Los juegos del hambre

Los juegos del hambre Resumen y Análisis Segunda parte: Los Juegos, Capítulos XV-XVIII

Resumen

Capítulo XV

Las picaduras de rastrevíspula le generan a Katniss intensas pesadillas en las que enfrenta todos sus peores temores. Concretamente, alucina con que aquellos a quienes quiere proteger son castigados. Finalmente, se despierta y descubre que está dentro de un agujero poco profundo; cree que ha dormido al menos un día completo o dos. Mientras intenta aliviar su lengua reseca, piensa en Gale y se pregunta por qué Peeta la habrá salvado. Por primera vez, se da cuenta de lo diferentes que son realmente los dos chicos. Su único placer en este punto es que ahora cuenta con un arco.

Katniss está en mal estado: ha perdido peso, tiene quemaduras y heridas, pero el objetivo más importante es hidratarse. Se mueve lentamente por el bosque, mata a un conejo y finalmente encuentra un arroyo. Come un poco de la comida en su mochila y continúa moviéndose, por primera vez cuesta arriba. Por la tarde, corre el riesgo de hacer fuego para cocinar un pájaro al que disparó, pero mientras lo prepara escucha una rama partirse y reconoce a Rue, escondiéndose cerca. La llama y le ofrece formar una alianza, oferta que Rue acepta rápidamente.

Rue, tributo del Distrito 11, el distrito agricultor, sabe cómo curar las picaduras de Katniss. Encuentra algunas hojas específicas, las mastica y las coloca sobre las heridas. Le proporcionan a Katniss un gran alivio. A cambio, ella usa su pomada en la quemadura de Rue. Comparten su comida para una cena, y aunque Katniss se da cuenta de lo tonto que es formar una alianza con alguien que finalmente tendrá que matar, está contenta de tener una amiga. Mientras charlan, Rue le explica cómo en el Distrito 11: cultivan para todo Panem pero no tienen permitido comer los frutos de su trabajo. Katniss se pregunta si la transmisión televisiva está bloqueando su conversación para no revelar a ningún distrito cómo funcionan los otros.

Pasan un tiempo comparando sus respectivos suministros, y Rue le explica que las gafas de sol de la mochila de Katniss, a quien le resultaba extraño usarlas, son en realidad gafas de visión nocturna. Como Katniss estaba dormida durante el anuncio de bajas de la noche anterior, Rue le informa que quedan diez tributos. Además, ella ha estado espiando el campamento de los profesionales y tiene algo de información: acamparon junto al lago y la Cornucopia, y están vivendo de sus suministros. Además, Peeta ya no está con ellos.

Cuando llega la noche, Katniss ofrece compartir su saco de dormir con Rue, una oferta que la pequeña acepta con gusto. Pero antes de irse a dormir, Katniss se da cuenta de que tal vez los profesionales no estarán tan bien sin sus suministros y reconoce, por primera vez, que tal vez su mejor defensa sería una agresiva ofensa.

Capítulo XVI

Katniss razona que su pobreza podría funcionar a su favor, ya que le ha enseñado a sobrevivir sin recursos, mientras que los profesionales carecen de habilidades de caza y, por lo tanto, dependen de la Cornucopia. Comienza a pensar en cómo destruir su comida mientras se queda dormida. A la mañana siguiente, Katniss se despierta con el disparo del cañón, que significa una nueva muerte.

Después de un desayuno de huevos recolectados por Rue, restos de conejo y bayas, Katniss la interroga para obtener más detalles sobre el campamento de los profesionales. Rue le dice que han estado cazando durante el día, dejando a un chico del Distrito 3 para vigilar los suministros. Esto confunde a Katniss, ya que el chico en cuestión no es muy grande. Katniss intuye que hay un elemento incierto sobre la situación, lo que la deja insegura de cómo podría destruir los suministros.

