¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?

¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? Resumen y Análisis Capítulo 10-12

Resumen

Capítulo 10

El agente Crams lleva a Rick al departamento de justicia. El edificio es una construcción hermosa que sorprende a Rick, especialmente porque nunca la había visto. Allí asientan la denuncia en su contra: asesinato y hacerse pasar por un agente de la ley. Luego, un oficial de apellido Garland se acerca y se hace cargo del caso. Primero, revisa el maletín de Rick y descubre los artefactos para llevar a cabo el test Voigt-Kampff y unas notas en papel cebolla (las notas de Dave Holden). Garland le pregunta a Rick si conoce a George Gleason o a Phil Resch, pero ninguno de estos nombres le resulta conocido a Rick. Le dan la posibilidad de hacer una sola llamada, y Garland le recomienda que contacte a un abogado, pero Rick elige llamar a Iran. Marca el número de su casa, pero en la videollamada aparece el rostro de una mujer desconocida.

Garland continúa interrogándolo y le pregunta sobre los nombres en la lista de los Nexus-6 que está persiguiendo. El siguiente nombre en la lista es el de Garland. En las notas de Dave Holden sobre Garland figura que él es agente de seguros en lugar de inspector de policía. Por el resto, todos los datos sobre su aspecto físico, su edad y sus costumbres son reales. Rick no se había dado cuenta de quién era su siguiente objetivo.

Garland pide que llamen a un cazarrecompensas del departamento. Phil Resch entra a la oficina de Garland. Ninguno de los dos hombres, ni Resch ni Garland, conocían el test Voigt-Kampff. En ese departamento se lleva a cabo una prueba diferente para determinar si alguien es humano o androide que se basa en la respuesta de reflejos que en los androides toma apenas un poco más de tiempo. Resch y Garland hablan sobre el cuerpo que han encontrado muerto en un vehículo. Se trata de Polokov, y acusan a Rick de haberlo asesinado. Resch y Garland dicen que en algún momento sospecharon que Polokov podía ser un androide, pero que no tenían un motivo firme para tomarle la prueba de reflejos y comprobarlo.

De hecho, Resch pensaba que todos en el departamento debían tomar la prueba, pero Garland se opuso en su momento a que eso sucediera. Para Resch, sería muy astuto esconder la verdadera identidad de androide infiltrándose en un departamento de policía como la WPO, una fuerza policial internacional.

Un llamado interrumpe la conversación. La secretaria de Garland le informa que están listos los resultados de la prueba de la médula ósea de Polokov. El resultado confirma que Polokov era un androide. Esto solo hace que Resch sospeche aún más de Garland e insiste en que por eso era una buena idea exigir la prueba de reflejos a todo el personal. Con el resultado de Polokov, Garland se va a tener que someter a la prueba para confirmar su humanidad.

Capítulo 11

El oficial Garland acepta someterse a la prueba. Resch se retira de la oficina para ir a buscar el instrumental. Una vez que se han quedado solos, Garland saca una pistola de láser y la apunta contra Rick, quien intenta razonar con Garland diciéndole que, matándolo a él, no va a conseguir salvarse de la prueba.

Garland deja de apuntar la pistola y le confiesa que tanto él como Resch no pasarían la prueba porque son androides. El departamento de policía es un circuito cerrado en el que nadie de afuera penetra; ellos saben de la existencia de otros departamentos de policía y del mundo exterior, pero, en cambio, nadie de afuera sabe sobre ellos. Según Garland, los androides que Rick persigue huyeron todos juntos de Marte, excepto por Polokov que estaba en la Tierra desde antes y Resch que llegó después, ya que le estaban instalando un sistema de memoria sintética. Este sistema hace que los androides se crean humanos y olviden su verdadera identidad.

Rick considera que la memoria sintética es un riesgo, a lo que Garland le contesta del siguiente modo: “Escapar y venir a la Tierra ya supone correr un riesgo, porque aquí ni siquiera nos consideran animales. Cualquier gusano o piojo es más deseable que todos nosotros juntos” (p.153).

Resch regresa con el instrumental para el test Boneli que mide el tiempo de los reflejos en humanos y androides. Inmediatamente, Garland apunta su pistola láser a Resch. Rick y Resch se tiran al piso, pero Resch alcanza a sacar su pistola y dispara contra Garland; el disparo va directo a su cabeza.

Rick le informa a Resch que todo el edificio está repleto de androides y que no es solo Garland. Deciden salir juntos con Rick esposado para que sea creíble y así escapar. Ya en la azotea, listos para irse en el vehículo flotante, Resch se cuestiona a sí mismo por haber trabajado bajo las órdenes de un androide. Rick sabe que Garland y los otros androides llegaron a la Tierra apenas hace unos meses, por lo que sospecha que lo que dijo Garland sobre Resch puede ser verdad dado que tiene recuerdos falsos. Considera la posibilidad de decirle a Resch lo que sabe, ya que le da lástima pensar en que no sabe que es un androide.

