Bodas de sangre

Bodas de sangre Elementos Literarios

Genero

Tragedia

Language

Español

Configuración y Contexto

Alguna población de la región de Andalucía, en el sur de España.

Narrador y Punto de Vista

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Tono y Estado de Ánimo

El tono general de la obra es tenso, y cada diálogo está cargado de un significado profundo, muchas veces con un sentido ominoso. El tono contribuye a producir en el lector o espectador la sensación de que las cosas van a terminar mal, y de que algunos personajes ocultan sus verdaderos deseos y pensamientos frente a los demás. La tensión proviene de ese ocultamiento, cuyo sentido se va develando poco a poco.

Protagonista y Antagonista

Protagonista: La Novia y Leonardo. Antagonista: Los mandatos y las formas socialmente aceptadas, encarnadas, principalmente, en el Novio, pero también en varios personajes secundarios.

Conflicto Principal

El conflicto principal es la relación clandestina que se sostiene, en tensión, entre la Novia y Leonardo, y la contradicción que esto genera en la Novia en relación a sus planes de casarse.

Climax

El clímax de la obra tiene lugar en el Acto II, cuadro II, cuando los presentes en la fiesta se dan cuenta de que Leonardo y la Novia huyeron juntos, y salen a la superficie las tensiones ocultas.

Presagio

En esta obra hay varios momentos o parlamentos que podríamos interpretar como presagios, porque, como hemos mencionado, la tensión del conflicto subyacente se va construyendo de un modo tácito, a través de menciones ocultas, de sospechas. Al tratarse de una tragedia, es una decisión estética tradicional del teatro que el público sepa de antemano qué tipo de obra va a presenciar, por lo que el tono trágico se presenta reiteradas veces desde el comienzo.

Ya en la primera escena de la obra la Madre menciona el miedo que tiene de que su último hijo pierda la vida. Esto ya funciona como un presagio: la Madre, a partir de entonces, estará siempre recalcando la peligrosidad de las armas, el riesgo que implica ser hombre y enfrentarse a la violencia, etcétera. Esto nos anticipa que, seguramente, su último hijo tenga una muerte violenta, al igual que los otros hombres de su familia.

En el acto III, cuadro I, por otra parte, la Luna y la Mendiga anuncian ya más concretamente la muerte que está por venir. En palabras de la Luna, leemos: "Pues esta noche tendrán / mis mejillas roja sangre", haciendo alusión a la muerte inminente de los hombres.

Atenuación

Con la apertura de la obra vemos una escena entre la Madre y la Vecina, en que la segunda aparece de visita en casa de la primera. Luego de saludarse, casi enseguida, la Vecina trae una noticia trágica: "Las cosas pasan. Hace dos días trajeron al hijo de mi vecina con los dos brazos cortados por la máquina", mencionando semejante tragedia como al pasar. Este comentario pone en evidencia la naturalidad con la que estos personajes asumen la realidad trágica y violenta que, en buena medida, las rodea.

Alusiones

Hacia el final del segundo acto, cuando se lanzan a perseguir a la pareja fugitiva, la Madre del Novio exclama: "¿Quién tiene un caballo ahora mismo, quién tiene un caballo? Que le daré todo lo que tengo, mis ojos y hasta mi lengua...".
De esta forma, con un pedido desesperado, las palabras de la Madre aluden a otra gran obra del teatro universal, 'Ricardo III', de William Shakespeare, donde el protagonista, Ricardo III, se encuentra de pronto solo y sin su caballo en medio de una batalla en la que inicialmente estaba triunfando. En medio de esa escena, Ricardo exclama, desesperado, "¡Un caballo, un caballo, mi reino por un caballo!", lo que luego se convirtió en una de las frases más citadas, parodiadas y versionadas de la historia del teatro.

Imágenes

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Paradoja

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Paralelismo

En el último cuadro de la obra, entre las palabras en verso que enuncian la Madre, la Mujer y la Novia encontramos recursos poéticos que otorgan ritmo y cohesión a sus diálogos. Uno de ellos es el paralelismo:

- MUJER: - ¡Ay, qué cuatro muchachos / llegan con hombros cansados!
- NOVIA: - ¡Ay, qué cuatro galanes / traen a la muerte por el aire!

Esta estructura de paralelismo ubica en una forma casi espejada, aunque con contenido ligeramente distinto, las palabras de la Mujer y la Novia, acercándolas, de alguna manera, en la expresividad de lo que están diciendo.

Personificación

La personificación más relevante en esta obra es la de la muerte en el personaje de la Mendiga.

Uso de Dispositivos Dramáticos

Se destaca el uso de la música. Por ejemplo, las didascalias indican sonido de violines en el momento cúlmine del enfrentamiento entre el Novio y Leonardo, y cuando la Mendiga aparece sola en escena. También se describe música de guitarras durante la fiesta de la boda.