La importancia de llamarse Ernesto

La importancia de llamarse Ernesto Resumen

En Londres, Jack Worthing visita a su amigo Algernon, y le expresa su voluntad de casarse con Gwendolen, prima de este último. Algernon, quien conoce a Jack por el nombre de Ernest, le dice que, antes, debe explicarle quién es Cecily: aquella que firma una dedicatoria en su pitillera, llamándolo “Jack”. Jack le informa que se trata de su pupila, una joven de dieciocho años extremadamente bella, que vive con él en su casa de campo, y de la cual él es tutor. Le explica, también, que en la ciudad usa el nombre de “Ernest”, mientras que en el campo usa su verdadero nombre, “Jack”. También confiesa que inventó a un supuesto hermano, llamado Ernest, que vive en la ciudad y a quien utiliza como excusa para viajar a Londres cada tanto. Y que Cecily está fascinada con ese tal Ernest. Algernon le cuenta que esa práctica se llama bunburysmo: él mismo inventó a un supuesto amigo inválido, llamado Bunbury, a quien utiliza como excusa para viajar al campo y ausentarse de ciertos eventos en Londres. Jack dice que, si Gwendolen acepta casarse con él, él mismo matará a su hermano Ernest de inmediato.

Gwendolen se presenta en la casa junto a su madre, Lady Bracknell, tía de Algernon. Cuando Jack queda a solas con Gwendolen, le propone matrimonio. La muchacha acepta, confesando que siempre quiso enamorarse de un hombre llamado Ernest, y que compadece a las mujeres que se casen con hombres que tengan otros nombres, como “Jack”. Lady Bracknell, al enterarse del supuesto compromiso, realiza un cuestionario a Jack, quien acaba contando que no sabe quiénes son sus padres, porque fue encontrado, de bebé, envuelto en un bolso de mano, en el guardarropas de una estación de ferrocarril. Lady Bracknell sentencia que esa no es una base para una buena posición en la sociedad, y niega su consentimiento para el matrimonio. Gwendolen, a escondidas de su madre, pide la dirección de la casa de campo a Jack.

Algernon se presenta en la casa de campo de Jack, ante Cecily, haciéndose pasar por Ernest, el supuesto hermano de Jack. Allí propone casamiento a la muchacha, quien acepta porque siempre quiso enamorarse de un hombre llamado Ernest, y compadece a las mujeres que se casen con hombres con otros nombres, como “Algernon”. Poco después llega Jack, quien venía a anunciar la muerte de su hermano Ernest. Al encontrarse con Algernon y su treta, intenta echarlo, pero no lo logra. Tanto Jack como Algernon, por separado, coordinan con el cura Chasuble para que los bautice con el nombre de Ernest esa misma tarde.

Gwendolen llega a la casa de campo y, conversando con Cecily, se da cuenta de que están comprometidas con el mismo hombre, Ernest Worthing. Los hombres aparecen y deben revelar entonces sus verdaderos nombres. Las mujeres los perdonan pero se niegan a casarse con ellos debido a sus nombres de pila.

Aparece Lady Bracknell para buscar a Gwendolen y Algernon le informa que se casará con Cecily. Lady Bracknell se opone hasta que se entera de la fortuna de la muchacha. Jack dice que no dará su consentimiento salvo que Lady Bracknell consienta su matrimonio con Gwendolen. Lady Bracknell vuelve a negarse por el origen incierto del muchacho.

Cuando está por irse, Lady Bracknell se encuentra con Miss Prism -institutriz de Cecily-, y, desesperada, le pregunta dónde está el niño, hijo de su hermana, que casi treinta años atrás se llevó en un cochecito de su casa y desapareció. Miss Prism confiesa que lo perdió dentro de un bolso de mano, en el guardarropa de una estación de ferrocarril. Se termina develando que Jack es en verdad el hermano mayor de Algernon, y que su verdadero nombre es Ernest. Finalmente, ambos matrimonios pueden llevarse a cabo.