El árbol de la ciencia

El árbol de la ciencia Guía de Estudio

El árbol de la ciencia es una novela escrita por Pío Baroja en 1911. Se considera la obra más acabada y mejor representativa de la narrativa del autor e, incluso, él mismo sostuvo que es su mejor novela. Se trata de una obra semiautobiográfica dado que Baroja se inspira en su propia vida para escribir las desdichas que sufre Andrés Hurtado, el protagonista.

La acción se desarrolla en España a fines del siglo XIX y comienza cuando el protagonista ingresa a la carrera de Medicina, como ha hecho el mismo Baroja en su juventud. Como el autor, también el protagonista se desempeña como médico y luego se desencanta de su profesión. Hay, además, varios personajes que están inspirados en familiares, amigos o conocidos de Baroja y sitios mencionados por los que él ha pasado.

La novela está conformada por cincuenta y tres capítulos divididos en siete partes. Se suele analizar como una obra dividida en dos, separada por una extensa conversación de carácter filosófico entre el protagonista y su tío. Esta se puede leer en la cuarta parte y consta de cinco capítulos. De esta forma, la primera parte desarrolla la formación del protagonista, que abarcaría las partes uno a tres, y cuenta cómo está conformada su familia y cómo es su vida académica en la universidad; la segunda parte, la de la experiencia profesional del protagonista, se conformaría por las partes cinco a siete, y cuenta sus primeras situaciones atravesadas como médico y su vida marital. En la parte central, la filosófica, los personajes conversan sobre la alegoría bíblica que da título a la obra, la del árbol de la ciencia del bien y del mal, contracara del árbol de la vida que Dios les ofrece y recomienda a sus criaturas.

Pío Baroja es uno de los mayores exponentes de los escritores conocidos como la generación del 98. Se conoce bajo esta denominación a un grupo de escritores entre los que se hallan varios nombres fundamentales de las letras españolas, tales como Miguel de Unamuno, Azorín o Antonio Machado. Los autores de la generación del 98 producen sus obras hacia fines del siglo XIX y principios del siglo XX, y se preocupan por aludir en ellas a los problemas de índole política, moral y social que atraviesa España tras la pérdida de sus últimas colonias en 1898. Para una caracterización más exhaustiva de este grupo de artistas e intelectuales, puede visitar la sección "La generación del 98" de esta guía. Esta obra en particular cumple con las características que se les han conferido a las producciones literarias de esta generación, que vuelcan en sus textos el desencanto con el que viven en la España finisecular. En El árbol de la ciencia, esto se puede ver, sobre todo, en el pesimismo, la amargura y el hastío que expresa el protagonista ante la realidad que lo circunda.

Esta novela, junto a La dama errante (1908) y La ciudad de la niebla (1909), forma parte de la trilogía La raza. El autor ha ordenado sus novelas en nueve trilogías y dos tetralogías por ciertos elementos comunes que aparecen en ellas, aunque la crítica suele coincidir en que estos agrupamientos son bastante arbitrarios. Las dos primeras novelas de la trilogía tienen una continuidad cronológica en las historias, sin embargo, la tercera no. En este caso, el nexo entre las tres está constituido por la representación de un panorama social deprimente y por dos personajes que se reiteran, Enrique Aracil e Iturrioz. En El árbol de la ciencia, Enrique Aracil es un personaje secundario que aparece brevemente, se trata del primo de uno de los colegas del protagonista. Por su parte, el doctor Iturrioz es uno de los personajes principales, tío del protagonista con el que mantiene largas conversaciones filosóficas.