Ariel

Ariel Elementos Literarios

Genero

Ensayo filosófico.

Configuración y Contexto

Uruguay, 1900.

Narrador y Punto de Vista

La primera y la última parte del Ariel están narrados por una tercera persona omnisciente que introduce la escena como en un relato marco. En el relato enmarcado toma la voz Próspero, el sabio maestro que pronuncia un discurso frente a sus discípulos.

Tono y Estado de Ánimo

Próspero quiere que sus discípulos se alejen del decadentismo de su época, por lo que el tono predominante del ensayo es optimista. Cuando Próspero termina su discurso y volvemos al relato marco, el tono busca ser sereno, para corresponder al estado meditativo de los discípulos.

Protagonista y Antagonista

En el discurso de Próspero, las figuras de Ariel y de Calibán aparecen como protagonista y antagonista, respectivamente. Ariel representa los ideales que la joven generación debe seguir, mientras Calibán condensa los males modernos que se deben contrarrestar con la búsqueda de la idealidad.

Conflicto Principal

La lucha entre Ariel y Calibán, es decir, entre idealismo y utilitarismo, es el conflicto principal, y la joven generación es la encargada de emprender esta lucha del lado de Ariel, para avanzar en el camino hacia la perfección de la humanidad.

Climax

Podemos ubicar el clímax del ensayo en el cierre del discurso de Próspero, en el cual exalta el tono para entusiasmar a sus discípulos transmitiéndoles valor y confianza en la tarea que les toca hacer para construir la América del futuro.

Presagio

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Atenuación

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Alusiones

El ensayo está cargado de referencias culturales, literarias y filosóficas. La referencia más importante, por su simbolismo, es a 'La tempestad', de William Shakespeare (ver sección "La tempestad y el colonialismo en América Latina"). Para indagar otras alusiones, ver secciones "Citas" y "Resumen y Análisis".

Imágenes

Ver sección "Imágenes".

Paradoja

Próspero hace referencia a un "optimismo paradójico" cuando sostiene que debe combatirse el abatimiento del presente con fe en el porvenir. Por otra parte, podemos ver una paradoja en el hecho de que Próspero sostiene que debe existir un elemento aristocrático en la democracia bien entendida, una democracia que produzca igualdad de condiciones y desigualdad de mérito, por la cual se destaquen las personas con superioridad moral (ver sección Resumen y Análisis).

Paralelismo

Próspero establece paralelismos entre eventos del pasado y la situación contemporánea para que la historia sirva de modelo de cómo se debe actuar en el presente. Así, por ejemplo, entiende que la grandeza material de los países latinoamericanos debe ser aprovechada para alimentar su perfección espiritual, así como el oro del mercantilismo fue la base para el esplendor artístico del Renacimiento.

Metonimia y Sinecdoque

Entre los recursos literarios que aparecen en el ensayo abundan las metonimias y las sinécdoques. Por ejemplo, cuando Próspero dice que "mientras exista en el mundo la posibilidad de disponer dos trozos de madera en forma de cruz -es decir, siempre-, la humanidad seguirá creyendo que es el amor el fundamento de todo orden estable" (p.31), desplaza por metonimia al crucifijo lo que considera propio de la moral cristiana. Asimismo, al afirmar que "sin el brazo que nivela y construye, no tendría paz el que sirve de apoyo a la noble frente que piensa" (p.46), propone por sinécdoque que una parte del cuerpo, los brazos, hacen a la fuerza de sostener el trabajo físico, mientras la frente refiere al trabajo mental de un individuo. Este individuo, a su vez, encarna a la sociedad que debe ocuparse equilibradamente por los intereses del cuerpo (o materiales) y los "intereses del alma" (p.46).

Personificación

Próspero se refiere reiteradas veces a América como una entidad individual, en la que cada uno de sus habitantes forma parte de un mismo organismo, por lo que aparece muchas veces personificada. Así dice que la América del futuro debe ser "hospitalaria", "pensadora", "serena y firme" (p.51). Ver sección "Citas".