Resumen:
Harry y Ron pasan la Navidad en Hogwarts. Aunque Malfoy se burla de Harry por quedarse en el colegio durante las vacaciones, para Harry en realidad es lo mejor que puede pasarle. Hermione regresa a su casa, pero obliga a Ron y a Harry a que le dediquen tiempo a la investigación sobre Nicolas Flamel antes de que las vacaciones comiencen. A pesar de sus esfuerzos, ninguno de los tres chicos ha podido encontrar nada a cerca de Flamel, y Hermione los insta a que continúen la búsqueda mientras ella no está en el castillo.
Harry y Ron se pasan la mayor parte de sus vacaciones descansando en la sala común de Gryffindor, asando malvaviscos en el fuego del hogar y jugando al ajedrez mágico. El día de Navidad, Harry se sorprende al encontrar una pequeña pila de regalos a los pies de su cama. Además de los 50 peniques que le envían sus tíos, Harry recibe una caja de caramelos de chocolate y un chaleco tejido a mano de parte de la madre de Ron, una caja de ranas de chocolate de parte de Hermione, una flauta de madera de parte de Hagrid y una maravillosa capa de invisibilidad de un sujeto anónimo. El paquete está acompañado de una nota escueta en la que mencionan que la capa pertenecía a su padre.
Harry decide usar la capa de invisibilidad para entrar a la sección prohibida de la biblioteca durante la noche y buscar entre sus libros algo sobre Nicolas Flamel. Para su sorpresa, el primer libro que abre comienza a gritar y debe abandonarlo y salir corriendo de la biblioteca. Como Filch anda por los corredores, Harry se esconde en un salón abandonado. Dentro del salón, descubre un enorme espejo que está decorado y tiene una extraña inscripción: “Oesed lenoz aro cut edon isara cut se onotse” (p. 175). Harry se quedá paralizado al mirarse y verse rodeado de mucha gente que le sonríe y lo saluda. Una de las figuraas es una bella mujer con brillantes ojos verdes, y Harry comprende que es su madre.
Harry vuelve al dormitorio y, al día siguiente, le pide a Ron que lo acompañe a la sala del espejo. Cuando Ron se asoma, sin embargo, solo ve a Harry. Y cuando se para frente al espejo, se ve solo como capitán del equipo de Gryffindor. Ron se pregunta entonces si el espejo muestra el futuro, pero Harry sabe que no, puesto que ve a su familia muerta. Al día siguiente, Harry se pasa horas pensando en el espejo. Ron le dice que lo olvide, pero Harry está obsesionado y espera la noche para poder volver a ver a su familia.
Esa noche se precipita al salón y se apura tanto que no se da cuenta de que Dumbledore ya está en la habitación. El viejo mago le explica que el espejo de OESED (anagrama de DESEO, en algunas traducciones llamado ERISED –DESIRE, "deseo" en inglés) muestra los deseos más profundos de quien se contempla en él. Sin embargo, no aporta ni conocimiento ni verdades, y Dumbledore le advierte que sus reflejos pueden ser adictivos y hacer que las personas pierdan la noción de la realidad. También le dice a Harry que el espejo será llevado a una nueva sala al día siguiente, y le pide que intente encontrarlo nuevamente.
Harry le hace caso a Dumbledore, pero no puede quitarse de la cabeza las imágenes que el espejo le ha mostrado, y esas noches comienza a tener pesadillas con sus padres. Cuando Hermione regresa de sus vacaciones, está muy sorprendida por las aventuras que los niños han tenido con la capa de invisibilidad, pero está también decepcionada de que no hayan descubierto nada sobre Nicolas Flamel.
Las prácticas de Quidditch se retoman al poco tiempo, y Harry se horroriza al enterarse de que Snape será el árbitro del próximo partido entre Gryffindor y Hufflepuff. Ron y Hermione lo instan a que no juegue, pero Harry no puede defraudar a su equipo.
