Ficciones

Ficciones Citas y Análisis

"Debo a la conjunción de un espejo y de una enciclopedia el descubrimiento de Uqbar. El espejo inquietaba el fondo de un corredor en una quinta de la calle Gaona, en Ramos Mejía; la enciclopedia falazmente se llama The Anglo-American Cyclopaedía (New York, 1917) y es una reimpresión literal, pero también morosa, de la Encyclopaedia Britannica de 1902. El hecho se produjo hará unos cinco años. Bioy Casares había cenado conmigo esa noche y nos demoró una vasta polémica sobre la ejecución de una novela en primera persona, cuyo narrador omitiera o desfigurara los hechos e incurriera en diversas contradicciones, que permitieran a unos pocos lectores -a muy pocos lectores- la adivinación de una realidad atroz o banal. Desde el fondo remoto del corredor, el espejo nos acechaba. Descubrimos (en la alta noche ese descubrimiento es inevitable) que los espejos tienen algo monstruoso. Entonces Bioy Casares recordó que uno de los heresiarcas de Uqbar había declarado que los espejos y la cópula son abominables, porque multiplican el número de los hombres".

Borges (narrador), "Tlön, Uqbar, Orbis Tertius", pp. 13-14.

Esta cita remite al inicio del primer cuento de Ficciones y ya su estructura adelanta al lector procedimientos que serán comunes a muchos de los relatos. Borges comienza su cuento refiriéndose a una situación cotidiana, a personajes de la cultura argentina y a obras conocidas de la cultura letrada, como la Encyclopaedia Britannica, y, a partir de esas referencias, introduce un argumento fantástico que se entremezcla con lo cotidiano y puede producir cierta confusión en el lector, que no discierne los límites entre el relato anecdótico y la ficción fantástica.

Por otro lado, la cita incluye uno de los grandes motivos de la literatura borgeana: los espejos. La capacidad de "multiplicar el mundo" ha sido para Borges motivo de admiración y de temor. El espejo abre el relato a reflexiones filosóficas y metafísicas. Borges cuestiona el estatuto de lo real y lo material, y propone a la literatura como un espejo que deforma a la vez que refleja, construye y multiplica las posibilidades del mundo físico.

"El propósito que lo guiaba no era imposible, aunque sí sobrenatural. Quería soñar un hombre: quería soñarlo con integridad minuciosa e imponerlo a la realidad. Ese proyecto mágico había agotado el espacio entero de su alma; si alguien le hubiera preguntado su propio nombre o cualquier rasgo de su vida anterior, no habría acertado a responder".

Narrador, "Las ruinas circulares", pp. 57-58.

En estas frases queda resumido el argumento de "Las ruinas circulares", uno de los cuentos de este libro más aclamados por los lectores. El mago del cuento desea crear a un hombre a partir de sus pensamientos. La ironía del relato se revela cuando, al final, nos damos cuenta de que el mismo mago que ha creado a su hijo es, él también, el sueño de alguien más. Así, el lector entra vertiginosamente en un círculo que es, a la vez, un laberinto: imposible encontrar el inicio y el fin de esa genealogía de hombres nacidos de los sueños de otros hombres. La idea del círculo en el título del relato nos adelanta este desenlace que es, a la vez, una reflexión sobre la eternidad y un cuestionamiento de la realidad física del mundo.

"(...) imaginemos un primer sorteo, que dicta la muerte de un hombre. Para su cumplimiento se procede a otro sorteo, que propone (digamos) nueve ejecutores posibles. De esos ejecutores, cuatro pueden iniciar un tercer sorteo que dirá el nombre del verdugo, dos pueden reemplazar la orden adversa por una orden feliz (el encuentro de un tesoro, digamos), otro exacerbará la muerte (es decir la hará infame o la enriquecerá de torturas), otros pueden negase a cumplirla... tal es el esquema simbólico".

Narrador, "La lotería en Babilonia", pp. 73-74.

Este fragmento explica cómo funciona el sistema de azares que Borges postula para "La Lotería en Babilonia". El cuento propone una ficción utópica donde el sistema de gobierno de una nación se rige por el azar. Estas imágenes de caos y aleatoriedad pueden leerse como una crítica a la sobreburocratización de algunas sociedades democráticas.

"El universo (que otros llaman la Biblioteca) se compone de un número indefinido, y tal vez infinito, de galerías hexagonales, con vastos pozos de ventilación en el medio, cercados por barandas bajísimas".

Narrador, "La biblioteca de Babel", p. 86.

La cita corresponde al inicio de "La biblioteca de Babel" y propone la metáfora del universo como una infinita biblioteca. Esta idea atraviesa toda la obra de Borges y se transforma en una de sus marcas principales. Como es sabido, Borges profesa un amor profundo por las bibliotecas (no solo trabajó toda su vida en ellas sino que, a partir de 1955, fue director de la Biblioteca Nacional), y para él estas son la manifestación de la felicidad. En el conocido “Poema de los dones” (por citar uno de los tantos ejemplos), ilustra este amor en su famoso verso: “yo, que me figuraba el Paraíso/ bajo la especie de una biblioteca” (El Hacedor, p. 222).

"En esa perplejidad, me remitieron de Oxford el manuscrito que usted ha examinado. Me detuve, como es natural, en la frase: Dejo a los varios porvenires (no a todos) mi jardín de senderos que se bifurcan. Casi en el acto comprendí; el jardín de senderos que se bifurcan era la novela caótica; la frase varios porvenires (no a todos) me sugirió la imagen de la bifurcación en el tiempo, no en el espacio. La relectura general me confirmó esa teoría. En todas las ficciones, cada vez que un hombre se enfrenta con diversas alternativas, opta por una y elimina las otras; en la del casi inextricable Ts'ui Pên, opta -simultaneamente -por todas".

