¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? Preguntas de Ensayo

Contrasta los modos en los que el mercerismo y el programa de Buster influyen en el pensamiento de las personas.

Tanto el programa de televisión como la caja empática generan una realidad paralela y ofrecen a sus usuarios una simulación. La diferencia es que el programa de televisión de Buster ofrece una versión de la realidad que busca destruir lo único que la mantiene a flote en función de los intereses corporativos, mientras que el mercerismo ofrece una simulación para acercar a todas las personas a la experiencia de la comunión a través de la empatía.

El programa de Buster presenta una versión de la realidad que luego descubrimos está planteada en función de permitir que los androides se integren a la sociedad. Dado que los fabricantes de los androides no han logrado crear seres que experimenten empatía, esa capacidad de ponerse en el lugar del otro es lo único que divide a los seres humanos de su versión artificial. Al desacreditar al mercerismo, las corporaciones se acercan un poco más a poder integrar sus productos a la sociedad. Lo que sucede en el programa tiene implicancias concretas en la realidad porque pueden modificar el modo en que las personas se relacionan y qué es lo que valoran.

El mercerismo utiliza simulaciones y los efectos especiales del cine para generar una experiencia mística en los usuarios de las cajas empáticas. No obstante, la división entre la realidad virtual y la realidad concreta no es clara porque lo que las personas experimentan en la fusión física con Mercer tiene efectos concretos en el mundo. Por ejemplo, los usuarios sienten el dolor de Mercer cuando una piedra los alcanza, pero ellos también sangran y sufren las lastimaduras de esa agresión. Más importante aún, lo que sucede en la simulación es bueno para la humanidad porque ejercita aquello que une a las personas, combate el individualismo que impera y eleva a todo el grupo que solo será capaz de soportar el camino de ascenso por la colina si lo hace en compañía.

¿Cuál es el punto de inflexión en la novela que impulsa un cambio radical en el protagonista?

Al inicio de la novela, Rick Deckard es un "poli" egoísta y materialista a quien solo le interesa recibir el dinero de las recompensas. Desde su perspectiva, los androides no son más que su presa y no siente empatía por ellos. Aun cuando Iran le demuestra cuánto le desagrada el trabajo que Rick hace, él se justifica diciendo que no mata a seres humanos. No obstante, la mirada de Rick sobre los androides va a cambiar significativamente cuando conoce uno con el que comparte algo: se trata de Luba Luft, la cantante de ópera. A Rick le gusta la cultura y disfruta de la música y ve en Luba alguien talentoso y que es capaz de hacer algo artístico. Ese personaje es el primero que lo conmueve y considera que matarla es un desperdicio precisamente porque es un androide que podía aportar algo bello a la humanidad con su talento. Esa experiencia se suma al tiempo que comparte con Phil Resch, un humano que se comparte más como androide que como hombre. Resch no parece sentir ningún tipo de empatía, pero, lo que es peor, parece disfrutar de matar. Es él quien mata a sangre fría a Luba Luft. Al ver a estos dos personajes, Rick cuestiona su propia función en el ciclo de creación/destrucción. Se da cuenta de que él debe destruir los androides que las corporaciones mejoran constantemente. Rick se pregunta cómo puede ser deseable matar a una cantante talentosa y dejar que viva un asesino como Resch. A partir de esto, Rick solo piensa en dejar su trabajo y, a pesar de que todavía va a matar a tres androides más, el cambio que experimenta es irreversible porque descubre nuevos valores. Por eso, cuando Rick debe volver a matar a un androide, lo primero que piensa es que sus acciones no coinciden con la persona que él es y sufre por esa incongruencia.

John Isidore utiliza una cita del poema "Las campanas doblan por ti" de John Donne para hablar de los valores del mercerismo: "Ningún hombre es una isla". ¿De qué modos encarna Isidore esa cita en su vida?

Para Isidore el sentido de vivir radica en vivir con otros. El momento más feliz en la vida de Isidore es cuando descubre que hay otra persona viviendo en su edificio y lo primero que desea hacer es darle un regalo de bienvenida y ofrecerle su ayuda. Tanto valora la compañía de otros que tiene guardada una botella de champagne de preguerra a la espera de poder compartirla con alguien. Mientras que a Rick le molesta cuidar de una oveja eléctrica porque es incapaz de reconocer la existencia de su dueño, a Isidore le interesa serle útil a alguien más. Se toma con tanta seriedad el cuidado de otros que cuando Rick le pide información sobre la ubicación de los androides dentro del edificio, Isidore se niega a darle información porque había prometido cuidar de ellos.

