Bodas de sangre

Bodas de sangre Resumen y Análisis Acto II, Cuadro II

Resumen

Acto II, Cuadro II, Escena I

Exterior de la casa de la Novia. La Criada se quedó en la casa acomodando todo para el festejo. Canta una canción:

Porque llega tu boda
recógete las faldas
y bajo el ala del novio
nunca salgas de tu casa.
Porque el novio es un palomo
con todo el pecho de brasa
y espera el campo el rumor
de la sangre derramada.
Giraba,
giraba la rueda
y el agua pasaba...

Acto II, Cuadro II, Escena II

Llegan la Madre y el Padre. La Criada comenta que Leonardo y su Mujer ya llegaron. El Padre dice: “No tiene buena sangre”. La Madre agrega: “¿Qué sangre va a tener? La de toda su familia”. Luego, agrega:

"Me duele hasta la punta de las venas. En la frente de todos ellos yo no veo más que la mano con que mataron a lo que era mío. ¿Tú me ves a mí? ¿No te parezco loca? Pues es loca de no haber gritado todo lo que mi pecho necesita. Tengo en mi pecho un grito siempre puesto de pie a quien tengo que castigar y meter entre los mantos. Pero me llevan a los muertos y hay que callar. Luego la gente critica".

Padre y Madre hablan sobre su deseo de tener nietos. La Madre destaca que quiere tener una nieta mujer, porque “Los varones son del viento”.

Acto II, Cuadro II, Escena II

Aparecen Leonardo y su Mujer. Saludan.

Acto II, Cuadro II, Escena III

Llegan los Novios, Leonardo sale. La Madre y los novios comentan la cantidad de invitados presentes. Conversan los novios y los padres. Luego, el Novio le pregunta a la Novia si le gustó el azahar, y ella se muestra sombría todo el tiempo.

Acto II, Cuadro II, Escena IV

La Mujer de Leonardo conversa con el Novio sobre el matrimonio. Le dice: “Aquí los dos; sin salir nunca y a levantar la casa”. Aparece la Criada y la Mujer le pregunta por Leonardo, y sale a buscarlo. Se queda el Novio con la Criada, hacen bromas. La Criada le comenta que preparó un tentempié para que coman a medianoche. El Novio le dice que no come a esa hora, y la Criada le contesta: "Si tú no, la Novia", dando a entender que la Novia, seguramente, no vaya a dormirse fácilmente. Aparecen los Mozos buscando al Novio para hacerlo bailar.

Acto II, Cuadro II, Escena V

Las Muchachas hablan con la Novia sobre el ritual del alfiler. Discuten entre ellas al respecto, y la Novia se muestra irritable.

Acto II, Cuadro II, Escena VI

Aparece el Novio; las Muchachas se fueron. Abraza a la Novia, pero ella es tosca con él. Aparece la Mujer de Leonardo y les comenta que su marido se ha ido. Viene la Criada y les pregunta cómo están. La Novia acusa estar un poco cansada, y dice ir a recostarse.

Acto II, Cuadro II, Escena VII

Se queda el Novio con la Madre. Conversan sobre el casamiento. La Madre le dice:

"Con tu mujer procura estar cariñoso, y si la notas infatuada o arisca, hazle una caricia que le produzca un poco de daño, un abrazo fuerte, un mordisco y luego un beso suave. Que ella no pueda disgustarse, pero que sienta que tú eres el macho, el amo, el que mandas. Así aprendí de tu padre. Y como no lo tienes, tengo que ser yo la que te enseñe estas fortalezas".

El hijo le contesta: "Yo siempre haré lo que usted mande". Por atrás, se ve a la Criada buscando a la Novia.

Acto II, Cuadro II, Escena VIII

Aparece el Padre buscando a su hija. Los Mozos y las Muchachas quieren hacer bailar a los novios, se escuchan guitarras y algarabía de fondo. La Criada, la Madre, el Novio y el Padre buscan a la Novia. No la encuentran.

Acto II, Cuadro II, Escena IX

Entra la Mujer de Leonardo y exclama: "¡Han huido! ¡Han huido! Ella y Leonardo. En el caballo. Van abrazados, como una exhalación".

Acto II, Cuadro II, Escena X

La Madre le dice a su hijo que salga a buscarlos. Exclama: "¡Anda! ¡Detrás!". Él sale con dos Mozos.

Acto II, Cuadro II, Escena XI

La Madre grita, contrariada: "No. No vayas. Esa gente mata pronto y bien...; ¡pero sí, corre, y yo detrás!". Aparecen los demás, y la Madre dice: "Limpiarse el polvo de los zapatos. Vamos a ayudar a mi hijo. [...] ¡Fuera de aquí! Por todos los caminos. Ha llegado otra vez la hora de la sangre. Dos bandos. Tú con el tuyo y yo con el mío".

Análisis

Durante todas estas escenas la tensión de la Novia con la boda va in crescendo. Las interacciones que tiene durante el evento nos la muestran cada vez más incómoda, exhibiendo esa incomodidad frente a distintos personajes. En este cuadro la tensión llega a un punto cúlmine. El resto de los personajes, al final del acto, se da cuenta de aquello que estaba oculto, y el enfrentamiento entre las familias se hace inevitable. La Madre, a su vez, exhibe toda su ambivalencia.

