¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?

¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? Resumen y Análisis Capítulos 16-18

Resumen

Capítulo 16

En el Hotel St. Francis, Rick lee las notas de Dave Holden sobre Roy Baty. Al parecer, él fue uno de los cabecillas que planeó la huida de Marte y es responsable por la muerte de varias personas. En Marte se hacía pasar por farmacéutico. Roy considera que la vida de los androides es sagrada. Como dueño de una farmacia, Roy experimentó con varias drogas en sí mismo y en otros androides intentando generar por medio de ellas una experiencia de grupo similar al mercerismo. Rick sabe que Roy es el Nexus-6 más difícil de vencer porque tiene sueños. También sabe que tarde o temprano los tres androides que quedan van a ser vencidos. Si Rick muere en el intento, otro cazarrecompensas tomará su lugar.

Rachael entra en la habitación del hotel con un bolso enorme y una botella de bourbon. Rick se apura y le informa que el peor de todos los Nexus-6, el líder, todavía sigue vivo. Rachael toma los apuntes de Rick y de pronto se torna pálida. Sirve dos vasos de bourbon, uno para ella y el otro para Rick. Él la mira y piensa en que su cuerpo es la de una adolescente, pero que tiene ojos astutos. Rachael le hace pensar a Rick en un predador: “la postura, pensó, de un cazador precavido, quizás de origen cromañón” (p.224). En lugar de hablar sobre la misión de retirar a tres androides, Rachael desafía a Rick para que le diga qué es lo que quiere de ella verdaderamente.

Rachael de pronto cambia su actitud y parece irritada. Le explica a Rick que uno de los androides a los que debe retirar es una réplica de ella. Pris Stratton tiene el mismo aspecto que Rachael, y Rick tendrá que retirarla. Además, Rachael conoce a Roy y sabe de su inteligencia, está segura de que él será la mente detrás del plan para defenderse de Rick.

Rick le da un beso a Rachael, pero ella apenas reacciona porque sigue angustiada por la situación con Pris. El hecho de que Rick esté por retirar a un androide que tiene su mismo aspecto le hace pensar en su propia identidad porque se siente como una máquina que se puede replicar o como una hormiga. Rick le dice a Rachael que ni las hormigas ni los androides sienten, pero Rachael le contesta que entre los androides hay empatía, que se sienten identificados unos con otros porque “les une un nexo especial” (p.226).

En un momento en el que se siente abatida, Rachael le confiesa a Rick el verdadero motivo por el que viajó hasta allí. La familia Rosen, Eldon y los demás, quieren que Rachael observe las diferencias entre los humanos y los Nexus-6, especialmente en aquellos detalles que revelan que los Nexus no son humanos. De este modo, la Asociación Rosen podrá hacer los cambios necesarios hasta desarrollar un androide que no se pueda distinguir del todo de los humanos. Rachael no quiere acompañar a Rick en su misión, pero él sabe que la necesita porque teme la capacidad de Roy e insiste. Rachael le entrega un mecanismo que deja a los androides en estado de catalepsia, es decir, inmóviles. Rick puede utilizar el mecanismo para salvarse a sí mismo y retirar a los Nexus restantes.

Rachael intenta seducir a Rick. Al principio, él se resiste, pero luego ella lo convence diciéndole que lo ama y que está dispuesta a matar a Pris Stratton por él. En un momento durante la noche que pasa con Rachael, Rick cae en la cuenta de que está haciendo exactamente lo que recomendó Phil Resch: primero va a tener sexo con un androide y luego lo va a matar, o por lo menos va a matar a su réplica.

Capítulo 17

Rick pide un café al servicio de habitaciones. Desde la ducha Rachael le dice a Rick que hizo un buen trato al elegir tener sexo con ella a cambio de que mate a Pris Stratton porque los androides no pueden controlar sus pasiones físicas y sensuales. Le pregunta a Rick si estaría dispuesto a tener sexo con otro androide a lo que él contesta que solo si es que se ve y actúa como ella. Rick agrega que si pudiese, estaría dispuesto a casarse con ella.

