Romancero gitano

Romancero gitano Resumen y Análisis "Preciosa y el aire"

Resumen

"Preciosa y el aire" también comienza con una referencia a la luna presentada por el yo lírico en tercera persona. De inmediato presenta a Preciosa, una mujer gitana que camina por un sendero. Es de noche, no hay estrellas y el paisaje es silencioso. Los carabineros, es decir los soldados, duermen en las sierras para proteger las torres donde viven los ingleses. Mientras tanto, los gitanos se distraen armando glorietas con elementos de la naturaleza, como caracolas y ramas verdes. El viento se da cuenta de que Preciosa viene por el camino y se levanta. En el poema el viento se llama San Cristobalón y está "lleno de lenguas celestes" (222). Él quiere levantarle el vestido a Preciosa, que se asusta y empieza a correr. El narrador alienta a la gitana para que lo haga: "¡Preciosa, corre, Preciosa!" (222). Ella finalmente llega a la casa del Cónsul de los ingleses y allí se presentan tres carabineros que la han escuchado gritar. El cónsul le ofrece un vaso de leche y una copa de ginebra, pero ella no los bebe. En la estrofa final, Preciosa les cuenta lo ocurrido a estos hombres y fuera de la casa el viento "muerde", sopla furioso porque no ha podido atraparla.

Análisis

Este poema está dedicado a Dámaso Alonso, poeta, filólogo y crítico literario que, como Lorca, pertenece a la Generación del 27. Como se ha mencionado, estas dedicatorias trazan el mapa de los afectos y del mundo artístico del autor. "Preciosa y el aire" se publica por primera vez en la revista de poesía llamada Litoral en noviembre de 1926.

Como todos los romances de la primera sección del libro, tiene una figura femenina como protagonista. Se trata de Preciosa, una joven gitana (o "niña") que escapa del viento porque este quiere violarla. Al igual que en el "Romance de la luna, luna", el poema abre con una referencia a la luna, que esta vez es de pergamino. Por lo tanto, desde el primer verso notamos la presencia de la muerte, del peligro fatal en la historia de Preciosa. Si bien, en principio, ella logra salvarse refugiándose en la casa del Cónsul inglés (que representa la modernidad en contraste con las visiones míticas del mundo gitano) y acompañada por carabineros de la Guardia Civil, al terminar el poema se encuentra llorando. Mientras tanto, el viento, por fuera de la casa, sigue furioso y al acecho. Preciosa no muere, pero su vida sigue amenazada. Es importante recordar que, de acuerdo con el propio poema, el viento es una fuerza "que nunca duerme" (222).

De acuerdo con los especialistas, una creencia popular del pueblo gitano andaluz es que el viento es el estornudo del diablo y, por lo tanto, le tienen mucho miedo. Además, en varias culturas europeas antiguas el viento tiene una fuerza sexual masculina o fecundadora. El autor retoma relatos, mitos y creencias populares en diversos poemas de este libro para presentar una visión mítica, poética y estilizada de Andalucía y sus gitanos.

En este romance, el procedimiento poético más destacado es la personificación del viento como sátiro, es decir, como hombre adulto que busca tener amoríos o relaciones sexuales con mujeres mucho más jóvenes: "El viento-hombrón la persigue / con una espada caliente" (222). En esta cita, a su vez, se hace referencia a los genitales de este viento-hombre a través de la metáfora de la espada, símbolo que aparecerá en otros poemas del libro para referirse a lo fálico y el sexo masculino. Otro elemento de la antropomorfización de esta figura son las lenguas del viento: está "lleno de lenguas celestes" (222) y es un "Sátiro de estrellas bajas / con sus lenguas relucientes" (223). Ambos elementos tienen una connotación sexual muy alta.

Por otra parte, este viento-hombre es identificado como "San Cristobalón desnudo" (222). Jeremy C. Foster explica que se trata de una referencia a San Cristobal de Lycia, mártir cristiano del siglo III, conocido por su enorme fuerza, que ha sido retratado por muchos artistas. En Andalucía hay muchas estatuas y pinturas de este santo y, además, en una carta Lorca le pide a su amigo Jorge Guillén una foto de la estatua creada por Alonso Berruguete para representarlo. En este punto es posible notar cómo el poeta trabaja con la fusión de elementos cristianos y elementos gitanos para crear el paisaje y el espíritu de la Andalucía que quiere retratar en su poética.

Finalmente, cabe destacar que, si bien el viento es descrito como un ser poderoso y fuerte, el poema nos lleva a empatizar con Preciosa de varias maneras. En primer lugar, los elementos de la naturaleza parecen acompañarla en su sufrimiento mientras ella corre para escapar del sátiro: "Frunce su rumor el mar. / Los olivos palidecen. / Cantan las flautas de umbría / y el liso gong de la nieve" (222). El mar y los árboles se tensan, suenan flautas oscuras y un gong nevado. En segundo lugar, el yo lírico también defiende a la protagonista e intenta protegerla. En la estrofa central del poema leemos: "¡Preciosa, corre, Preciosa, / que te coge el viento verde / ¡Preciosa, corre, Preciosa" (222-223).