Katniss y Rue juntan bayas y verduras juntas, y Katniss aprende más sobre su nueva aliada. En el Distrito 11, la búsqueda de alimento es mucho más difícil que en el Distrito 12, principalmente porque los agentes de la paz allí son más agresivos. El gran placer de Rue es la música, y ella cuenta cómo, durante la cosecha, se trepa a los árboles para ver la bandera que anuncia la hora de dejar de trabajar. Cuando la ve, tararea una melodía que los sinsajos (el Distrito 11 tiene bastantes) luego repiten a través de los campos para que todos los recolectores sepan que pueden dejar de trabajar por el día. Al darse cuenta de cuánto Rue valora los sinsajos, Katniss le ofrece el broche de oro, pero Rue insiste en que Katniss se lo quede.

Después del almuerzo, las chicas diseñan un plan. Montarán tres fogatas, que Rue luego encenderá a intervalos para distraer a los profesionales y para que Katniss, así, pueda destruir sus suministros. Como medio de comunicación, Rue le enseña a Katniss su silbido para la cosecha y acuerdan enviar el mensaje a través de los sinsajos en caso de que cualquiera de las dos se retrase en su camino al punto de encuentro. Antes de separarse, Rue abraza a Katniss, una acción emotiva que le recuerda a Prim.

Mientras Katniss se dirige hacia el campamento de los profesionales, se pregunta si Peeta fue atacado por ayudarla, o si todo fue solo una alucinación. Llega a un lugar indicado por Rue que le permite evaluar la situación sin ser vista. Junto con Cato y otros dos está el niño pequeño. Están acampando alrededor de la Cornucopia, que ha sido drenada de suministros. Estos ahora se encuentran cubiertos por una red a una buena distancia de la Cornucopia. Katniss está confundida y se pregunta qué no está viendo cuando ve que Cato señala el bosque. Rue ha encendido el primer fuego.

Comienzan a discutir en voz alta, y Katniss escucha una pregunta sobre "el chico amoroso". Cato indica que no es motivo de preocupación ("sé dónde le di el corte"), y dice que su objetivo principal es encontrar y matar a una chica. Katniss supone que se refiere a ella. Todos se van, incluido el guardia.

Katniss espera un rato, todavía preguntándose cómo avanzar. Considera lanzar flechas en llamas, pero probablemente fallaría, con lo que revelaría su posición y perdería una valiosa flecha. De repente, alguien sale corriendo del bosque: es la tributo a quien Katniss apodó "Comadreja". Ella muestra su astuta naturaleza cuando llega cerca de los suministros y extrañamente comienza a saltar cada vez más cerca de ellos. Llega hasta la pila, llena su mochila y luego escapa de la misma manera. Katniss luego lo descifra: el chico del Distrito 3, el distrito fabril, debe tener conocimientos de electrónica y los debe haber usado para reactivar las minas que inicialmente mantenían a los tributos en sus círculos de metal al comienzo del Juego. Esto explica por qué los profesionales valorarían a un niño tan pequeño y por qué estarían dispuestos a dejar los suministros a la intemperie.

Cuando ve el humo del segundo incendio de Rue, todavía no sabe qué hacer. Luego identifica de un saco de manzanas de arpillera en la parte superior del montón, y diseña un plan. Invierte en él tres flechas, pero es capaz de abrir la bolsa, haciendo que las manzanas se deslicen por la pila y por todo el suelo, lo que provoca una seguidilla de explosiones que la lanza al aire.

Capítulo XVII

Katniss es lanzada con violencia contra el suelo y tiene que lidiar tanto con la explosión como con el humo. Sabe que escapar es crucial, pero carece de la compostura para hacerlo de inmediato. Además de su falta de aliento, su oído izquierdo está sangrando y no puede oír nada. Además, no quiere parecer débil frente al público. Su unica opción es gatear.

Dos explosiones tardías la retrasan, pero logra volver a los arbustos justo cuando Cato y su grupo regresan. Cato exhibe una ira arrogante mientras los demás intentan encontrar algún suministro rescatable del montón arruinado. No hay nada, lo que incita a Cato a romperle el cuello al niño del Distrito 3.