Su empatía no se reduce a las personas y a los androides. Isidore también ama los animales reales y siente compasión por los animales eléctricos. Cuando piensa que el gato eléctrico está a punto de averiarse del todo, Isidore intenta apagar su caja eléctrica para evitar que se dañe y siente dolor en el estómago por los sonidos agonizantes que emite. Cuando se entera de que el gato es verdadero, está horrorizado de pensar en que se ha perdido una vida. Asimismo, cuando encuentra la araña en el pasillo del edificio, quiere cuidar de ella y no puede soportar ver como los androides la torturan.

Donde mejor vemos la necesidad de Isidore de conectar con otros es en su devoción por el mercerismo. La caja empática que le permite fusionarse físicamente con otros es sumamente importante para él. Incluso cuando Buster revela la estafa detrás del mercerismo, Isidore se mantiene firme en sus valores porque sabe que allí puede entrar en comunión con otros.

¿En qué aspectos de la novela vemos representada una mirada crítica sobre el capitalismo?

En la novela, el verdadero antagonista es la Asociación Rosen. A su manera, tanto los seres humanos como los androides son víctimas de los intereses corporativos. Esos intereses están protegidos por el Gobierno y los medios de comunicación. Por ejemplo, cuando el Gobierno intenta conseguir que las personas que viven en la Tierra migren a las colonias extraplanetarias, ofrecen como incentivo un androide para cada persona. Los medios, en cambio, intentan desacreditar la religión del mercerismo precisamente porque insiste y promueve el valor de la empatía a la que los androides no tienen acceso. Mientras el mercerismo esté vigente, los androides no van a poder integrarse a la sociedad y la corporación va a encontrarse con obstáculos para fabricar su producto. A nivel interno, la empresa está dispuesta a utilizar métodos anti éticos para conseguir sus objetivos: mienten sobre la verdadera identidad de sus funcionarios, sexualizan a los androides femeninos para manipular a los cazarrecompensas, ofrecen sobornos a funcionarios.

Del otro lado, están los consumidores. Rick al principio de la novela representa la lógica del capitalismo desde el lugar del empleado: Rick es un individualista que trabaja para conseguir dinero que luego gasta en la cuota inicial de un bien que siente le va a dar mayor prestigio social y por el que se va a endeudar durante meses. La constante obsesión de Rick por el Catálogo Sidney y por los almacenes de animales muestra que ese deseo material consume su pensamiento.

Por último, vemos como el consumismo rampante da como resultado la basugre: una acumulación de mugre y desperdicio de todos los objetos que pierden valor y utilidad. Incluso vemos que el peligro más significativo para la Tierra no es la radiactividad, sino el riesgo de quedar enterrada bajo una capa de basugre.

¿Qué función cumple el mercerismo en la sociedad retratada en la novela?

El mercerismo es la religión dominante en esta sociedad postapocalíptica. La figura mesiánica en el centro de esta religión es Wilbur Mercer, un anciano que se aparece ante sus seguidores subiendo una colina mientras otras personas, denominadas Asesinos, lo martirizan. Los seguidores pueden acompañar a Mercer en su martirio por medio de una máquina, la caja empática, que les permite sentir y experimentar todo lo que le sucede a Mercer al mismo tiempo que comparten los pensamientos y las emociones de los otros usuarios conectados a la caja.

Los dos valores supremos de esta religión son: el carácter sagrado de la vida y la experiencia de la empatía. Aun cuando se descubre que las imágenes que experimentan los seguidores en la caja empática son una estafa, los principios del mercerismo no pierden fuerza. Esto es así porque la novela plantea que la empatía y la comunión entre los miembros de una sociedad que se consigue por medio de ella son los únicos modos en los que una sociedad devastada va a poder reponerse. Ese sentido de comunidad y la complicidad que aporta un sufrimiento compartido es lo único que permite a las personas emprender el camino hacia la cima de la colina, es decir, superar el momento de crisis.

Si bien el modo de experimentar la fusión física del mercerismo y la figura de Mercer son una fabricación, los principios muestran ser esenciales y permanentes. El mercerismo es lo único que distingue todavía a los seres humanos de los androides, cuyo mismo diseño excluye la posibilidad de sentir empatía y vivir la experiencia mística de la fusión física. Por ese motivo, a Buster y los demás androides les es funcional desacreditar la religión en el intento de borrar la última barrera que los mantiene en la marginalidad en relación con los humanos.