La conjura de los necios

La conjura de los necios Resumen y Análisis Capítulo 1

Resumen

I

Ignatius es un hombre gordo de treinta años. Usa una gorra de cazador verde y tiene labios grandes y un bigote negro y tupido. Mira con altanería a las personas que salen del almacén D. H. Holmes. Considera que algunos atuendos son caros y nuevos y, por lo tanto, determina que son “ofensas al buen gusto y a la decencia” (2015:15) y reflejos de la “falta de teología y de geometría” (2015:15). Su vestimenta, en cambio, es cómoda y “razonable” (2015:15). Sus amplios pantalones de tweed le permiten caminar con libertad mientras su gorra verde evita que tenga frío en la cabeza.

Ignatius espera fuera del almacén a su madre, la señora Reilly, mientras ella compra cosas en la panadería. Un policía llamado Angelo Mancuso sospecha de Ignatius; considera que puede ser un pervertido e intenta arrestarlo. Ignatius se resiste, indignado, y golpea al oficial con una cuerda para laúd que ha comprado. Rápidamente una multitud los rodea. Un viejo llamado Claude Robichaux se mete y le pide al policía que deje de molestar al joven. Se refiere a él como un “buen muchacho” (2015:19) que espera a su madre. Luego, acusa al policía de ser un comunista.

La señora Reilly sale del almacén e intenta ayudar a su hijo. El policía pregunta de qué trabaja Ignatius y la madre dice que no tiene un trabajo porque tiene que ayudarla en la casa. Ignatius inventa que el viejo ha comenzado todo el problema. Robichaux continúa acusando al policía de comunista hasta que Mancuso lo detiene y lo lleva a la estación de policía.

Ignatius y su madre se escapan del lugar e ingresan a un bar llamado Noche de Alegría. La señora Reilly pide dos cervezas e Ignatius comienza a relatar, por cuarta vez, la historia de su viaje en un micro Greyhound Scenicruiser hacia Baton Rouge. En el primer y único viaje de Ignatius por fuera de Nueva Orleans, se ha descompuesto y vomitado varias veces. El propósito del viaje ha sido una entrevista laboral con el director del departamento de cultura medieval de una universidad. En Baton Rouge, el director se burla de su chaqueta e Ignatius se convence de que no puede tomar el trabajo, y de que el director es una persona “insustancial” (2015:25). Se siente abrumado y corre hasta el baño. Descubre luego que su chaqueta desaparece y decide, traumatizado, volver a su hogar en taxi.

II

En la comisaría, el viejo Robichaux espera con otros criminales. Conversa con un hombre negro con gafas de sol llamado Burma Jones, que fuma un cigarrillo. Jones le dice que lo han arrestado por el color de su piel más que por algún delito. Le cuenta que mientras esperaba en Woolswarth, alguien ha robado unos anacardos. El oficial de policía lo tomó a él de sospechoso a pesar de que no tenía los anacardos en su posesión.

El sargento de policía llama al señor Robichaux y le dice que lo han arrestado por resistencia a la autoridad y por llamar "comunista" al policía. El viejo le dice que se ha puesto nervioso y que solo ha intentado defender a un pobre chico al que Mancuso quería detener. El sargento reta al policía y decide castigarlo.

III

En Noche de Alegría, Ignatius le cuenta nuevamente la historia de Baton Rouge a una mujer llamada Darlene. Mientras tanto, su madre conversa con Dorian Greene, un hombre que viste elegantemente y toma daiquiris. Él le dice que es comerciante de ropa usada y le compra el sombrero por quince dólares. Darlene se da cuenta de que Ignatius maltrata a su madre e intenta consolarla.

La dueña del bar, Lanna Lee, entra súbitamente a Noche de Alegría. Se enfurece por la presencia de Ignatius y la señora Reilly. Reta a Darlene por relacionarse con ellos y los echa del establecimiento. La señora Reilly e Ignatius se suben a su auto para volver a su casa. La señora Reilly no puede sacar el auto del estacionamiento y choca el auto de atrás. Ignatius se queja y la pone más nerviosa. Se sienta en el asiento de atrás porque considera que viajar adelante es peligroso. La señora Reilly finalmente logra sacar el auto de ese lugar pero, resbala por la calle húmeda y choca contra un edificio, generando el derrumbe de un balcón sobre el auto. Ignatius saca su cabeza por la ventana y vomita.

El patrullero Mancuso pasa por la escena y ve el choque. Está vistiendo medias de malla y un jersey amarillo como una forma de castigo del sargento. Por haber detenido al viejo y molestado a un joven con su madre, el sargento lo obligó a usar disfraces que le permitirían “ser un personaje distinto cada día” (2015:39). Limita sus tareas a detener a “tipos sospechosos” (2015:39).