Al propio Resch le están surgiendo dudas sobre su propia identidad por lo que le pide a Rick que, luego de ocuparse de Luba Luft, le realice el test para determinar su humanidad.

Capítulo 12

Rick y Resch llegan al Palacio de la ópera, pero Luba Luft ya no está allí. Uno de los empleados del teatro les dice que Luba quería ir a ver una exposición de Edvard Munch en el museo.

Efectivamente, Luba se encuentra en el museo admirando los cuadros del pintor. Resch está inquieto con la idea de que puede ser un androide. Uno de los argumentos que utiliza para tratar de convencerse a sí mismo y a Rick de que es humano es que cuida de una ardilla verdadera. Rick dice que no conoce demasiados androides que cuiden de animales y, sobre todo, no conoce animales que vivan demasiado bajo el cuidado de un androide. Resch insiste en que ama a su ardilla y que le dedica mucho tiempo.

En la exposición de Munch ven el cuadro “El grito” de “un hombre calvo, asfixiado y con la cabeza con forma de pera invertida, con las manos en las orejas y la boca abierta en un vasto grito mudo” (p.162). Resch le dice a Rick que así es como se deben sentir los androides.

Ambos hombres se acercan a Luba y la toman del brazo. Ella no ofrece resistencia, sino que se resigna. La conducen hacia la azotea, pero en el camino pasan por la tienda de regalos del museo. Luba les pide a los hombres si le pueden comprar una reproducción del cuadro que estaba mirando cuando la detuvieron: “Pubertad” de Munch. En la tienda de regalos no tienen una lámina del cuadro, sino que aparece en un libro sobre el pintor. Rick paga $25 y le regala el libro a Luba. Resch no puede entender por qué Rick gastaría esa cantidad de dinero para eso. Luba menciona como un adroide no sería capaz de pensar en un acto de bondad como el de Rick.

Luba reconoce ante los dos cazarrecompensas que es un androide: “Desde que llegué aquí procedente de Marte no he hecho más que comportarme como un ser humano, hacer lo que haría cualquier mujer, actuar como si yo tuviera sus pensamientos e impulsos. Imitar, tal como yo lo entiendo, una forma de vida superior” (p.166). Sin pensar dos veces, Resch intenta sacar su pistola láser, pero Rick lo detiene. Resch insiste en que no hay nada más que discutir porque Luba reconoció que es un androide. En realidad, Resch se está poniendo nervioso porque Luba insiste en que él también es un androide.

En un impulso, Resch dispara contra Luba, pero no la mata. Rick la ve retorcerse en el piso y le pega un tiro en la cabeza para acabar con su agonía. Luego, Rick quema el libro que había comprado para Luba con su pistola de láser. A Resch le parece un desperdicio prender fuego el libro y no comprende la reacción de Rick, quien se siente asqueado por el tipo de trabajo que hace y por la sangre fría de su compañero.

De hecho, Rick ya no quiere seguir siendo un cazarrecompensas y dice: “Estoy harto. Era una cantante maravillosa. El mundo podría haberse beneficiado de su talento. Es una locura” (p.168). Para Rick, Phil Resch es más peligroso que lo que podía llegar a ser Luba Luft porque le gusta matar. Rick sabe que debe implementar el test para confirmar si Resch es humano o androide. De hecho, desea que el resultado del test confirme que Resh es un androide porque le resulta aterradora la idea de que existan personas a las que les gusta matar.

Cuando Rick termina de implementar el test, descubre que Resch es, en realidad, humano. Ahora es Rick el que quiere ser sujeto de estudio, quiere hacerse el test de Voigt-Kamppff, pero con algunas modificaciones: quiere descubrir si puede sentir empatía por los androides. Lo que descubre con este test es que siente mayor empatía cuando el androide es mujer. Resch le dice que a él le pasaba algo similar, pero que en realidad no se trata de auténtica empatía, sino de un deseo sexual por los androides mujeres. Rick no está seguro de sentir deseo por Rachael o por Luba Luft, pero reconoce que todas las virtudes de Luba pueden haber hecho que él sienta algo de atracción. Resch le sugiere que la próxima vez cometa el acto ilegal de acostarse con ellas primero y luego matarlas para evitar la angustia que está sintiendo en ese momento por haberla matado y luego caído en la cuenta de que le gustaba.