Stephen Albert, "El jardín de los senderos que se bifurcan", pp. 112-113

Esta cita hace referencia al concepto nuclear del cuento "El jardín de los senderos que se bifurcan": se trata de una postulación metafísica sobre el tiempo. Borges piensa en la posibilidad de infinitos senderos temporales que se ramifican a partir de un momento puntual. Esa idea se transforma en un cuento que juega con las líneas temporales sobre un hecho menor de la Primera Guerra Mundial: una ofensiva retrasada de las tropas británicas sobre las alemanas en Montauban. En una línea temporal, la primera mencionada, es una tormenta lo que causa el retraso; en otra línea, la que se percibe al final del cuento, ese retraso fue causado por el bombardeo alemán a una base de artillería británica.

"Había aprendido sin esfuerzo el inglés, el francés, el portugués, el latín. Sospecho, sin embargo, que no era muy capaz de pensar. Pensar es olvidar diferencias, es generalizar, abstraer. En el abarrotado mundo de Funes no había sino detalles, casi inmediatos".

Borges (narrador), "Funes el memorioso", p. 135.

Esta cita explica la condición de Funes: el muchacho es capaz de recordar absolutamente todo con un lujo de detalles increíble. Sin embargo, Borges se aventura a pensar que esa memoria prodigiosa elimina el pensamiento, puesto que este necesita del olvido para poder constituirse en lo abstracto. Sin saberlo, Con esas ideas Borges se adelanta al estudio que las neurociencias hacen en la actualidad sobre los mecanismos de la memoria, el olvido y el pensamiento.

"Lo que hace un hombre es como si lo hicieran todos los hombres. Por eso no es injusto que una desobediencia en un jardín contamine al género humano; por eso no es injusto que la crucifixión de un solo judío baste para salvarlo. Acaso Schopenhauer tenia razón: yo soy los otros, cualquier hombre es todos los hombres, Shakespeare es de algún modo el miserable John Vincent Moon".

John Vincent Moon, "La forma de la espada", pp. 142-143.

En esta cita se presenta una reflexión filosófica sobre la humanidad. Borges sigue a Schopenhauer, entre otros, al hablar del género humano como de una sola identidad repartida en múltiples sujetos. La idea también se relaciona al platonismo y la noción de arquetipos: el arquetipo humano contempla todas las posibilidades que un hombre puede concretar luego a lo largo de su vida. En este sentido, Vincent Moon, el traidor, se equipara a Judas y a cualquier otro hombre, puesto que todos tienen la potencia de encarnar esa traición en sus vidas.

"Un año entero había solicitado a Dios para terminar su labor: un año le otorgaba su ominpotencia. Dios operaba para él un milagro secreto: lo mataría el plomo germánico, en la hora determinada, pero en su mente un año transcurriría entre la orden y la ejecución de la orden. De la perplejidad pasó al estupor, del estupor a la resignación, de la resignación a la súbita gratitud".

Narrador, "El milagro secreto", p. 182.

Este pasaje ilustra el momento en que Hladík, protagonista de "El milagro secreto", comprende que Dios le ha concedido el año que solicitó para poder finalizar su obra de teatro. Irónicamente, ese año solo transcurre en la mente de Hladík, en el momento en que los soldados alemanes lo van a fusilar. Cuando el escritor termina su obra, el tiempo recupera su curso y la descarga de los fusiles acaba con la vida de Hladík.

"De pronto se miraron, se detuvieron y el forastero se quitó las espuelas. Ya estaban con el poncho en el antebrazo, cuando el negro dijo: —Una cosa quiero pedirle antes que nos trabemos. Que en este encuentro ponga todo su coraje y toda su maña, como en aquel otro de hace siete años, cuando mató a mi hermano. Acaso por primera vez en su diálogo, Martín Fierro oyó el odio. Su sangre lo sintió como un acicate. Se entreveraron y el acero filoso rayó y marcó la cara del negro".

Narrador, "El fin", p. 197.

En esta cita, que hace referencia al enfrentamiento de Martín Fierro contra el negro (hermano del moreno que ha matado Fierro en la obra de José Hernández), se relaciona la idea del destino con la del ajuste de cuentas, pensando a este último como el móvil que exacerba las pasiones de los personajes y los inclina, finalmente, a cumplir con su destino. El tema del destino está presente y da cuerpo a "El fin". Fierro llega a esa pulpería y se enfrenta al negro porque intuye que su destino es pagar las culpas de su vida, y el único modo que tiene de hacerlo es morir a manos de aquel hombre que busca vengarse de él.

"... no esperó que bajara el ascensor y subió con apuro las escaleras, algo en la oscuridad le rozó la frente, ¿un murciélago, un pájaro? En la cara de la mujer que le abrió la puerta vio grabado el horror, y la mano que se pasó por la frente salió roja de sangre. La arista de un batiente recién pintado que alguien se olvidó de cerrar le habría hecho esa herida".

Narrador, "El Sur", p. 206.

Esta cita del cuento "El Sur" esconde una referencia a la propia vida de Borges, quien, en 1939, se golpeó la cabeza contra una ventana y casi muere a causa de una septicemia (la infección de la herida pasó a la sangre y se generalizó a todo el cuerpo). Este hecho no es menor en la vida del escritor, puesto que aceleró su pérdida de visión y marcó el giro de Borges hacia el relato fantástico. Este relato, a su vez, revisita el accidente y las pesadillas en las que el escritor vivió durante meses de convalecencia. Todo el viaje al sur que hace Dahlmann pone de manifiesto una tensión familiar en Borges: la mezcla de sangre criolla y europea, que lo inclina al mismo tiempo hacia una cultura eurocéntrica y al criollismo argentino.