Romancero gitano

Romancero gitano Resumen y Análisis "Thamar y Amnón"

Resumen

"Thamar y Amnón" es un extenso poema que cierra el Romancero gitano. Comienza enfocando la luna en el cielo en una noche calurosa de verano. En el aire suenan ruidos metálicos y la tierra está herida. Thamar está desnuda en una terraza, soñando y cantando. Hay cinco palomas heladas alrededor de sus pies. Amnón, su hermano, la mira desde una torre y se excita; ve los pechos de Thamar reflejados en la luna. A las tres y media, él se acuesta en la cama y sufre por su pasión. Thamar entra en la habitación y él la besa. Ella le dice que la deje tranquila, pero él no la respeta: la agarra de los cabellos, le rasga las vestimentas. Se oyen gritos por encima de las casas, los esclavos del palacio están alborotados y hay vírgenes gitanas acompañando el sufrimiento de Thamar, que ha sido violada por su hermano. En la estrofa final, Amnón, "violador enfurecido" (297), se escapa, y el rey David, padre de ambos protagonistas, corta las cuerdas de un arpa.

Análisis

Este poema está dedicado a Alfonso García Valdecasas, amigo de Lorca y profesor de Derecho en las Universidades de Granada y de Madrid. Se trata del último romance del libro y presenta un tema bíblico: el relato de Thamar, violada por su hermano Amnón. Esta narración forma parte de los relatos populares de la península ibérica y también de la literatura culta española, ya que varios autores del Siglo de Oro lo trabajaron en sus obras.

Lo primero que destaca es que este romance presenta una estrofa inicial muy similar a las de los poemas más gitanos del libro, es decir, los anteriores a la sección "Tres romances históricos". Comienza así: "La luna gira en el cielo / sobre las tierras sin agua / mientras el verano siembra / rumores de tigre y llama" (292). La luna como primera referencia visual y como símbolo de la tragedia es explotada al máximo por Lorca, como se ha analizado. También notamos la personificación de este verano, época preferida por el autor para sus paisajes andaluces, que parece ser excesivamente caluroso, y emanar tigres y fuego.

En ese contexto, el calor es tal que Thamar se encuentra desnuda en una terraza, es decir, elevada en la altura. Y en esa posición, también típica de varios poemas del Romancero gitano, sueña y fantasea, al igual que varias figuras femeninas, como la monja gitana. Pero no es una mujer pasiva, sino que se encuentra cantando y se pasea por la terraza. Es importante destacar que la desnudez de esta figura le aporta un gran sensualismo, pero en el poema eso de ninguna manera justifica la violencia que su hermano ejerce al violarla.

La tragedia que se avecina para Thamar se anticipa en la descripción de la excitación de Amnón, que culmina con estos versos: "Amnón estaba mirando / la luna redonda y baja, / y vio en la luna los pechos / durísimos de su hermana" (293). En la fantasía del joven, el cuerpo desnudo de la muchacha se proyecta sobre la imagen de la luna llena, que simboliza la violencia sexual que ella va a sufrir de inmediato. El satélite, que ya vimos girando sobre el cielo en la primera línea del poema, ejerce una influencia totalmente negativa sobre estos personajes.

El poema es denso y complejo porque denuncia la violación como tragedia, como hecho repudiable, pero también crea una escena previa de sensualidad, exotismo y lujuria. Thamar está desnuda desde el comienzo, y además se adentra en la habitación de su hermano, donde hay juegos de luces y sombras, flores e incluso una cobra. Se presenta una imagen auditiva seguida de una imagen táctil a través del cuerpo del muchacho ("Amnón gime por la tela / fresquísima de la cama", 294), que potencia la carga sexual del ambiente. Sin embargo, tal como sucede en el relato bíblico, Thamar le pide explícitamente que la deje tranquila, y él no la respeta.

La violación se presenta de manera poética mediante un paralelismo seguido inmediatamente por una imagen visual: "Ya la coge del cabello, / ya la camisa le rasga / Corales tibios dibujan / arroyos en rubio mapa" (296). Las acciones violentas de los primeros dos versos generan heridas y sangrado en el cuerpo de la chica, descritas en los dos últimos. La presencia de vírgenes gitanas en la estrofa siguiente indican que Thamar era virgen: "Alrededor de Thamar / gritan vírgenes gitanas / y otras recogen las gotas / de su flor martirizada" (296), y de este modo se maximiza el dramatismo de la escena.

Una última cuestión que es preciso destacar es que Lorca introduce una variante respecto del relato bíblico. En las escrituras sagradas, el violador es perdonado por su padre, el rey David, por ser su hijo mayor, pero Absalón, hermano de Amnón y Thamar, lo mata para vengarla. En este romance, al final, Amnón se escapa y David corta las cuerdas de un arpa con una tijera, ambas acciones inventadas por el poeta.