La conjura de los necios

La conjura de los necios Ironía

Como un consejo de trabajo, Ignatius recomienda trabajar menos

Las sugerencias de Ignatius para optimizar la jornada laboral de los empleados de Levy Pants tienen que ver con trabajar menos. Esta ironía va en sintonía con las ideas de Ignatius respecto del trabajo, pero se contrapone a los lineamientos generales de las empresas. Por ejemplo, Ignatius escribe en su cuaderno: “He dado en llegar a la oficina una hora más tarde de lo que allí se me espera. En consecuencia, me encuentro muchísimo más reposado y fresco cuando llego, y evito esa primera hora lúgubre de la jornada laboral en la que los sentidos y el cuerpo entorpecidos aún por el sueño convierten cualquier tarea en una penitencia” (2015:108).

El consejo laboral de Ignatius parece favorecer más a él mismo que a la empresa para la que trabaja.

El señor González cree que Ignatius es un buen trabajador mientras Ignatius no realiza su trabajo

Siguiendo con los consejos laborales que Ignatius da a sus compañeros, menciona una “innovación que he introducido en relación con el sistema de archivado, pues es revolucionaria” (2015:108). Esta innovación consiste en desechar los archivos en lugar de ordenarlos. Simultáneamente, el señor González, jefe administrativo de Levy Pants, dice que, “en las manos competentes del señor Reilly, los papeles a archivar parecían desaparecer” (2015:117). La satisfacción del señor González respecto al trabajo de Ignatius resulta irónica: los papeles efectivamente desaparecen, pero porque Ignatius los descarta para no tener que ordenarlos.

El señor González está conforme con el trabajo de Ignatius mientras los lectores saben que Ignatius está organizando una revuelta

La relación entre el señor González e Ignatius también da lugar a una ironía dramática, ya que los lectores sabemos que el señor González está siendo engañado por Ignatius. El jefe administrativo de Levy Pants dice que “gracias al señor Reilly, la vida en Levy Pants se había vuelto aún más agradable” (2015:117), y que él es un trabajador "tan diligente" (2015:117). Estos enunciados evidencian que el señor González no solo no sabe que Ignatius no realiza su trabajo, sino que, además, está gestando una protesta con los trabajadores de la fábrica en la que se propone derribar "al señor González como centro de poder dentro de Levy Pants" (2015:136).

El señor Robichaux critica a Mancuso, el policía que lo ha detenido, sin saber que también se encuentra en la reunión en la casa de Santa

Una ironía dramática es una situación en la que el lector sabe más que uno o varios personajes. En la casa de Santa, el señor Robichaux acusa al policía que lo ha detenido (Mancuso) de comunista sin saber que ese mismo policía es el sobrino de Santa y se encuentra en esa casa. Cuando conversa con la señora Reilly, el señor Robichaux dice: “Fueron ellos, los policías. Son todos una pandilla de comunistas” (2015:203). La señora Reilly es el único personaje consciente de la situación y le sugiere a Santa que “quizá debieras decirle a Angelo que se fuese. Yo ya cogeré un taxi. Dile que se vaya por la parte de atrás” (2015:204). Intenta que Mancuso se vaya de la casa para que no tenga que confrontar con el señor Robichaux. En cambio, Santa le hace más preguntas al señor Robichaux: “imagínese ahora que ve a aquel policía que le detuvo” (2015:204), “¿No le perdonaría y le olvidaría?” (2015:204). En ese momento, la señora Reilly intenta irse de la sala para evitar el momento incómodo, pero pocos minutos después el patrullero Mancuso ingresa a la sala y el señor Robichaux lo reconoce.