiasmado cuando la enorme figura de Ignatius aparece y acepta un trabajo en Levy Pants.

IV

En Noche de Alegría, Lana se queja por el modo en el que Jones barre. Este responde: “Por veinte dólares a la semana, no pué pensá que está aquí dirigiendo una plantación” (2015:79). Ella lo amenaza con llamar a la policía.

Un joven llamado George entra al bar. Lana le da un sobre y él le entrega varios billetes. Lana le pregunta si los huérfanos han dado el visto bueno y él contesta que sí. Le sugiere que haga una nueva foto con un pizarrón y un libro. Jones sospecha rápidamente de George, pero Lana le dice que lo que hace es caridad.

V

Ignatius escribe en su diario sobre su primer día de trabajo en Levy Pants. Hace que el señor González despida a una mujer llamada Gloria porque le molesta el ruido que hace al caminar.

Cuando llega a su casa encuentra una carta de Myrna Minkoff, su ex novia. Es la respuesta a una carta suya sobre el intento de arresto y el accidente del auto. Ella cree que Ignatius está inventando y teniendo fantasías paranoicas, manifestaciones de sus emociones de fracaso. Le pide que se involucre en alguna causa social, en los problemas de su generación. Luego le informa que está trabajando en una película y le ofrece el rol de “un villano ruin y repugnante, un reaccionario, un hacendado irlandés” (2015:89).


Análisis

El tercer capítulo reflexiona sobre los temas importantes de la novela a través del tópico del trabajo. En primer lugar, aparece una idea que se desprende del sueño americano y es el concepto del hombre que se construye a sí mismo. Esta concepción supone que trabajando con constancia y perseverancia, las personas pueden conseguir el éxito profesional. En este capítulo, tanto el patrullero Mancuso como el señor González desafían esta idea. Ambos personajes se esfuerzan mucho por tener éxito en sus profesiones, pero su arduo trabajo no recibe recompensa.

En el caso de la policía, Mancuso es un oficial muy leal, que ama pertenecer a las fuerzas de seguridad y pone mucho empeño en el trabajo, aunque presenta tendencias un tanto imprudentes. Cuando le da a su jefe una posible pista, el sargento descarta su información como no confiable y lo reprende, pero envía a otro oficial a seguir la pista, de modo que Mancuso no se lleve el crédito que podría merecer.

En el caso de Levy Pants, es evidente que el señor Levy es un empleador que se beneficia injustamente de los esfuerzos de los trabajadores. El señor González, por su parte, está verdaderamente dedicado a la empresa y llega temprano todas las mañanas. Su dedicación sostiene el negocio, ya que el señor Levy se desentiende de la compañía y no pone esfuerzo en su funcionamiento. La novela muestra que, contrario a la promesa del sueño americano, no alcanza solamente con el trabajo duro para conseguir logros financieros.

Siguiendo con el tópico del trabajo, en este capítulo Ignatius consigue un empleo en Levy Pants. La fábrica es vieja, sucia y desordenada. Hay ratas en el piso, bolsas con papeles tirados y hace mucho frío. Aunque estas condiciones laborales son inaceptables, Ignatius se siente a gusto con el estado del edificio, porque le resulta familiar: “la atmósfera de aquel lugar le recordó a Ignatius su propia habitación, y su válvula se lo confirmó, abriéndose gozosa” (2015:76).

Cuando Ignatius retorna de su primera jornada laboral, escribe en su diario las experiencias. Dice: “Me he enfrentado al sistema cara a cara por primera vez en mi vida, plenamente decidido a actuar dentro de su marco como observador y crítico de incógnito” (2015:83). Se presenta nuevamente el modo excéntrico que tiene el protagonista de llevar su vida. Habita los espacios con distancia, desde el margen, disponiéndose como observador y crítico y alejándose de las acciones prácticas.

Además, una vez más expone su irresponsabilidad y egocentrismo cuando hace que despidan a una compañera de oficina porque le molesta el ruido que hace al caminar. Ignatius no es consciente de las consecuencias de sus acciones, pero logra engañar al señor González para deshacerse de Gloria. De hecho, tiene un plan que incluye múltiples despidos porque “demasiada gente me distraería sin dudas” (2015:84).

Su idealismo e individualismo es conocido por Myrna Minkoff. Según Allegretti, Myrna, “una activista política en decadencia y ex pareja de Ignatius, es el único nexo entre el antihéroe y el universo exterior” (2005:1). La correspondencia que mantienen es el único modo que encuentra Ignatius de salir de su aislamiento antes de conseguir un empleo. Myrna le escribe una carta en la que dice: “Tienes que identificarte con algo, Ignatius, te lo he dicho muchas veces, tienes que participar en los problemas cruciales de estos tiempos” (2015:88). Le pide que se involucre con algún problema social, que conecte con el conjunto social de algún modo. Myrna también es un personaje idealista que critica a la sociedad, pero logra relacionarse con otros individuos; su idealismo no la aísla como a Ignatius. De todos modos, la carta contiene un pasaje que da cuenta de un idealismo irreflexivo. Comenta que tiene una nueva amiga afrodescendiente y agrega: “Hablo de problemas raciales con ella continuamente, planteándolos incluso cuando ella no tiene ganas de discutirlos…” (2015:89). Es irónico que, aunque demuestra sensibilidad por los temas raciales, pasa por encima de los deseos de su interlocutora.

Siguiendo con el tema racial, Jones compara Noche de Alegría con una plantación y se explicita el tema de la esclavitud moderna. Jones critica sus condiciones laborales y dice: “A veces, pienso que pá un negro es mejó sé vagabundo” (2015:80). Además de los salarios inferiores al mínimo, en Noche de Alegría se gesta un negocio ilegal de contrabando de imágenes pornográficas. Se sugiere que Lana opera un negocio de pornografía que entrega fotografías obscenas a huérfanos y estudiantes. George es él mismo menor de edad y trabaja con Lana en este negocio ilegal.