El árbol de la ciencia

El árbol de la ciencia Elementos Literarios

Genero

Novela.

Configuración y Contexto

La novela trascurre en España, entre fines de la década de 1880 y fines de la década de 1890.

Narrador y Punto de Vista

La novela presenta un narrador en tercera persona focalizado en el personaje de Andrés Hurtado.

Tono y Estado de Ánimo

Pesimista.

Protagonista y Antagonista

El protagonista de la novela es Andrés Hurtado. No hay un personaje concreto que sirva como antagonista, sino que lo absurdo de la vida y el no poder encontrarle una explicación válida es lo que moviliza la acción.

Conflicto Principal

El protagonista atraviesa una búsqueda constante por conocer y develar el sentido de la vida para calmar su angustia existencial.

Climax

El momento climático de la narración coincide con el desenlace de la novela: Lulú da a luz a su hijo, quien nace muerto. Tres días después, fallece ella. Al día siguiente, se suicida el protagonista.

Presagio

Algunos de los resultados de los eventos se anticipan antes de que sucedan. Por ejemplo, la derrota de la guerra librada contra Estados Unidos por Cuba. El tío del protagonista augura que, a diferencia de lo que dicen los diarios y el fervor popular, el resultado será desastroso para España. En efecto, es lo que efectivamente sucede.

Atenuación

N/A

Alusiones

La novela está llena de alusiones directas a las ideas de diferentes filósofos. Las lecturas predilectas del protagonista son las de Immanuel Kant y Arthur Schopenahuer, pero también aparecen mencionados Johann Gottlieb Fichte, Thomas Hobbes, Du Bois-Reymond, François Janet, Alfred Fouillée, Heródoto.
Además, hay alusiones a diversos médicos, físicos y científicos de distintas ramas, como Cesare Lombroso, Justus Liebig, Louis Pasteur, Marcellin Berthelot, Wilhelm Conrad Roentgen, Alexandre Eduard Becquerel, Oskar Herwig, Hermann Joseph Klein.
En cuanto a los escritores y artistas de varias disciplinas, aparecen mencionados varios, como Richard Wagner, Jacob Jordaens, Alphonse Louis Marie de Lamartine, Alejandro Dumas, Eugenio Sué, Xavier de Montepín, Emile Gaboriau, Mary E. Braddon, Miguel de Cervantes Saavedra y Luis Taboada y González.

Imágenes

Ver sección "Imágenes" de la presente guía.

Paradoja

Durante toda su vida, Andrés Hurtado, el protagonista, intenta darle sentido a su existencia y orientar su vida. Cuando todo parece encaminarse para vivir una vida plena, se desatan las tragedias que llevan a este hombre, que se ha dedicado a la ciencia y ha estudiado una carrera para salvar vidas, a quitarse la propia. Andrés Hurtado se suicida al ingerir aconitina cristalizada de Duquesnel: la ciencia que no ha podido salvar a su familia, termina permitiéndole morir a él.

Paralelismo

La crítica y el propio autor trazan un paralelismo entre la vida del autor y la de algunos personajes, sobre todo la del protagonista, Andrés Hurtado.

Metonimia y Sinecdoque

Un ejemplo de sinécdoque se puede ver en la siguiente frase: "España entera, y Madrid sobre todo, vivía en un ambiente de optimismo absurdo" (41). En este caso, se utiliza la parte por el todo, es decir, se menciona a España y a Madrid, en lugar de decir que son los ciudadanos de España y, especialmente, los que habitan Madrid, quienes viven en un ambiente de absurdo optimismo.
Un ejemplo de metonimia se puede comprobar cuando se mencionan las lecturas que hace el personaje durante las vacaciones, tras su primer año de cursada. En lugar de referirse a los nombres de las novelas, se nombran los autores: "Dumas padre, Eugenio Sué, Montepín, Gaboriau, Miss Bradon, sirvieron de pasto a su afán de leer" (64).

Personificación

En la siguiente frase se utiliza el recurso de personificación: "Salió la luna; la enorme ciudad, con sus fachadas blancas, dormía en el silencio" (199). En ese momento nocturno, se dice que la ciudad duerme, para dar cuenta de que quienes duermen son sus habitantes y que todo está tranquilo y silencioso.
Otro ejemplo de personificación es evidente en la siguiente frase: "Al salir a la calle, la misma bofetada de calor le sorprendió a Andrés" (197). Aquí se personifica al calor para dar cuenta de la intensidad del mismo. Es tal la temperatura que parece que golpea a las personas.