La conjura de los necios

La conjura de los necios Metáforas y Símiles

“Cuatro de los obreros varones abrazaban a Ignatius por los descomunales jamones que tenía por muslos, y, con considerable esfuerzo, estaban subiéndole a una de las mesas de cortar” (2015:145) (Símil)

Durante el intento de revolución en Levy Pants, los obreros levantan a Ignatius -el líder- para subirlo a una mesa. Comparan los muslos del protagonista con jamones para dar cuenta de su sobrepeso. De alguna manera, se compara a Ignatius con un cerdo (el animal del cual se genera el jamón). En reiteradas oportunidades de la novela se describe a Ignatius como un hombre gordo. En este caso, los obreros tienen que hacer un “considerable esfuerzo” (2015:145) para levantarlo porque Ignatius es muy pesado.

“Aquel patrullero era la mosca de todas las pomadas” (2015:146) (Metáfora)

La metáfora de la mosca en la pomada se utiliza para describir al patrullero Mancuso como un problema, como un inconveniente. La metáfora alude a cuando una mosca se posa en la pomada que las personas ponen, por ejemplo, en un corte en la piel. Describe un momento inconveniente. Por eso, comparar a Mancuso con esa mosca implica que es un personaje siempre impertinente y problemático.

“Jones sonrió, una amarillenta luna en cuarto creciente abrió la parte inferior de su rostro” (2015:227) (Metáfora)

La metáfora en este caso compara los dientes de Jones con la luna para resaltar que los dientes son muy blancos. Además del color, sus dientes comparten la forma de la luna. Se describe una luna en cuarto creciente porque es la forma que más se parece a la dentadura humana.

“El baile se extendió como un incendio forestal” (2015:322) (Símil)

En la fiesta que organiza Dorian, se compara el modo en el que las personas de la fiesta se contagian las ganas de bailar con un incendio forestal. Esto supone que el crecimiento de la cantidad de personas bailando es exponencial y ascendente.

"—Oh —dijo Ignatius tranquilamente, haciendo una pausa para engullir la punta de la salchicha que sobresalía de su boca como la colilla de un puro" (2015:212) (Símil)

En el noveno capítulo, el señor Clyde, dueño de Vendedores Paraíso, le informa a Ignatius que ha recibido una queja de la Inspección de Higiene. Ignatius reacciona con paranoia y se enoja porque alguien lo ha estado siguiendo y controlando. De todos modos, come un bocadito de salchicha que no ha pagado enfrente de su empleador. El narrador compara la salchicha que sobresale de la boca de Ignatius con la colilla de un cigarro: tienen formas parecidas (son cilindros de un diámetro similar) y colores semejantes (marrón). De todos modos, la comparación también sugiere que Ignatius reacciona frente al reclamo de su jefe de una manera irreverente: se come un bocadillo como se fumaría un cigarro, faltándole el respeto a su empleador.