Stoner

Stoner Citas y Análisis

"Durante varios minutos después de su partida permaneció inmóvil, mirando fijamente el piso de angostos tablones de madera cuyo barniz se había gastado por las incansables pisadas de estudiantes que nunca vería ni conocería. Arrastró sus propios pies por el piso, oyendo el seco susurro de la madera en las suelas, sintiendo a través del cuero su aspereza. Luego él también se levantó del aula y salió despacio".

Narrador, Capítulo 1, p.21

En este pasaje puede observarse cómo funciona la técnica literaria del extrañamiento: ante los ojos del personaje -y los del lector- el mundo se despliega como si fuera contemplado por primera vez, percibiendo con agudeza los detalles más mínimos de los objetos. El extrañamiento produce una percepción sensible intensificada de lo cotidiano, que constituye la imagen poética, y marca una nueva forma de observar el mundo que altera la subjetividad tanto del lector como del personaje protagonista.

"En octubre de ese año cayó la bolsa, y los periódicos locales trajeron historias sobre Wall Street, sobre fortunas arruinadas y grandes vidas alteradas. Poca gente se conmovió en Columbia, era una comunidad conservadora, y casi nadie invertía dinero en acciones o bonos. Pero empezaron a llegar noticias sobre bancos que quebraban en todo el país, y cundió la incertidumbre entre algunos de los lugareños. Algunos granjeros retiraron sus ahorros, y algunos más (alentados por los banqueros) aumentaron sus depósitos. Pero nadie se asustó de veras hasta que se supo que había quebrado un pequeño banco privado, el Merchant's Trust de St. Louis".

Narrador, Capítulo 7, p. 121

La crisis bursátil ocurrida en 1929 fue un evento que sacudió al mundo entero. Se trata de la caída más catastrófica del mercado de valores de la historia de Estados Unidos, y tuvo como consecuencia la llamada Gran Depresión: una crisis financiera de escala mundial que se prolongó durante la década del 30. El padre de Edith, Horace Bostwick, pierde todas sus inversiones y su banco va a la quiebra. Como consecuencia, Bostwick se suicida en su despacho. Esto mismo sucedió con muchísimos otros empresarios que no lograron reponerse de la crisis y, en su desesperación, optaron por quitarse la vida. Sin embargo, tal como se menciona en el pasaje citado, a los habitantes de Columbia no los afectó demasiado la caída de la Bolsa de Valores, puesto no se trataba de personas dadas a las inversiones y a la especulación económica.

"Tú también estás entre los enfermos... eres el soñador, el loco en un mundo aún más loco, nuestro Quijote del Medio Oeste sin su Sancho, retozando bajo el cielo azul. Eres lo suficientemente brillante, o al menos más brillante que nuestro amigo en común. Pero tienes esa mancha, esa enfermedad. Crees que aquí hay algo, algo para descubrir. Bien, en el mundo te enterarías pronto. Tú también estás destinado al fracaso; al mundo no le darías batalla. Dejarías que te masticara y te escupiera, y te quedarías preguntándote qué salió mal".

David Masters, Capítulo 2, p. 39

Este pasaje corresponde a una reunión entre los tres amigos universitarios: Gordon Finch, David Masters y William Stoner. David Masters toma la palabra y explica a sus amigos qué es lo que ve en ellos y en su relación con la universidad. Cuando le toca al turno de Stoner, Masters dice sobre él, con un lenguaje metafórico y oscuro, que es uno de aquellos que necesitan refugiarse en la universidad porque el mundo es demasiado pesado para ellos. Así, la universidad aparece como un refugio para soñadores e idealistas que no tolerarían la dura realidad del exterior.

"Había varias personas alrededor de la mesa, y en la cabecera una mujer joven, alta, esbelta y rubia, con un vestido de seda azul, servía el té en tazas de porcelana de borde dorado. Stoner se detuvo en la puerta, cautivado por la visión de la joven mujer. Su rostro largo y delicado sonreía a los presentes, y sus dedos delgados y casi frágiles manipulaban diestramente la tetera y las tazas; al mirarla, Stoner se volvió consciente y sintió vergüenza de su aspecto desmañado".

