Bodas de sangre

Bodas de sangre Lista de Personajes

La Novia

La Novia es uno de los protagonistas de la obra. Es la prometida del Novio, y vive con su Padre en unos terrenos muy alejados del poblado donde vive el Novio con su Madre. La mamá de la Novia ha muerto, y ella la menciona en algunas ocasiones.

Se trata de un personaje complejo y dicotómico, porque confluyen en ella dos deseos de gran fuerza: el de casarse, cumplir con su destino de hija mujer y formar una familia con un hombre de buen origen, por un lado; y por el otro, late en ella la pulsión de volver a los brazos de Leonardo, su primer amor, que parece todavía producirle sentimientos fuertes, incompatibles con su proyecto del matrimonio.

Si bien muestra algunas actitudes impulsivas o disruptivas en ciertos momentos (sobre todo en el final de la obra), la Novia sostiene una actitud sumisa y recatada durante la mayor parte de la obra.

El Novio

Es el hijo de la Madre, y quien va a casarse con la Novia. Vive con su Madre, y su padre y hermano han muerto en manos de otros hombres, acuchillados.

El Novio no presenta grandes matices ni pliegues dramáticos: parece sostener una sola voluntad a lo largo de la obra, que se encarna, primero, en consumar su matrimonio con la Novia, y luego, en vengarse de Leonardo para recuperar su honra. Se trata de dos intenciones que persiguen un mismo objetivo: conseguir y sostener su honra como hombre.

Leonardo

Leonardo está casado con la prima de la Novia (la Mujer). Vive con ella y su Suegra. En verdad, está enamorado de la Novia, pero, según él, ella no quiso casarse con él, por lo que él decidió casarse por su cuenta y alejarse de ella. Sin embargo, la sigue buscando. Tiene además un bebé con su Mujer, pero muestra ante ambos una actitud bastante hostil.

Leonardo se sale, con su carácter, de las formas y los usos correctos y esperados por el entorno social. Se trata de un personaje desmesurado, de carácter fuerte, que se impone ante los demás con cierto atropello y violencia. Aún más, Leonardo es un personaje signado por la violencia y el peso de "la sangre" (la pulsión, la intempestividad). Él mismo se define, en el último acto, como "Un hombre de sangre".

Este es el único personaje que lleva un nombre propio y el único que pone sus pulsiones personales por encima de las convenciones sociales.

La Madre

La Madre del Novio, vive con él en su casa, llevando adelante las tareas domésticas. Perdió a su marido y su otro hijo en manos de enfrentamientos con otros hombres. Habla constantemente de esas pérdidas.

La Madre del Novio es el otro personaje, junto con Leonardo, que se corre de las formas de discreción que son adoptadas por casi todos los demás personajes. Se trata de un personaje complejo porque encarna, al mismo tiempo, cierta fruición por aceptar y acatar las tradiciones y, por el otro, una desmesura en la forma de sentir, que desborda los estándares instalados por el código social.

Se trata de un personaje dual: desde el principio expresa sus temores y sus dolores, pero, con el transcurso de la obra, con ciertas actitudes termina impulsando el final mortuorio. Del mismo modo en que defiende pero sobrepasa los códigos sociales, teme la muerte de su hijo pero no hace lo necesario por evitarla, sino muy por el contrario. Condensa en sí impulsos contrapuestos, que no sintetiza, sino que parecen desbordarla.

El Padre

El Padre de la Novia vive con su hija en unos terrenos alejados. Es viudo.

Este personaje condensa dos características muy interesantes. Expresa, por un lado, cierto rasgo idealista, en el sentido de que tiene ideas ingenuas y un poco infantiles sobre cómo le gustaría que fueran las cosas. Al mismo tiempo, sin embargo, expresa constantemente una suerte de obsesión en relación al trabajo en general, y al trabajo en el campo en particular.

Estas dos características muestran a un hombre con una cultura campesina, que condensa cierta capacidad imaginativa del universo infantil, con deseos ingenuos, y una moral enfocada en el trabajo y la productividad material.