Análisis

El punto de inflexión en la novela sucede en estos capítulos. Luba Luft es el personaje que desencadena los cuestionamientos que van a producir un cambio significativo en el protagonista. Para empezar, Rick va a pasar a ocupar un lugar relativamente marginal cuando se pone en contacto con un mundo que se asemeja a una realidad paralela: la de los androides. A partir del momento en que Luba Luft llama a la policía, Rick participa de un mundo paralelo en el que los androides se ocultan a plena vista e, incluso, han formado su propia fuerza policial. En estos dos universos que confluyen cuando Rick accede al departamento de policía alternativo, los límites entre lo humano y lo artificial se diluyen aún más. El personaje siente que lo que conoce como verdad pierde consistencia y pone en duda todo lo que daba por sentado. Esta inestabilidad es quizá lo que le permite llegar a cuestionamientos más profundos; custionamientos que incluso lo llevan a desear abandonar su trabajo.

En estos capítulos Rick experimenta de manera mucho más real lo que supone estar en los zapatos de los androides. Cuando es detenido y conoce la estación de policía paralela, Rick empieza a cuestionar su propia identidad. El agente Crams instala en Rick la duda de si él mismo no será un androide al que han convencido de que es humano al implantarle memorias. El dilema que se viene instalando en el corazón de la novela son las preguntas: "¿qué es lo que constituye estar vivo?" y "¿cuán legítimo es desestimar la vida de otro ser que se siente con el derecho de vivir esa vida que le ha tocado en suerte?". Hasta ahora Rick no ha sentido culpa alguna al momento de retirar a un androide porque desde su perspectiva eso es lo que corresponde. Pero, si él mismo es un androide, seguramente desearía seguir viviendo y experimentando el mundo a su manera.

La conexión que siente Rick con Luba Luft es clave en su transformación. En particular, el amor por el arte que parecería ser exclusiva de las personas de pronto aparece manifiesta en un androide. Es así como Rick empieza a cuestionarse si es verdaderamente ético retirar androides. El cambio en Rick no es repentino, requiere un proceso. Por ejemplo, en un principio la muerte de Luba le parece un desperdicio porque su talento podía ser aprovechado por los humanos, es decir, que sigue sosteniendo una mirada utilitaria sobre los androides. Luego, sin embargo, reconoce que la pena que siente por la muerte de Luba no tiene que ver solo con su talento, sino con quien era ella.

Otro personaje clave que precipita la transformación de Rick es Phil Resch. Al contrario que con Luba, Rick se siente a contrapelo con relación a Resch. Así como Rick ve de pronto humanidad en Luba, en Phil Resch ocurre lo contrario: aquello que hace a los androides detestables -su falta de empatía- aparece de manera patente en un humano. Rick se siente tan horrorizado ante la falta de empatía de Resch que incluso llega a desear que en realidad se trate de un androide. Finalmente, cuando su humanidad es comprobada por medio del test Voigt-Kampff, Rick se siente aún más seguro de que él mismo no está dispuesto a seguir eliminando androides. En este sentido, Resch cumple la función de contrapunto porque destaca los valores que Rick está descubriendo en sí mismo por contraste.

El arte en estos capítulos cumple una función central. La apreciación del arte sería exclusivamente humana precisamente porque permite la conexión con otra realidad, con otro ser que propone la obra. Al crear un personaje androide que es capaz de apreciar el arte, Dick desdibuja aún más los límites entre estos dos tipos de seres.

Asimismo, es posible establecer una conexión entre el deseo que manifiesta Luba Luft por el cuadro de Munch titulado “Pubertad” y el título de la novela porque muestra que estos seres, que han sido creados a imagen y semejanza de los humanos, tienen aspiraciones. Luba admira a los humanos en quienes aprecia “una forma de vida superior” (p.166) y a quienes ha pasado su vida imitando para parecérseles. Quizá eso nos permita decir que a la pregunta de si los androides sueñan con ovejas eléctricas la respuesta sería que no, que sueñan con ovejas reales porque aspiran a lo mismo que los seres humanos.

El cuadro “El grito” de Munch también nos ayuda a comprender lo que está sucediendo en este momento de la novela. La descripción del cuadro con una figura central cuya identidad es ambigua –“El hombre o mujer, lo que quiera que sea…” (p.162)- que grita a causa de un tormento desconocido, refleja la dificultad con la que se encuentran las personas y los androides en el mundo de la novela para encontrar su lugar y conocer su identidad. Si bien Resch ve en el ser representado en el cuadro a los androides y la desesperación que deben experimentar, el cuadro también refleja la situación de Rick para quien el mundo se ha complejizado a partir de una serie de revelaciones que ya no le permiten relacionarse con su entorno de la misma manera en la que lo hacía antes.

Si bien lo que experimenta Rick es complejo e incluye una serie de revelaciones progresivas, en definitiva, lo que comprende ahora es que la auténtica empatía no puede limitarse únicamente a los seres vivos. Para que en la persona se manifieste verdaderamente su humanidad, debe ser capaz de sentir empatía por todos los seres.