Las uvas de la ira

Las uvas de la ira Resumen y Análisis Capítulos XVIII-XXI

Capítulo XVIII

Resumen

Cuando los Joad llegan a Arizona, un guardia fronterizo los detiene y casi los hace regresar, pero finalmente los deja continuar. Más tarde, llegan al desierto de California. El terreno aquí es estéril y desolado. Mientras se lavan durante una parada, los Joad se encuentran con trabajadores migrantes que quieren regresar; durante este encuentro, se informa a los Joad que los californianos odian a los trabajadores migrantes. Gran parte de la tierra es propiedad de la Compañía de Tierras y Ganado, que deja buena parte de la tierra sin trabajar. Los sheriffs presionan a los trabajadores migrantes y los llaman burlonamente "okies".

Noah le dice a Tom que dejará a todos porque no se preocupan por él. Aunque Tom protesta, Noah se marcha. La abuela sigue enferma, delirando. Ella cree que ve al abuelo. Una mujer testigo de Jehová visita la tienda de los Joad para ayudar a la abuela y le dice a Madre que la señora morirá pronto. La mujer también quiere organizar una reunión de oración, pero Madre le ordena que no lo haga. Sin embargo, pronto Madre Joad puede escuchar cánticos distantes, que, luego, se convierten en llanto. Finalmente, la abuela Joad se duerme.

Los sheriffs llegan a la tienda y le dicen a Madre que los Joad no pueden quedarse, y que las autoridades no quieren a ningún okie cerca. Tom regresa a la tienda después de que la policía se va y se alegra de no haber estado allí; admite que habría golpeado al sheriff. Luego le cuenta a Madre sobre Noah. Los Wilson deciden quedarse incluso si esto supone que los arresten, ya que Sairy está enferma y necesita más tiempo para recuperarse. Sairy le pide a Casy que ore por ella. Los Joad siguen adelante y, en una parada, un niño comenta que los okies tienen un aspecto duro y son menos que humanos. El tío John, que teme que traiga mala suerte, habla con Casy sobre esta creencia. Una vez más, los Joad son detenidos para una inspección, pero Madre Joad insiste en que la familia debe continuar porque la abuela necesita atención médica. A la mañana siguiente, cuando los Joad llegan a los naranjales, Madre le dice al resto de su familia que la abuela ha muerto. Es más: ella ya había muerto antes de que los detuvieran para inspeccionarlos.

Análisis

La llegada a California es, en el mejor de los casos, incómoda. Los Joad cruzan la frontera solo para entrar en el duro desierto de California. Todavía deben viajar más lejos para llegar a los naranjales. Hay más pruebas de que California no ofrecerá una solución genuina a los problemas de los Joad. Los trabajadores inmigrantes son detestados y no hay manera de evitar las difíciles condiciones creadas por los intereses corporativos. Los propietarios ricos se caracterizan por ser paranoicos, vengativos y cobardes. Ellos tienen riquezas, pero sufren de soledad y miedo. De esta manera, viven una vida más miserable que los pobres.

La familia Joad pierde a otro miembro una vez que llega a California, cuando Noah decide irse. Sin embargo, esta pérdida es voluntaria, ya que Noah, el hermano frecuentemente ignorado de Tom, simplemente decide que se quedará cerca de un río y se mantendrá pescando. Esta pérdida enfatiza la sensación de desesperanza que se ha instalado. Noah, como Muley Graves, decide abandonar la sociedad en lugar de ser aplastado por ella.

Aunque la abuela parece estar al borde de la muerte al comienzo de este capítulo, se recupera temporalmente. Una vez más, Madre se hace cargo y ordena a los testigos de Jehová que dejen en paz a su familia. Incluso se enfrenta a los sheriffs que la amenazan, intimidándolos de manera efectiva. Los sheriffs son la primera gran manifestación del desprecio hacia los okies que se mencionó anteriormente en el capítulo. El odio a los okies se hace aún más explícito por el chico de la gasolinera, quien comenta que los okies son menos que humanos.

