Diario de la guerra del cerdo

Diario de la guerra del cerdo Guía de Estudio

Diario de la guerra del cerdo es la cuarta novela del escritor argentino Adolfo Bioy Casares.

Se publica en 1969, cuando Bioy tiene 55 años. La trama plantea una guerra generacional, de los jóvenes contra los cerdos, epíteto dado a los viejos. El foco está puesto en Isidoro Vidal y sus amigos, todos hombres que rondan los sesenta años. La historia se desarrolla en el barrio de Palermo, en Buenos Aires, pero no se dan datos concretos del año en que se ubica la ficción. Sin embargo, sobre el final de la novela, se da un indicio temporal, puesto que mientras el protagonista camina hacia avenida Las Heras, reflexiona acerca de que en ese lugar "se levantaba la Penitenciaría", en alusión clara a su inexistencia en ese momento. La misma, efectivamente, es demolida a principios de los años sesenta. Por otro lado, en 1969, año de publicación de la obra, la Argentina está gobernada por el régimen dictatorial encabezado por el general Juan Carlos Onganía, quien en 1966 derroca al presidente constitucional Arturo Umberto Illia. En ese entonces, el país asiste al desarrollo de organizaciones guerrilleras integradas en su mayoría por jóvenes de entre 20 y 30 años.

La novela está enfocada en el personaje de Isidoro Vidal, un hombre al límite de la vejez, que para algunos puede pasar por joven (al menos por el momento) y para otros por viejo, lo que lo pone en una situación errática que no lo excluye del peligro. Así, mientras que algunos le dicen que todavía es joven y que no tiene nada de qué preocuparse, en varias ocasiones debe huir de ataques juveniles y llega incluso a estar marcado para la muerte.

A medida que la novela avanza las medias tintas van quedando en el camino y las aguas se abren cada vez más, volviendo insostenible la cotidianidad de Vidal y sus amigos, los muchachos, los cuales no verán finalizar la guerra sin experimentar en el seno de su grupo la agresión y la muerte.

Lo que la crítica ha relevado mayoritariamente de esta novela es la reflexión que hace Bioy sobre la vejez (en un momento de su vida en que estaba ingresando inexorablemente en ella). Los viejos son presentados con crueldad, tanto que la publicación misma de Diario de la guerra del cerdo fracasa en Europa quizás justamente porque los lectores tienen la misma edad que los viejos de la novela, en la que pueden leerse frases como: “En la vejez todo es triste y ridículo: hasta el miedo de morir” (p. 69), “Todo viejo se convierte en bestia”, “No hay nada peor que la vejez” (pp. 177-178) y, tal vez la más demoledora, ”La enfermedad no es el enfermo” –pensó– “pero el viejo es la vejez y no tiene otra salida que la muerte” (p. 184).

En 1975 Leopoldo Torre Nilsson dirige la película La guerra del cerdo basada en la novela de Bioy Casares.