Los tres amigos finalmente descubren el misterio de Nicolas Flamel por casualidad, al leer el texto de la figurita de Albus Dumbledore en una rana de chocolate. La descripción de la carta menciona a Nicolas Flamel como el compañero alquimista de Dumbledore, y Hermione usa uno de sus libros para encontrar una descripción más detallada. Flamel es el único mago que ha logrado crear la Piedra Filosofal, con la que se puede transformar el metal en oro y producir el elixir de la vida. Con este conocimiento, los amigos concluyen que Flamel debe haberle pedido a Dumbledore que proteja la Piedra Filosofal en Hogwarts.
A medida de que el partido se aproxima, los nervios de Harry aumentan. Si Gryffindor gana el partido, muy probablemente gane también el campeonato. Sin embargo, Harry está preocupado de que Snape sea el árbitro, especialmente porque no entiende cuál es la motivación de este profesor para tratar de robar la Piedra Filosofal. Las clases de pociones son casi insoportables, y Harry tiene la sensación de que Snape lo trata especialmente mal a causa de la inminencia del partido.
El día del juego, Harry se siente más confiado puesto que Dumbledore está en la tribuna. Sabe que Snape no se atrevería a hacer nada en la presencia de él. Harry atrapa la Snitch en los primeros cinco minutos de juego, otorgándole a su casa la victoria en tiempo récord. Despues del juego, Harry vuela hacia el bosque oscuro mientras se dirige a guardarla y llega a ver a Snape amenazando al Profesor Quirrel. Snape menciona la Piedra Filosofal y le advierte a Quirrel que no le conviene convertirse en su enemigo antes de volver al castillo. Harry piensa entonces que Snape está amenazando a Quirrel para que este lo ayude a sortear al perro de tres cabezas y robar la Piedra. Al regresar al castillo, les cuenta a Hermione y a Ron, y los tres temen que el Profesor de Defensa contra las Artes Oscuras no pueda oponerse a Snape por mucho tiempo.
Análisis:
Desde la lectura en clave heroica que se ha desarrollado en los capítulos anteriores, el capítulo 12 introduce otro elemento del arquetipo del héroe: la ayuda mágica. Así como Perseo recibe de Atenea su escudo y de Hermes las botas que le permiten volar y con aquellos objetos –entre otros –logra derrotar a las gorgonas en el mito griego, o como Beowulf mata a la madre de Grendel valiéndose de una espada mágica que tiene la fuerza de los gigantes, en Harry Potter y la piedra filosofal también existe esta estructura que se repite en los relatos tradicionales de todas las culturas y que, en los estudios culturales y mitodológicos se la clasifica dentro de los llamados mitemas. En narratología, la ayuda mágica también es considerada una función narrativa dentro de la tipología desarrollada por Vladimir Propp, lo que pone en evidencia que este esquema es muy común en los relatos más diversos, y la obra de Rowling no es una excepción.
El día de Navidad Harry se sorprende al ver que ha recibido regalos. Este es un gesto importantísimo para comprender el cambio radical que se ha obrado en la vida del protagonista: Harry ahora es una persona querida por su entorno y recibe el apoyo de personajes de diversas procedencias. Además de los regalos de sus amigos y de Hagrid, Harry recibe un paquete especial de un sujeto desconocido. Se trata de una capa de invisibilidad, un objeto muy inusual y codiciado en el mundo mágico. Junto a la capa recibe una nota:
Tu padre me dejó esto antes de morir.
Ya es tiempo de que te sea devuelto.
Úsalo bien.
Una muy feliz navidad para ti
(p. 170)
La nota no está firmada, y Harry no sabrá hasta el final del libro que es Dumbledore quien se la envía. Esta capa es la ayuda mágica que Harry necesita para enfrentarse a los desafíos que parecen acecharlo en Hogwarts. Con ella, Harry puede burlar la vigilancia de Filch y de otros profesores. La capa de invisibilidad es un objeto extremadamente preciado y útil que hará la diferencia en las capacidades de Harry a lo largo de toda la saga.