Los diversos miembros de la familia Joad se vuelven más tensos e irritables a medida que avanza el viaje. Rose of Sharon y Connie comienzan a sentir una sensación de claustrofobia, molestos por la falta de privacidad, mientras que el tío John se preocupa irracionalmente de que él pueda ser la causa de los problemas de la familia. El tío John, como Sairy Wilson, desea utilizar a Casy como predicador, una designación que Casy detesta, pero que, sin embargo, acepta. Las protestas de Casy de que no es un predicador y que no cree en Dios parecen excesivas. Se niega a ser llamado predicador porque tiene dudas, y otros se acercan a él esperando que, como antiguo predicador, sea una fuente de certeza.

Sin duda, el evento más dramático en este capítulo es la muerte de la abuela Joad. Este hecho es significativo porque demuestra cuánto puede soportar Madre Joad y también cuán implacable puede ser: las circunstancias la obligan a confrontar e intimidar a varios policías y a ocultar la muerte de la abuela al resto de la familia.

Capítulo XIX

Resumen

California una vez perteneció a México, y su tierra, a los mexicanos. Pero una horda de estadounidenses harapientos y febriles llegó y se apoderó de la tierra. A medida que los estadounidenses obtuvieron el control, la agricultura se convirtió en una industria sistemática. Los estadounidenses importaron trabajadores chinos, japoneses, mexicanos y filipinos, quienes servían esencialmente como esclavos. Los dueños de las fincas dejaron de ser agricultores y se convirtieron en empresarios; odiaban a los okies porque no podían beneficiarse de este conjunto de recién llegados. Otros trabajadores odiaban a los okies porque hacían bajar los salarios. Mientras que los californianos nativos aspiraban al éxito social y al lujo, los bárbaros okies solo querían tierra y comida. Hoovervilles (asentamientos ilegales construidos por los migrantes durante la Gran Depresión) surgieron en las afueras de las ciudades de todo el estado. Y el disgusto por los okies tomó otras formas: los sheriffs reaccionaron exageradamente contra ellos, estimulados por una historia que contaba que un okie de once años le había disparado a un sheriff.

En el marco de toda esta historia de tensión con los okies, los grandes propietarios los consideran una amenaza, ya que se dan cuenta de que cuando la propiedad se acumula en muy pocas manos, estos okies son capaces de quitárselas; y que cuando estos trabajadores migrantes tienen hambre y frío, tarde o temprano tomarán por la fuerza lo que necesitan.

Análisis

Steinbeck rastrea lo que él ve como la lamentable historia de California, plagada de indignidad y opresión. Los estadounidenses tomaron la tierra de los mexicanos, sometieron a los trabajadores asiáticos a un tipo esclavitud más moderna y, finalmente, condenaron a los okies a construir barrios marginales. Sin embargo, Steinbeck predice que la conclusión de esta historia será el derrocamiento de la clase capitalista propietaria. Hasta cierto punto, se basa en las predicciones marxista-leninistas de que será el propio éxito del imperialismo capitalista lo que sentenciará su desaparición. Eventualmente, la acumulación de riqueza en muy pocas manos privará a la población a tal grado que la gente no tendrá más remedio que rebelarse.

Asimismo, esta rebelión que Steinbeck propone como inevitable solo puede llevarse a cabo si entre los trabajadores se desarrolla ese sentido de comunidad que los estimule a unir sus fuerzas. Los okies tienen las mismas necesidades y los mismos problemas: perdieron sus tierras, desean trabajar y son discriminados por los californianos y explotados por los terratenientes. Estas circunstancias brindan el contexto para que se identifiquen los unos con los otros y se levanten todos juntos contra las injusticias que sufren sistemáticamente.

Capítulo XX

Resumen

Los Joad llevan a la abuela a la oficina del forense de Bakersfield, pero descubren que no pueden pagar un funeral para ella. Van a un campamento a pedir trabajo y le preguntan a un barbudo si es dueño del campamento y si pueden quedarse; este hombre les responde con la misma pregunta. Un hombre más joven les dice que al viejo barbudo y loco lo llaman "el alcalde". Según este hombre más joven, al parecer, la policía ha hostigado tanto al alcalde que lo han convertido en un simple loco. La policía no quiere que los okies se establezcan, porque entonces podrían organizarse e, incluso, votar. El hombre más joven les cuenta a los Joad sobre el fraude de los volantes, confirmando las sospechas anteriores, y Tom sugiere que todos se organicen para poder garantizar salarios más altos. Al escuchar esto, el joven advierte a Tom sobre la lista negra. Si Tom es etiquetado como agitador, no podrá conseguir trabajo. Tom habla con Casy, quien recientemente ha estado bastante callado. Casy dice que el pueblo sin organización es como un ejército sin arneses. En última instancia, Casy dice que no está ayudando a la familia Joad y que debería irse solo. Tom intenta convencerlo de que se quede, al menos hasta el día siguiente, y Casy cede. Sin embargo, hay otros síntomas de descontento: Connie lamenta su decisión de haber ido con los Joad. Dice que si se hubiera quedado en Oklahoma, podría haber trabajado como conductor de tractores.