Narrador, Capítulo 3, p. 57

Este pasaje describe la primera vez que Stoner contempla a Edith y se enamora de ella. El procedimiento literario que emplea el narrador para describir la situación es el extrañamiento: la narración se detiene sobre la situación y la describe con lujo de detalles, intensificando la percepción del lector de una escena conocida hasta cargarla de un nuevo sentido. En ese "ver como por primera vez" el lector puede acompañar al protagonista, que queda enamorado por la imagen de Edith.

"Ingresaron inocentes al matrimonio, aunque inocentes de modos muy distintos. Ambos eran vírgenes, y conscientes de su inexperiencia; pero mientras que William, criado en una granja, tomaba con naturalidad los procesos de la vida, para Edith eran misteriosos e inesperados. No sabía nada sobre ellos, y algo en su interior deseaba no enterarse.

Y así, como muchas otras, su luna de miel fue un fracaso, pero incapaces de confesárselo a sí mismos, solo comprendieron la significación de ese fracaso mucho tiempo después".

Narrador, Capítulo 4, p. 78

Este pasaje resume el inicio del matrimonio entre Edith y Stoner con sencillez y claridad: ambos carecen de experiencia en cuanto a relaciones sexuales y amorosas, y las diferencias en sus crianzas los alejan, puesto que cada uno tiene diferentes concepciones del matrimonio y del sexo y no saben cómo comunicarse para entenderse entre sí. Como se ve en toda la novela, la relación de pareja entre Stoner y Edith es un conflicto constante.

"Al cabo de un mes él supo que su matrimonio era una fracaso; al cabo de un año abandonó toda esperanza de que fuera a mejorar. Aprendió a callarse y dejó de imponerle su amor. Si le hablaba o la tocaba con ternura, ella se ensimismaba y se quedaba muda, y durante días trajinaba hasta llegar a nuevos límites de agotamiento. Con tácita obstinación, dormían en la misma cama; a veces, de noche, en sueños, ella se acurrucaba contra él sin darse cuenta. Y a veces, entonces, la resolución y el conocimiento se desmoronaban ante el amor, y él se ubicaba encima de ella. Si estaba apenas despierta, se ponía tensa y rígida, movía la cabeza hacia el costado en un gesto que se había vuelto habitual, y la sepultaba bajo la almohada, soportando la violación".

Narrador, Capítulo 5, pp. 85-86

Este pasaje describe los primeros años de la vida marital de Edith y Stoner, cuando todavía comparten la cama. Ninguno de los dos es capaz de comunicar lo que le pasa; en Stoner, el silencio se vuelve una costumbre y también una estrategia para sobrellevar la vida de pareja. Edith, en cambio, irá cambiando de métodos a lo largo de toda su vida. En todo caso, ella tampoco es capaz de gestionar su sexualidad y solo atina a rechazar el contacto con su marido, quien no termina de comprenderla y a veces se aprovecha de su situación de poder para violarla.

"La mañana siguiente Edith se despertó enferma y cansada, y pasó el día en la habitación. William limpió la casa y atendió a su hija. El lunes vio a Lomax y le habló con una calidez que era un resabio de la noche de la fiesta; Lomax le respondió con ironía, casi con ira contenida, y no volvió a mencionar la fiesta, ni ese día ni nunca más. Era como si hubiera descubierto una animadversión que lo distanciaba de Stoner, y se negara a superarla".

Narrador, Capítulo 6, p. 112

Este pasaje corresponde al día posterior a la inauguración de la nueva casa de Stoner y de Edith. Durante la fiesta, Lomax se demuestra animado y le cuenta a Stoner y a Finch parte de su pasado. Al irse, besa en la boca a Edith de un modo que a todos les parece totalmente natural. Sin embargo, cuando Stoner lo vuelve a cruzar en la universidad, Lomax le muestra una animadversión que parece inexplicable. Este pasaje encierra el odio contenido que Lomax siente por Stoner y que, en los capítulos siguientes, desencadenará una cruenta batalla. Sin embargo, en ningún momento se llega a explicar el origen de dicha animadversión, y al lector solo le es posible especular sobre su procedencia. Una posibilidad es que Lomax odie a Stoner porque se ha permitido ser vulnerable con él y contarle episodios de su intimidad, algo que, en general, es reacio a hacer.

