Harry Potter y la piedra filosofal

Harry Potter y la piedra filosofal Símbolos, Alegoría y Motivos

El bien contra el mal (Motivo)

Un motivo recurrente en toda la novela es el conflicto entre el bien y el mal. Las fuerzas que pone en movimiento Harry Potter para oponerse a Voldemort encarnan la lucha primordial entre el bien y el mal que las sagas fantásticas en el siglo XX han tomado como fondo para componer sus relatos agonistas.

Sin embargo, en Harry Potter el bien y el mal no son valores absolutos, salvo por la figura de Voldemort, que en este primer libro sí está visto desde una perspectiva totalmente negativa (visión que se matizará a lo largo de la saga). Rowling parece indicar al lector que, en verdad, estos polos son extremos, pero que las personas son en verdad mucho más complejas y se mueven en un amplio espectro. Así, personajes como Snape, que parece maligno pero que posee un núcleo de bondad insoslayable, nos ilustran que esa lucha maniqueista del bien contra el mal, en lo que a relaciones humanas respecta, es una sobresimplificación.

Lo normal contra lo diferente (Motivo)

Un motivo que se desarrolla a lo largo de toda la saga es la tensión entre la normalidad de los muggles y la diferencia que se encarna en el mundo mágico. Este contrapunto se aborda desde el inicio de la novela a partir de la relación entre Harry y sus tíos. Los Dursley representan lo peor de la normalidad muggle: son intolerantes, de mente cerrada, frívolos, preocupados por la apariencia e incluso torpes. Harry es diferente por pertenecer al mundo mágico aún cuando él no lo sabe y, por eso, durante su niñez vive toda clase de exclusiones y privaciones. De esta manera, Rowling también pone en juego los esquemas sociales de exclusión que la norma establecida ejerce sobre las disidencias. Por eso, Harry Potter es considerada como una novela que reivindica, en muchos sentidos, la diferencia sobre lo establecido socialmente.

La cicatriz de Harry (Símbolo)

La cicatriz en forma de rayo que Harry tiene en la frente está allí para recordar el trasfondo trágico del personaje, a la vez que es un símbolo de su victoria sobre el señor oscuro. Como Dumbledore le explica al final del libro, la cicatriz no es tan solo una marca en la piel, sino que es una manifestación física de poderosas fuerzas interiores y de una protección que Harry recibe gracias al amor de su madre.

En ese sentido, la cicatriz articula un binomio contradictorio: por un lado, es el recuerdo del pasado trágico y doloroso mientras que, por el otro, es un símbolo de la protección que el amor de Lily Potter ha dejado sobre Harry. Gracias al dolor que le produce la cicatriz cuando algo maligno se aproxima, Harry siempre está conectado con esas dos fuerzas que se oponen.

Las casas de Hogwarts (Símbolos)

Las cuatro casas de Hogwarts simbolizan determinadas cualidades que sus miembros poseen y privilegian, y están asociadas, cada una, a un animal insignia.

En el caso de Gryffindor, su animal es el león, y sus colores son el rojo y el dorado. Estos elementos simbolizan la lealtad, el coraje y la valentía. En el caso de Slytherin, su animal es la serpiente, y sus colores son el verde y el plateado. Se simboliza así la ambición, la astucia y la pureza de sangre. El animal de la casa Hufflepuff, por su parte, es el tejón, y sus colores son el amarillo y el negro; simbolizan la honestidad y el trabajo duro. Finalmente, el animal de Ravenclaw es el águila (aunque en algunas versiones aparece como un cuervo) y sus colores son el azul y el bronce. Estos elementos simbolizan la sabiduría, la inteligencia y la excelencia.

El unicornio (símbolo)

Esta criatura mágica simboliza la pureza y la bondad para el mundo mágico. Por eso, cualquier persona que le haga daño a un unicornio para beneficiarse con las propiedades mágicas de su sangre sufrirá una maldición que lo hará vivir una media vida. En la novela, Voldemort, a través de Quirrel, asesina a los unicornios del Bosque Prohibido para beber su sangre y mantenerse así con vida hasta poder robar la Piedra Filosofal.