Cuando Madre está preparando la cena, un grupo de niños pequeños se acerca pidiendo comida. Los niños les cuentan a los Joad sobre Weedpatch, un campamento del gobierno que está cerca; un lugar donde la policía no puede hostigar a la gente y donde hay buena agua potable. Al anda buscando chicas y se jacta de cómo Tom mató a un hombre. Al también conoce a un hombre llamado Floyd Knowles, quien les dice a los Joad que no hay trabajo estable. Al lleva a Floyd con su familia, y Floyd dice que habrá trabajo en el norte, alrededor del Valle de Santa Clara. Asimismo, les dice a los Joad que se vayan en silencio, porque todos los demás los seguirán en busca del trabajo. Al quiere ir con Floyd pase lo que pase.

Un poco más tarde, un hombre con traje de negocios llega en un cupé Chevrolet. Él les cuenta a los migrantes sobre el trabajo recogiendo fruta en el condado de Tulare. Floyd le dice al hombre que muestre su licencia; esto (aparecer sin licencia) es uno de los trucos que usan los contratistas. Floyd luego señala otra de las tácticas sucias que está usando el contratista, como traer a un sheriff.

El sheriff obliga a Floyd a subir al automóvil y dice que la Junta de Salud podría querer cerrar el campamento. Sin embargo, Floyd golpea al sheriff y sale corriendo. Tom ayuda en la fuga haciendo tropezar al ayudante. El sheriff levanta su arma para dispararle a Floyd y dispara indiscriminadamente, dándole a una mujer en la mano. De repente, Casy patea al oficial en la nuca, dejándolo inconsciente. Casy le dice a Tom que se esconda, ya que el contratista lo vio hacer tropezar al agente. Más oficiales llegan a la escena y se llevan a Casy, quien tiene una leve sonrisa y una mirada de orgullo.

Tras esta escena de caos, la familia hace un balance de su situación. Rose of Sharon se pregunta dónde ha ido Connie. Ella no lo ha visto recientemente. El tío John, por su parte, admite que tiene cinco dólares, que quería gastar en bebida, pero le da a la familia los cinco a cambio de dos, que es suficiente dinero para él. Al le dice a Rose of Sharon que vio a Connie salir del área. Padre afirma que Connie era demasiado grande para su overol, pero Madre lo regaña y le dice que actúe con respeto, como si Connie estuviera muerto. Debido a que la policía va a quemar el campamento por la noche, los Joad se ven obligados a irse. Tom va a buscar al tío John, que se ha ido a emborrachar, y lo localiza cantando malhumorado junto a un río; afirma que quiere morir. Debido al difícil estado del tío John, Tom tiene que golpearlo para que vuelva con él. Juntos, los Joad abandonan el campamento y se dirigen al norte hacia el campamento del gobierno.

Análisis

La crueldad de la policía de California es prominente en este capítulo, comenzando con la presentación del alcalde. Este personaje ha sido sometido a continuas torturas por parte de la policía, proceso que lo ha vuelto loco. La razón de esta tortura es simple: es un intento de la policía de impedir que los trabajadores migrantes se establezcan en California. Si los migrantes se establecieran, podrían votar y ejercer el poder político. Si no tienen residencia permanente, no pueden organizarse y amenazar a las élites empresariales gobernantes. Sin embargo, a cualquiera que se oponga a los designios de las grandes empresas se le etiqueta automáticamente como agitador laboral y se le coloca en la lista negra, de modo que se le impide trabajar en cualquier lugar. La policía puede incluso asesinar a los trabajadores migrantes, porque estos no tienen nombre ni propiedad, y, por lo tanto, no tienen poder.