Ella le dice que eso es imposible no solo porque los matrimonios entre humanos y androides están prohibidos, sino porque los androides no viven más de cuatro años. Rick se pone triste y Rachael le dice que se anime, que nunca más va a poder cazar androides porque nadie que tuvo sexo con ella pudo volver a su oficio excepto por Phil Resch. Rick se da cuenta de que todo había sido una trampa de la Asociación Rosen para generar empatía en él y evitar que retire más androides. Rachael había hecho antes lo mismo que hizo con él, varias veces. Rick se siente relativamente seguro de poder matar a Roy y a Irmgard, pero no está seguro de poder hacer lo mismo con Pris gracias a Rachael.

Rachael y Rick suben a la azotea y toman el vehículo flotante. Mientras conduce, el enojo de Rick crece hasta que toma la decisión de matar a Rachael. Si lo hace con ella, entonces se sentirá seguro de poder matar a los tres androides. Rachael intenta luchar al principio, pero luego su vitalidad disminuye y se entrega a su destino. Sin embargo, Rick no logra matar a Rachael porque siente empatía por ella. Rachael le dice que su misión fue exitosa y que sabe que Rick no podrá retirar más androides gracias a ella.

Rick decide llevarla de regreso al Hotel St. Francis. En el camino escuchan el programa del amigable Buster quien asegura que está por dar el anuncio más importante en la historia del programa. Rachael está ansiosa por saber qué es lo que van a anunciar.

Capítulo 18

Pris le ordena a Isidore que traiga sus pertenencias al departamento. Los tres androides están especialmente ansiosos por que Isidore traiga el televisor. Ese día en el programa del amigable Buster y sus amigos iban a hacer un anuncio importante.

Isidore hace lo que le piden y siente felicidad porque por fin es útil. Su vida ha mejorado sustancialmente desde que está acompañado. A veces sospecha que los androides se aprovechan de él, pero no les da demasiada importancia a esos pensamientos: “Tienes que frecuentar la compañía de otras personas, pensó. Para tener una vida” (p.242).

En el trayecto de regreso a su departamento con las pertenencias de Pris, Isidore ve una araña en las escaleras. Decide soltar todo lo que tenía en las manos y recuperar esa araña en un bote de plástico con la tapa agujereada.

De vuelta en el departamento, el amigable Buster habla en la televisión y anuncia que lo que tiene para decir es muy importante. Isidore interrumpe para mostrarles la araña. Roy está concentrado en la television, pero Pris e Irmgard están más interesadas en la araña. Observan sus ocho patas y llegan a la conclusión de que no necesitan tantas, bastarían cuatro. Entonces, Irmgard le da una tijera a Pris, que le corta cuatro patas a la araña. Isidore observa lo que sucede horrorizado y le ruega a Pris que no mutile a la araña.

Mientras, Roy e Irmgard ven el programa de Buster en el que intentan mostrar que Mercer es un fraude. Al parecer, las imágenes que ven las personas cuando están en la caja empática son el resultado de efectos especiales realizado por un estudio de Hollywood. Además, los expertos que trabajan para el programa de Buster encontraron evidencia de que Mercer es en realidad Al Jarry, un actor de cine de la preguerra aficionado al whisky. Todo lo que sucede en el mundo de Mercer es producto de la cinematografía y los efectos especiales. Roy parece sentirse complacido con la revelación de que el mercerismo es una estafa. Isidore no puede hablar ni moverse. Pris, Irmgard y Roy hablan en frente de él sobre la verdadera identidad de Buster: él también es un androide.

Ambas noticias descolocan a Isidore quien se encuentra todavía en shock por la tortura de Pris sobre la araña. Los androides se dan cuenta de que Isidore se encuentra mal, pero creen que lo superará pronto. Incluso hacen bromas sobre la araña especulando si no habrá sido esa la última araña en la Tierra. Isidore levanta los pedazos de la araña mutilada y la llevó a la cocina para ahogarla y terminar con su tormento. Intenta procesar lo que esuchó en el programa de Buster, y los androides reafirman todo lo que se dijo sobre el mercerismo. A pesar de todo, Isidore declara ante los tres androides: “El mercerismo no está acabado” (p.250).