Análisis

En el primer capítulo se tratan los temas principales de la novela: la marginalidad y excentricidad de Ignatius, la relación de él con su madre, el conflicto entre el realismo y el idealismo, el fracaso del sueño americano y la esclavitud moderna.

Ignatius es un personaje ensimismado que piensa solamente en lo que lo beneficia a él mismo sin considerar los intereses de los demás. Por ejemplo, cuando se enfrenta a la posibilidad de ser detenido por el patrullero Mancuso, no tiene reparos en culpar a un viejo que ha intentado ayudarlo. Similarmente, cuando la señora Reilly le pide a su hijo que vuelvan a su casa porque tiene hambre, Ignatius ignora sus deseos y le dice que deben quedarse en el bar para hablar con Darlene. En contraste, cuando Ignatius decide que tiene hambre, espera que su madre le compre comida inmediatamente.

Ignatius es también un hombre muy inseguro. A través de la historia de su viaje a Baton Rouge, se deduce que el personaje no sale de Nueva Orleans. Para él, la ciudad es una especie de útero que le ofrece calidez y protección frente al mundo exterior. Su habitación funciona del mismo modo, aunque eso se revela en capítulos posteriores. Su única excursión por fuera de la ciudad muestra cómo su sistema fisiológico rechaza totalmente la experiencia. Aunque nada de lo que le pasa puede ser caracterizado como catastrófico, Ignatius describe el viaje como una pesadilla y lo usa como excusa para no salir de la ciudad. Además, en ese momento comienzan sus problemas con la válvula pilórica, una válvula que, de no funcionar correctamente, genera acidez e hinchazón en la panza.

Por otro lado, uno de los temas de la novela que aparece en este capítulo es el fracaso del sueño americano. Para la señora Reilly, y para una gran porción de la sociedad estadounidense de la época, el sueño americano supone el éxito financiero y la comodidad material. Este personaje aparece durante la novela obsesionado con el dinero. Sus sueños para su hijo consisten en que consiga un trabajo estable que genere ingresos considerables. En contraste, Ignatius rechaza terminantemente esta concepción del éxito, detesta la importancia que tiene la riqueza monetaria y constantemente critica los valores de la clase media americana que su madre idolatra. Para Ignatius, la ropa nueva y cara representa “ofensas al buen gusto y la decencia” (2015:15). Esta posición refleja sus ideas respecto de la sociedad de consumo.

Respecto de la relación entre Ignatius y su madre, este capítulo expone cómo Ignatius la maltrata. La señora Reilly le dice llorando a Darlene, una trabajadora de Noche de Alegría: “me trata mal a veces” (2015:34). Además, la señora Reilly se siente decepcionada por su hijo. Le dice también a Darlene: “Gasté todo el dinero del seguro de su pobre abuelo Reilly para que pudiera estar ocho años en la universidad; y desde entonces, lo único que ha hecho ha sido dar vueltas por la casa y ver la televisión” (2015:34). Significativamente, el fracaso de Ignatius -como lo piensa su madre- no se debe a una falta de habilidades para el trabajo sino a su rechazo a la idea misma del trabajo obligatorio. Significativamente, como muchos padres, la señora Reilly es incapaz de aceptar los valores únicos de su hijo. Como Ignatius no está a la altura de los parámetros de éxito establecidos por la sociedad, ella lo cataloga como un fracasado y expresa su decepción.

De todos modos, el rechazo de Ignatius frente a la idea del trabajo, del comercio, e incluso de la modernidad echa luz sobre el idealismo del personaje. Ignatius vive en un mundo ideal en su cabeza y tiene dificultades para conectar o integrarse con otros humanos que habitan el mundo pragmático. En los momentos en los que convive con gente, se ubica en un lugar de observador o testigo. Esta actitud supone que se considera mejor o más sabio que el resto de las personas. Por ejemplo, en su primera visita a Noche de Alegría, le dice a su madre que quiere quedarse “pero como observador. No siento grandes deseos de mezclarme con esta gente” (2015:31).

Finalmente, el episodio de la comisaría echa luz sobre los problemas raciales que enfrenta la sociedad estadounidense en la década de 1960. La conversación entre Robichaux y Burma Jones expone los criterios raciales que diferencian los destinos de los personajes dentro de una comisaría. Jones denuncia que ha sido arrestado simplemente por los prejuicios que tienen las fuerzas de seguridad porque es negro. Aunque no ha robado los anacardos y no existe evidencia que respalde el cargo, es llevado a la comisaría. En contraposición, Jones le dice a Robichaux -un hombre blanco- que probablemente lo dejarán libre y no debe preocuparse. Estas desigualdades en los derechos civiles de los individuos en función de su etnia pueden entenderse como una reformulación moderna de las relaciones esclavistas que sostuvieron la economía de los Estados Unidos en los siglos XVIII y XIX. A pesar de la abolición de la esclavitud en 1865, existen continuidades que la novela busca exponer.