La familia pierde un miembro más cuando Connie Rivers abandona a su esposa embarazada. Se va por egoísmo; él cree que hubiera sido mejor quedarse en Oklahoma y que puede hacer una vida mejor lejos de los Joad. Lo que hace por interés propio equivale a traición para los Joad. Connie se revela arrogante en su creencia de que puede lograr un estilo de vida de clase media. Madre Joad, en cambio, sigue siendo el centro de autoridad, generoso y justo. Ella les regala algo de comida a los niños hambrientos, incluso cuando su familia debe administrar su propia comida con cuidado; también defiende a Connie, alegando que es inútil criticarlo por irse.

El comportamiento egoísta de Connie puede conectarse, de alguna manera, con las acciones del tío John. Él también se ha mantenido algo distante de la familia, guardándose cinco dólares para emborracharse. Sin embargo, a pesar de comportarse de manera egoísta, hace un sacrificio por el bien de los Joad, entregando más de la mitad de su dinero. A diferencia de las acciones de Connie, su comportamiento es estimulado por un fuerte sentimiento de culpa en lugar de una falta de preocupación por los demás.

No obstante, hay indicios de esperanza para la familia Joad. Los campamentos gubernamentales son un terreno seguro para ellos, ya que allí no pueden ser molestados ni intimidados por los policías, y pueden esperar algunas comodidades.

El repentino estallido de violencia no es realmente un evento inesperado, considerando los relatos anteriores de la crueldad de los sheriffs de California y la advertencia que recibimos en los primeros capítulos respecto de que Tom todavía es capaz de cometer actos violentos. Sin embargo, la pelea no es tan dramática como uno podría predecir: Tom hace poco más que hacer tropezar al ayudante, mientras que Casy lo deja inconsciente. Es el sheriff quien causa el verdadero caos, disparando sin darse cuenta a una mujer inocente. Así y todo, el resultado del evento es significativo para Jim Casy. Toma el lugar de Tom como chivo expiatorio del crimen, sacrificándose para salvarlo. Su papel en la novela como mártir espiritual se cumple.

Capítulo XXI

Resumen

La hostilidad que han enfrentado los trabajadores migrantes los ha cambiado. Ahora están unidos por ser el foco de la hostilidad policial, y esta unidad hace que los pequeños asentamientos (los Hoovervilles) sean más capaces de defenderse. Las tensiones mayores, sin embargo, no han desaparecido: hubo pánico cuando los migrantes se multiplicaron en las carreteras. Los residentes de California les temen, considerándolos sucios, degenerados, ignorantes y maníacos sexuales. Debido a que la cantidad de trabajadores migrantes ha provocado que los salarios bajen, los propietarios pueden recurrir a nuevas estrategias para aumentar aún más su ya generoso margen de ganancia: compran fábricas de conservas, donde mantienen bajo el precio de la fruta para expulsar a los pequeños agricultores y monopolizar el mercado. Así y todo, lo que estos propietarios no saben es que la línea entre el hambre y la ira es muy delgada.

Análisis

Este capítulo vuelve a los temas articulados anteriormente, explicando algunas de las tácticas que utilizan los grandes propietarios para obtener ganancias a expensas de los agricultores de clase trabajadora. Steinbeck también deja claro que el resultado de tales tácticas será un levantamiento de la clase obrera, producto de la pobreza y la opresión perpetuas. Lo que en algún momento fue un profundo sentimiento de desesperanza está mutando en ira simplemente porque los abusos del sistema capitalista ya están poniendo en riesgo lo más preciado que tienen los trabajadores: la vida.

Asimismo, es interesante observar cómo Steinbeck utiliza estos capítulos en los que no aparecen los Joad para poner de relieve el contexto histórico de la época y así imprimirle a la trama una fuerte dosis realista. ¿Y cuál es ese contexto? El de la Gran Depresión, el Dust Bowl y, fundamentalmente, el de un sistema capitalista insensible que, ante las necesidades de los trabajadores, lejos de buscar aliviarles su sufrimiento, se aprovecha de la desesperación de ellos para aumentar su margen de ganancia. En línea con lo expuesto más arriba, este abuso de poder de los terratenientes ricos está poniendo en riesgo la superviviencia de los trabajadores; por eso, el levantamiento de estos últimos, como lo plantea Steinbeck, es inevitable. En última instancia, ya no estarán luchando solo por obtener mejores condiciones de trabajo: estarán luchando por su propia subsistencia.