La Mujer

Es la esposa de Leonardo. Tiene un niño a cargo, y la vemos en escenas compartiendo la casa con él y su propia madre (la Suegra).

La Mujer de Leonardo está muy ligada a la presencia de su madre. Representa, de algún modo, los usos más tradicionales de la cultura española que la obra toma para la narración. Si bien hay momentos en los que ella intenta enfrentarse a Leonardo, tanto él como incluso su propia madre le subrayan que no le corresponde hacer eso, y ella acata con sumisión. De este modo, el personaje de la Mujer de Leonardo signa el rol social que toca a las mujeres de la época.

La Suegra

Es la madre de la Mujer de Leonardo. En las escenas del hogar de ellos, ella está presente, acompañando a su hija en el cuidado del bebé.

Por momentos intenta sobreponerse a la actitud hostil de Leonardo, pero en otros replica su maltrato hacia su propia hija.

La Suegra de Leonardo viene a mostrar el rol social de la mujer que recae tanto en su hija como en ella misma. Cuando refuerza sobre su hija las actitudes censoras de Leonardo, busca que su hija mantenga y acepte la circunstancia que le tocó, por más infeliz que sea en ella.

La Criada

La Criada de la Novia la acompaña en buena parte de los preparativos y el transcurso de la fiesta de bodas.

La Criada es una mujer optimista que tiene con la Novia una relación de confianza. En su actitud positiva para con la boda, también adquiere un rol de mantenimiento del status quo, en tanto puja para que las cosas se hagan según las normas sociales lo indican.

La Vecina

La Vecina es una mujer que vive más o menos cerca de la casa del Novio y la Madre.

La Vecina se catacteriza, sobre todo, por ser una chismosa: utiliza una parte importante de su tiempo en llevar a sus conocidos la información sobre las familias de los demás; muchas veces, incluso, con buenas intenciones o para generar conversación. En este sentido, encarna el modo en que funciona la circulación de información en las estructuras sociales de pequeñas urbanizaciones rurales como las de la obra. Una parte muy importante del sostenimiento de las "buenas costumbres" y los valores sociales que predominan, es que circule la información sobre qué y cómo están actuando los demás, para poder establecer un juicio sobre las vidas del resto, y reproducir esa suerte de mecanismo de control, en base al chisme y el juicio.

Los Leñadores

Los Leñadores son los tres personajes que abren el último acto, reflexionando sobre los acontecimientos ocurridos en la boda. En este sentido ellos también ejemplifican la circulación de información en esta sociedad: en un lugar remoto del bosque, los leñadores ya están al tanto de todo lo que ocurrió, y emiten entre ellos su juicio y opinión sobre los hechos. Este recurso sirve al autor, también, para introducir y dejar plasmada una discusión sobre la interpretación de los hechos narrados en la obra. Ejercen también una función coral, o sea, la que usualmente tuviera el Coro como elemento del teatro clásico, comentando e interpretando lo que ocurre. Los Leñadores son personajes corales, también, porque cierran su sentido y su identidad en la tríada que configuran, y no de manera independiente.

La Mendiga

La Mendiga viene a representar a la misma muerte. Es una convención teatral frecuente que un personaje femenino, harapiento y anciano, con el que los personajes se tropiezan en el bosque, pueda interpretarse como una personificación de la muerte. En una irrupción un tanto surrealista, la Mendiga y la Luna conversan, convertidas en personajes andantes, sobre de qué manera dar muerte a los protagonistas. Ambas realizan una suerte de complot para garantizar el final trágico.

La Luna

La Luna encarna una aparición astral que viene a servir a la Mendiga, para organizar con ella el destino de los personajes. Para una pieza donde el tema del destino es fundamental, que una fuerza sobrenatural se personifique para intervenir en el final trágico de las personas consiste en un gran gesto simbólico: el destino, signado por elementos naturales y supraterrenales, viene a concretizarse en el espacio humano, a través de la personificación de la Luna, que ilumina el bosque en la noche para que los protagonistas puedan encontrar su muerte.