Isidore empieza a tener una alucinación. De pronto todo a su alrededor empieza a resquebrajarse, de las grietas que se forman en las paredes y en el piso aparecen animales mutilados, agonizantes; los pocos animales que están vivos parecen sumidos en un arrebato violento y se atacan. Todo parece degenerarse a su alrededor. De entre los escombros sale una araña con solo cuatro patas. Isidore se da cuenta que todo lo que se había muerto estaba volviendo a la vida y piensa que eso significa que Mercer está cerca.

Ante Isidore aparece la figura de Mercer que le dice que efectivamente él es nada más que una estafa, pero que eso no debería hacer una diferencia porque él seguirá estando presente en su vida: “Acabo de sacarte ahora mismo del mundo tumba y continuaré haciéndolo hasta que pierdas interés” (p.253). Mercer le presenta su mano, extiende los dedos y en su palma aparece la araña mutilada, con todas sus patas restituidas. En el momento en que Isidore empieza a darle las gracias a Mercer, suena una alarma y Roy anuncia que en el edificio hay un cazarrecompensas.

Análisis

Rick siente repulsión por Roy Baty cuando lee las notas sobre el androide que había liderado la rebelión de los Nexus-6 y que él ahora debe retirar. A pesar de que siente rechazo, Rick no puede evitar establecer un paralelo entre Roy y Luba, a quien sí admiraba. Lo que tienen en común tanto Roy como Luba es que ambos sueñan, es decir, tienen aspiraciones y proyectan una vida distinta. Mientras que el interés de Luba se centraba en la cultura y el arte, Roy se preocupaba por cuestiones espirituales. Tanto el arte como la espiritualidad deberían ser exclusivamente humanos, pero estos dos androides tan sofisticados intentan aproximarse a esos ámbitos a su manera. Luba se convierte en cantante de ópera y visita museos. Roy, en cambio, busca la manera de estimular una experiencia religiosa, una comunión entre androides, a través de las drogas.

Roy necesita drogas para simular una experiencia religiosa. En ese sentido no es muy distinto a los seres humanos, ya que, como ellos, necesita de algo externo para ponerse en contacto con su espiritualidad y con sus sentimientos. Tanto el climatizador como la caja empática son un ejemplo de los estímulos que los humanos necesitan para despertar en su interior algo que parece adormecido.

Otro paralelo que se establece entre los humanos y los androides son los sueños. Tanto los humanos como los androides tienen aspiraciones. Más importante aún es que tanto los androides como los humanos tienen sueños individuales y colectivos. Rick ha reducido a los androides a la categoría de “predadores solitarios”, pero Roy es la muestra de que existe un grado de empatía entre los androides. Al inicio de la novela, Rick quiere un animal de verdad para cubrir un deseo individual y egoísta, no obstante, luego comprende que cuidar la vida de otro también es valioso. Roy, por su parte, empieza a experimentar con drogas para alcanzar una experiencia espiritual individual, pero luego quiso hacerla accesible a otros androides.

Al igual que con Roy, la novela explora la capacidad empática en el personaje de Rachael y su réplica Pris Stratton. Rachael siente empatía por Pris porque le es imposible no ponerse en su lugar al verse reflejada en ella. De todas formas, hay una diferencia fundamental entre las dos: una de ellas continúa siendo utilizada como instrumento para alguien más, mientras que Pris se rebeló contra eso y está intentando hacer una vida independiente. Rachael siente compasión por Pris porque sabe que su destino es morir en manos de un cazarrecompensas, pero quizá cabría más que Pris se compadezca de Rachael por no ser otra cosa que un instrumento autodestructivo.

