Bodas de sangre

Bodas de sangre Imágenes

El agua en movimiento

La imagen del agua que mana, que corre, como un movimiento incesante, es muy recurrente en la obra.

En el acto I, cuadro II, por ejemplo, la nana que cantan la Mujer y la Suegra presenta alusiones al agua como elemento trágico:

El agua era negra
dentro de las ramas.
[...] con el río muerto
sobre la garganta.
¡Ay caballo grande
que no quiso el agua!

La imagen del agua fluyendo se repetirá en la canción que cantan a la Novia, en el acto II, cuadro I, así como en los versos que canta la criada luego, en el cuadro siguiente.

En el acto III, cuadro I, la Novia, en sus últimos parlamentos, dice:

Es justo que yo aquí muera
con los pies dentro del agua,
espinas en la cabeza.

Y luego, dirigiéndose a la madre del Novio: "Tu hijo era un poquito de agua de la que yo esperaba hijos, tierra, salud; pero el otro era un río oscuro, lleno de ramas [...]", asociando al Novio y a Leonardo con el agua, pero en dos versiones muy diferentes.

Esta representación del agua se asocia a un constante devenir que las acciones de las personas no pueden detener, porque su recorrido tiene una fuerza superior, que viene desde antes y que va a continuar aun terminada la vida de ellos.

La sangre

En la obra hay varias imágenes mediante las cuales se representa la sangre como un líquido que se toca y se vierte. En su mayoría, aparecen en boca de la Madre. Por ejemplo, en el acto II, cuadro II:

Por eso es tan terrible ver la sangre de una derramada por el suelo. [...] Me mojé las manos de sangre y me las lamí con la lengua. [...] Una fuente que corre un minuto [...] En una custodia de cristal y topacios pondría yo la tierra empapada por ella.

Pero también otros personajes aluden a ella del mismo modo. En el acto I, cuadro II, por ejemplo, la Suegra canta: "La sangre corría / más fuerte que el agua".

Esta forma de representar a la sangre se vuelve a ver hacia el final, en el parlamento de los Leñadores, que dicen: "Pero la sangre que ve la luz se la bebe la tierra". Y, luego, "¡No abras el chorro de la sangre!". En estos pasajes, la sangre es un líquido que puede entrar en contacto con otros elementos, como por ejemplo un cuerpo vivo (que puede tocarla y beberla), o la tierra (que la absorbe o recibe su derramamiento).

Esta representación de la sangre como un elemento líquido sirve también a su concepción como un símbolo múltiple, construcción que hemos comentado en otras secciones de esta guía: la sangre se representa como algo que puede adoptar diversas formas y modificarse, sin una estructura propia, que corre como el agua y puede tomar varias dimensiones.