"Era, admitió Stoner, una actuación magistral; con discreción, encanto y buen humor, Lomax lo dirigió todo. A veces, cuando Holland hacía una pregunta, con aparente buena fe Lomax fingía no entender y pedía una aclaración. En otras ocasiones, disculpándose por su entusiasmo, remataba alguna pregunta de Holland con una especulación propia, metiendo en la conversación a Walker, que así parecía estar realmente participando. Reformulaba las preguntas (siempre pidiendo disculpas), modificándolas de tal modo que la intención original se perdía en la interpretación. Incluía a Walker en discusiones teóricas aparentemente sutiles, aunque casi siempre hablaba él. Y finalmente, aún pidiendo disculpas, interrumpía las preguntas de Holland con preguntas propias que conducían a Walker adonde él quería que fuera.

Narrador, Capítulo 10, p. 172

Este pasaje corresponde al examen oral de Walker, en el que Stoner debe participar para suplir el cupo de un profesor con el que Walker haya cursado un seminario de especialización. Stoner detecta que Lomax protege a Walker y organiza una enorme farsa para ayudar a su alumno a pasar los exámenes. Esto lo enfurece, puesto que Walker ya ha demostrado ser un alumno problemático en su seminario, y ahora comprueba que esa actitud no es solo suya, sino que está motivada por su mentor. Stoner entonces pone en evidencia toda la farsa y decide desaprobar a Walker, lo que desencadena una guerra con Lomax de la que termina saliendo derrotado.

"Se preguntó si llegaría a su casa. Respirar ya era un gran esfuerzo. Se concentró, trató de dominar los brazos y las piernas, los obligó a responder. Se levantó, intentó mantener el equilibrio. Apagó la luz del escritorio y se quedó quieto hasta que sus ojos se acostumbraron al claro de luna que entraba por las ventanas. Luego puso un pie delante del otro y atravesó los pasillos oscuros, salió al exterior y se internó en las calles silenciosas".

Narrador, Capítulo 16, p. 285

En los dos últimos capítulos la enfermedad de Stoner avanza progresivamente hasta postrarlo por completo. Este pasaje corresponde al último día que Stoner trabaja en la universidad, y ya se hace evidente que el estado de su enfermedad es irreversible. Stoner apenas puede soportar el dolor, y se le hace muy difícil moverse por sus propios medios. William le ha estado ocultando su enfermedad a todo el mundo, pero ese día, al llegar a su casa, Edith lo enfrenta y le pide explicaciones, puesto que se ha enterado de su posible cáncer.

"Abrió el libro, y en cuanto lo abrió dejó de ser suyo.

Dejó que los dedos pasaran las páginas y sintió un hormigueo, como si las páginas estuvieran vivas. El hormigueo entraba por los dedos y circulaba por la carne y los huesos; fue minuciosamente consciente de él, y esperó hasta que el hormigueo lo envolvió, hasta que esa vieja emoción semejante al terror lo paralizó ahí donde él yacía. La luz que entraba por la ventana resplandeció sobre la página, y no pudo ver lo que había escrito".

Narrador, Capítulo 17, p. 302

Este pasaje remite al último momento en la vida de Stoner. En su lecho de muerte, debilitado por la enfermedad y anestesiado por los medicamentos para el dolor, Stoner toma entre sus manos el libro que ha escrito y lo abre por última vez. La sensación de extrañamiento que lo ha invadido en otros momentos de su vida se hace presente y le recorre todo el cuerpo. Cuando esa emoción extraña que nunca ha podido definir, pero que ahora piensa como un terror, lo envuelve por completo, Stoner muere.