Katniss tiene que pasar el día en los arbustos, y por la noche todos ven las imágenes posteriores al himno, que muestran a los profesionales que quien hizo explotar sus suministros no murió en la explosión. Encienden algunas antorchas, se ponen sus propias gafas de visión nocturna y se van en busca de la responsable, sin saber que ella los está observando. Un tiempo después, Katniss corre el riesgo de ir al lago a beber y limpiarse. Aunque sus gafas le dan visión nocturna, todavía no puede oír. Cuando se detiene a dormir, recuerda que dejó su saco de dormir con Rue y, por lo tanto, debe afrontar la fría noche.

A la mañana siguiente la despierta la risa de la Comadreja al examinar los restos. Ella se da cuenta de que los suministros destruidos significan una ventaja para los no profesionales. Katniss considera ofrecerle su alianza, pero se abstiene. Se da cuenta de que puede escuchar por su oído derecho, aunque el izquierdo todavía no funciona.

Un tiempo después, Katniss decide regresar siguiendo el arroyo. Mata algunos peces y gransos, y se quita las botas para no dejar rastro. Rue no está en el punto de encuentro, pero los sinsajos no emiten señales de alarma, por lo que Katniss todavía no se preocupa. Lo que más la inquieta es su hambre creciente, que la escasa comida no sacia.

Viendo que se hace tarde y Rue todavía no ha regresado, Katniss se dirige al lugar donde se suponía que estaría la tercera fogata, que Rue nunca encendió. Decide buscarla, suponiendo que estará en un árbol escondiéndose de alguna amenaza, y aprecia la obligación de estar activa. Finalmente, oye la melodía de Rue repetida a través de los sinsajos. Sigue el sonido hasta que este es eclipsado por el grito de Rue a través de los árboles, lo que lleva a Katniss a correr hacia un claro donde la encuentra, enredada en una red. Ella grita el nombre de Katniss justo antes de que una lanza le perfore el cuerpo.

Capítulo XVIII

El asesino de Rue es el chico del Distrito 1, a quien Katniss mata inmediatamente con una flecha. Corre hacia Rue y se da cuenta de que la herida de la niña es demasiado severa como para ser curada. Mientras agoniza, le pide a Katniss que le cante, algo que Katniss no ha hecho desde que murió su padre. Pero la conexión que ha hecho entre Rue y Prim la está afectando, y ella canta conmovedoramente una canción que los sinsajos repiten en todo el bosque.

Katniss está llena de rabia contra el Capitolio por facilitar tanta crueldad, y piensa en lo que Peeta le dijo en el tejado, que esperaba morir de tal manera que el Capitolio sepa que no les pertene. Como una pequeña rebelión, Katniss decora el cuerpo de Rue con flores, un funeral que es antitético a la sanguinaria razón de ser de los Juegos, aunque sabe que nunca permitirán que ese detalle se transmita por televisión. Se toca tres dedos con los labios y levanta el brazo hacia el cuerpo de Rue mientras es retirado, usando un saludo tradicional del Distrito 12.

Después de esa emotiva despedida a Rue, deja el claro, llena de odio. Cuando está a punto de acampar en un árbol, baja otro regalo patrocinado. Es una barra de pan, el tipo de pan cultivado específicamente en el Distrito 11. Se da cuenta de que es un gesto de agradecimiento del distrito de Rue, particularmente conmovedor porque los regalos son extremadamente caros, y ese distrito es pobre.

Comprometida con una nueva estrategia de caza agresiva, Katniss primero obtiene comida. Se arriesga a hacer un fuego, en parte esperando que atraiga a Cato, pero no se sorprende de que no lo haga. Se pregunta si tal vez piensan que Thresh, que también era del Distrito 11, fue quien vengó la muerte de Rue y no ella. Por primera vez, Katniss comienza a creer que puede ganar los Juegos, no solo porque el campo de juego se ha nivelado, sino porque está avivada por el deseo de venganza. Es solo en este momento que Katniss se da cuenta de que ha cometido su primer asesinato.