Hasta este momento de la novela, Dumbledore ha sido una figura al margen de los acontecimientos, casi una abstracción en la vida de Harry. Si bien su personaje es presentado en el capítulo 1, Harry no conoce hasta qué punto Dumbledore ha jugado un rol fundamental en su vida al entregarlo a los Dursley y protegerlo de la atención del mundo mágico hasta su llegada a Hogwarts. Tampoco tiene idea de que es Dumbledore quien le ha dado la capa de invisibilidad para Navidad. Desde la perspectiva de Harry, Dumbledore es poco más que la figurita que ha obtenido en una de las ranas de chocolate, más una idea que una persona real.
Con el descubrimiento que Harry hace del espejo de Oesed y la conversación con Dumbledore, todo esto cambia definitivamente. Dumbledore comienza a ocupar la figura de un padre para Harry. El viejo mago demuestra un genuino afecto por Harry y un claro interés por su vida y su desarrollo personal, más que el que demuestra por cualquier otro estudiante. También se hace cargo de enseñarle a Harry la valiosa lección del espejo de Oesed: el deseo no conlleva ni la sabiduría ni la verdad. La posición de Dumbledore como figura paterna se volverá cada vez más importante a lo largo de toda la saga, al igual que la lealtad de Harry hacia la casa de Gryffindor, sus amigos y su herencia mágica.
Gracias a la intervención de Dumbledore, Harry se salva de caer en la obsesión que el espejo había comenzado a causarle al mostrarle a su familia muerta. Al mismo tiempo, sin embargo, la visión del espejo revela en Harry elementos de su psicología que aún no habían sido notados. Como explica Dumbledore, el espejo de Oesed (deseo, deletreado a la inversa) revela los deseos más profundos de quien lo observa. Mientras Ron anhela con vehemencia superar a sus exitosos hermanos, el deseo de Harry es mucho más conmovedor: el anhelo de reunirse con la familia con la que nunca pudo crecer.
Hasta este momento, Harry no ha notado hasta qué punto el recuerdo de sus padres asesinados guía sus acciones. Las representaciones que tiene sobre Voldemort, su interés en la Piedra Filosofal, incluso su rechazo a la casa de Slytherin, todo está anclado en su deseo desesperado de conocer a sus padres. El espejo de Oesed le provee una visión rápida de su propia naturaleza y le revela este deseo profundo.
Como Dumbledore le recuerda, un vistazo es todo lo que Harry necesita para desarrollar y conectarse con este rasgo de su vida y su personalidad. Cualquier cosa más allá de un vistazo lo amenaza con atraparlo en una fijación con la muerte de sus padres y la familia que nunca tendrá. “Este espejo no nos dará conocimiento o verdad. Hay hombres que se han consumido ante esto, fascinados por lo que han visto; o se han enloquecido, al no saber si lo que muestra es real o aunque sea posible. (…) No es bueno dejarse arrastrar por los sueños y olvidarse de vivir, recuerda eso” (pp. 179-180). Dumbledore conoce la mente y el corazón humanos mejor que cualquier otro mago, y es consciente de lo que puede sucederle a Harry si se queda atrapado en su pasado.
En verdad, el Espejo de Oesed es otra de las pruebas que Harry debe superar y que lo preparan para el enfrentamiento final del libro. En este sentido, si bien aún no se explicita, comienza a formarse la idea de que Dumbledore está muy al tanto de todo lo que sucede en el colegio y tiene mucha información sobre Harry Potter que todavía no divulga. Como se sabrá en los libros siguientes, Dumbledore orquesta cada movimiento y cada jugada para preparar a Harry para que pueda enfrentarse a Voldemort.
Finalmente, es interesante notar cómo, a través de la interacción con Harry desencadenada por el Espejo de Oesed, Dumbledore se presenta como una figura que de algún modo reemplaza a la familia de Harry. La familia que muestra el espejo no puede existir para Harry, pero eso no implica que Harry no pueda crear una nueva familia. Ron, Hermione y sus otros amigos cercanos se van transformando paulatinamente en parte de esta familia y Dumbledore se presenta también como un posible candidato. Para Harry, la lección más importante de este episodio termina siendo la idea de que no debe concentrarse en el pasado sino en su futuro. A pesar de que Voldemort ha destruido la familia de sangre de Harry, esto no significa que él no vaya a poder hacer nuevos lazos con la fuerza suficiente como para fundar su nueva familia.