Al principio del cuadro, durante los festejos, se muestra una serie de símbolos que rigen en la tradición de las celebraciones matrimoniales de las comunidades gitanas: el alfiler, por ejemplo, se suma a la corona de azahar que había aparecido en el cuadro anterior. La conversación entre las Muchachas y la Novia, por ejemplo, pone en escena el asunto del alfiler. En estas fiestas, es tradición que la novia coloque un alfiler en el vestido de cada invitada mujer. Este consiste en un recuerdo de la boda, a modo de souvenir, pero también constituye un ritual en relación a la reproducción de las alianzas matrimoniales, del mismo modo que los anillos en el pastel de bodas o el ramo de flores para otras culturas. A las mujeres casadas, la novia les coloca el alfiler con la cabeza hacia arriba, y a las solteras, hacia abajo: la idea es que el alfiler se caiga durante la fiesta, lo que es visto como un signo de que encontrarán marido pronto. Teniendo esto en cuenta, ese breve intercambio de la Novia y las Muchachas nos muestra el contraste entre la ilusión de las jóvenes respecto del matrimonio, y el cinismo que expresa la Novia al respecto. También se expresa la voluntad que tienen las Muchachas, ya desde jóvenes, de contraer matrimonio, siendo esto una parte importante de la construcción del status social en esta comunidad.

Por otro lado, las canciones y los versos dichos por los invitados a la fiesta transmiten rasgos de la cultura popular en el contexto de este festejo. En relación a esto, podemos detenernos en aquello que dicen los versos enunciados, que tienen un significado y una simbología relevantes para la historia. En un primer momento, refuerzan una vez más la idea transmitida por los personajes femeninos sobre que el matrimonio es vivir en un interior, recluidas, bajo la protección de un hombre:

y bajo el ala del novio
nunca salgas de tu casa.

Luego, en la misma canción, hay un presagio muy fuerte en relación al destino trágico de los hombres:

Porque el novio es un palomo
con todo el pecho de brasa
y espera el campo el rumor
de la sangre derramada.

Aquí se unen las ideas de sangre derramada (muerte) y hombre o novio. Esta unión está realizada en forma poética, porque se mencionan ambos elementos como cosas separadas pero, sin embargo, forman parte de una misma estrofa, generando un efecto de mal augurio.

El contenido de esta canción que canta la Criada nos deja ver varios mensajes poéticos respecto de algunos temas de la obra. Además de la noción del matrimonio como la convención social de una mujer dentro de su hogar bajo la protección de su marido, el sentido trágico que mencionábamos también está unido al campo, es decir, a la tierra, que en la obra remite al origen y la pertenencia ("y espera el campo el rumor / de la sangre derramada"). En este pasaje, el campo está personificado: espera, como si ya supiera lo que va a ocurrir (o sea, ligado a la idea de destino).

Finalmente, la mención a la rueda que gira y el agua que pasa ("Giraba, / giraba la rueda / y el agua pasaba...") alude a una concepción simbólica del destino como una corriente que fluye, incontenible, en el tiempo. Al igual que una corriente de agua que hace girar una rueda, el destino es visto como una corriente de sangre que se actualiza en la vida de los hombres que lo heredan. Como expresa la Madre en el acto II cuadro II, cuando dice que Leonardo tiene la sangre que "Mana de su bisabuelo".

Hacia el final de este acto, la Madre expresa pulsiones contradictorias respecto de su hijo: lo alienta a salir a vengarse, pero también le advierte que "esa gente mata pronto y bien". Es decir, por un lado quiere preservarlo y, por el otro, quiere un hijo "macho", que defienda su honra, como muestra también en el consejo que le brinda sobre cómo tratar a la Novia (citando, como ejemplo, la actitud de su propio marido). Esta actitud está en íntima relación, como hemos mencionado en otras secciones, con el problema del género en la obra.

En el cierre de este cuadro se encuentra el clímax de la obra, porque toda la tensión que se hallaba acallada, subrepticia, sale a escena y provoca el enfrentamiento explícito entre los dos "bandos". La Madre exclama su deseo de venganza e incita a su hijo a buscarla; la Novia muestra ante todos sus intenciones ocultas al desaparecer con Leonardo. De este modo, los comentarios disimulados, las miradas y todo el ocultamiento que se venía desarrollando en las escenas anteriores queda al descubierto con la huida de Leonardo y la Novia. Los roles sociales se ven sacudidos: la Madre intentaba promover el orden y el acatamiento, y ahora grita y busca venganza. Todas las formas de las buenas costumbres son echadas por la borda. La Madre grita, directamente, al Padre de la Novia: "¡Tu hija, sí! ¡Planta de mala madre!". El evento que se venía anunciando en los cuadros anteriores, la boda, se ve completamente desarmada, y lo que pretendía ser una unión pacífica deviene en enfrentamiento violento.