Esa noche, en lugar del himno, se tocan una serie de trompetas. Tradicionalmente, indican un mensaje para los tributos, generalmente una invitación a un "banquete" destinado a reunir tributos hambrientos e incentivar un baño de sangre para entretener a la gente en casa. Pero el anuncio, pronunciado por Claudius Templesmith, no es una invitación a un banquete sino un cambio en las reglas: por primera vez en la historia de los Juegos, los dos tributos de un mismo distrito pueden ganar juntos. Katniss no tiene que matar a Peeta. Instintivamente, grita su nombre.

Análisis

La amabilidad de Peeta desafía una vez más el estoicismo de Katniss. Ella se dice a sí misma que está comprometida con la realidad asesina de los Juegos, pero cada vez es menos capaz de ocultar la realidad a su lector. Continúa recordándose a sí misma que tendrá que matar a Rue en algún momento, pero está bastante claro que no lo haría, ya que su conexión con ella es tan emocional como estratégica.

De hecho, su dedicación estoica se pone a prueba poco después de aliarse con la pequeña. Considera para sí la ventaja táctica de la alianza, incluso cuando está muy claro que está desesperada por una amiga, y la chica a la que asocia con Prim es una compañera perfecta. Como Prim era vista como una personificación de la inocencia infantil de Katniss en los primeros capítulos, su inmediata adopción de Rue como aliada ilustra su viaje hacia la formación de su identidad como una chica atravesada por elecciones morales individuales, y no solo por la supervivencia. También es de tener en cuenta que los nombres ingeniosos continúan con "Rue", que remite a lo que en español se conoce como "ruda". Esta planta se asocia en la poesía a la tristeza, el arrepentimiento y la gracia. Además, la ruda es un repelente natural de insectos.

Sin embargo, Katniss no se da cuenta de su conexión emocional con Rue hasta que la joven muere. Su cantar es genuino, no forzado por su conciencia de la audiencia, y sus decoraciones florales exhiben tanto el entendimiento de su identidad como su floreciente rebelión. En términos del tema revolucionario, Katniss considera que las flores son un acto de rebelión individual contra el Capitolio. Solo puede perjudicar sus posibilidades en el estadio, pero reafirma que no está siendo controlada por nadie, comprendiendo efectivamente el significado de la confesión de Peeta en el tejado. Además, este episodio ilustra la aceptación de Katniss de su identidad: es una chica que valora la dignidad de los demás, y no solo una competidora dispuesta a acatar las reglas del Capitolio para sobrevivir. Como sucedió antes, es recompensada por su desinterés con un regalo, esta vez del Distrito 11. Otro episodio que ilustra su creciente sistema de valores es cuando ve a Cato romperle el cuello al chico ingeniero: al enfrentar la brutalidad de forma tan directa, está aprendiendo en qué no se dejará convertir.

La imagen del sinsajo también se desarrolla en estos capítulos: es un pájaro que reproduce música (un símbolo de emoción para Katniss, quien lo relaciona con su padre), produciendo belleza al trabajar en conjunto con sus pares. La forma en que representa la aceptación de Katniss de la comunidad continuará resonando.

Después de la muerte de Rue, el odio de Katniss por el Capitolio aumenta y se convierte en un antagonista más nítido. Sin embargo, continúa siguiéndole el juego al espectáculo a través de estos capítulos, preocupándose por no mostrar el verdadero alcance de su dolor físico después de la explosión del campo de minas, consciente de la audiencia. A pesar de todo su crecimiento, todavía tiene un instinto de supervivencia que la mantiene endurecida ante el sufrimiento en el estadio. Pero esta determinación estoica se tambalea cuando se entera de que puede aliarse con Peeta, e inmediatamente se deshace en un grito por él.