Lo que esto revela es que el antagonismo recalcitrante entre androides y humanos ha estado siempre mal colocado porque ambos están sujetos a un destino que escapa de sus manos, ambos están condenados a ocupar su lugar en un “ciclo de la vida” (p.222) propuesto por el verdadero antagonista de la obra: la Asociación Rosen. Rick no es menos útil o menos un instrumento de los Rosen que Rachael. Esto lo intuye Rick cuando reflexiona: “también ellos, miembros destacados de aquella cuadrilla ilegal, estaban condenados, porque si él fracasaba alguien ocuparía su lugar” (p.222). Esa intuición se vuelve un hecho cuando Rachael le explica que su función en todo esto es observar la interacción ente Rick y los androides, identificar los detalles que hacen que Rick los pueda distinguir como androides para desarrollar una mejor tecnología y empezar a producir Nexus.7, Nexus-8, y así sucesivamente. Para la Asociación Rosen, los Nexus-6 no son importantes, son un eslabón más en la cadena, y tarde o temprano deberán desaparecer. Con Rick sucede algo similar: Rachael es enviada por la Asociación Rosen para generar empatía en Rick, y de esta forma modificar la posición del cazarrecompensas frente a los androides. Este hecho puede ponerlo en peligro, ya que ante el dilema que se le puede presentar a Rick a la hora de retirar a los androides, quizás estos últimos pueden responder primero y matarlo. En ese sentido, podemos apreciar que ni siquiera la condición de ser humano de Rick parece convertirlo en alguien lo suficientemente valioso o importante a los ojos de la Asociación Rosen. Esto nos lleva a un nuevo aspecto en común entre humanos y androides: ambos son parte de un sistema, y tarde o temprano se volverán prescindibles.

Ahora bien, el poder de la Asociación Rosen no se limita a retirar cazarrecompensas entrenando a androides seductores como Rachael. La corporación también se ha infiltrado en los medios de comunicación para modificar la opinión pública. Si antes el único argumento para considerar a Buster un androide era el número de horas que trabajaba frente a la pantalla, el gran anuncio sobre la falsedad del mercerismo confirma no solo su identidad, sino que muestra que él también es un instrumento de los Rosen. Al conseguir desacreditar a Mercer y debilitar por ello el mercerismo, la empatía como valor supremo puede ser reemplazado por algo más. En el mercerismo hay lugar para los “cabeza hueca”, pero no hay lugar para los androides. Al echar abajo a su ídolo, es probable que la Asociación Rosen destruya también la última diferencia significativa entre las dos especies. El mercerismo necesariamente deja de lado a los androides porque depende de la capacidad para fusionarse físicamente con otro, es decir, empatizar.

La trama que sigue a John Isidore también tiene en el centro un personaje dinámico que va a experimentar cambios a lo largo de la novela. Al principio del capítulo 18 Isidore no puede estar más feliz. A pesar de que como lectores percibimos el maltrato que recibe por parte de los androides, a Isidore no parece importarle porque se siente útil al tener alguien a quien cuidar. Las cosas empiezan a cambiar para Isidore cuando presencia la mutilación de la araña. En este momento de la novela, los androides muestran una vez más que en ellos el raciocinio pesa mucho más que cualquier otro aspecto. La decisión de mutilar a la araña surge de una hipótesis lógica: ¿puede una araña desplazarse con menos patas? Pris parte de esa hipótesis y luego la pone en práctica experimentando con la araña. Si se trata o no del último ejemplar de esa especie en la Tierra, a los androides no les preocupa demasiado porque para ellos la vida no es el valor supremo, sino precisamente el contexto en el que son marginados.

La experiencia traumática de la araña se suma al anuncio de Buster de que en realidad el mercerismo es una estafa. Si bien la noticia lo descoloca, Isidore se adelanta a las palabras del propio Mercer cuando desafía a los androides al sostener que el mercerismo no va a desaparecer. Isidore nuevamente muestra lucidez respecto de su lectura del mundo. El mercerismo es una forma de supervivencia, la única para una sociedad. La falsedad del ídolo no invalida el principio de comunión entre los miembros de una sociedad como la única salida para reponerse ante la devastación.

La visión que experimenta Isidore en la que ve a los animales destruirse solo para ver como luego vuelven a la vida, especialmente cuando Mercer le devuelve la araña, muestra que hay esperanza porque la vida se regenera. Además, resulta esperanzador que alguien como Isidore, a quien le privaron de la facultad de invertir el tiempo, pueda también recuperarse de esa agresión porque, al fin y al cabo, es él el que participa del renacimiento de la araña.