Los árboles mueren de pie

Los árboles mueren de pie Lista de Personajes

Marta-Isabel

Su verdadero nombre es Marta Quintana. Se la presenta como una joven de ojos tristes y boina francesa que trató de suicidarse y fue salvada por Mauricio, quien le tiró un ramo de rosas y luego una invitación para que asistiera a sus oficinas. Pronto es sumada a la organización para representar el papel de Isabel, la esposa de Mauricio, nieto del señor y la señora Balboa. Ella no es una actriz profesional y su actuación es sincera. Pronto comienza a mezclar el personaje con sus sentimientos reales, tomando cariño por la abuela y enamorándose de su falso esposo. Al final de la obra le declara su amor y este es correspondido. Como personaje, representa un motivo recurrente en las obras de Alejandro Casona: la mujer sufriente y solitaria al comienzo de la obra que, al final, encuentra un propósito y comienza una nueva vida.

El Director-Mauricio

Él es el señor Director de la organización que fundó del doctor Ariel. Se lo presenta como un hombre joven y sonriente, con cierto aire bohemio y seguro de sí mismo. La Secretaria, Helena, es su mano derecha y cumple con todo lo que él dispone. Es un experimentado actor, profundamente comprometido con la causa que lleva a delante. Cree que el mundo necesita de fantasía y considera el arte algo superior a la naturaleza. A pedido de Balboa, interpretará el papel de su nieto Mauricio, por lo que es llamado así en las indicaciones escénicas. Durante la simulación que lleva a cabo, descubre que puso tanto énfasis en su tarea de construir una fantasía que se vea real que no pudo ver la verdad frente a sus ojos: había nacido el amor entre él y su falsa esposa Isabel. Al final de la obra se declaran mutuo amor.

Balboa

El señor Fernando Balboa es el esposo de la abuela, la señora Eugenia Balboa. Se lo presenta como un anciano correctísimo y pulcro. Junto a su esposa, criaron a su nieto Mauricio desde la muerte temprana de sus padres. El amor indulgente y la falta de disciplina hicieron que el muchacho se volviera vicioso, con malas compañías y deudas de juego que empezó a pagar robándoles a sus abuelos. A raíz de esto, Balboa lo echó de la casa. Desde ese momento, escribe cartas falsas a la abuela simulando ser su nieto. Cuando el barco en el que iba a llegar el verdadero Mauricio, según el cablegrama que él mismo envía, se hunde sin dejar sobrevivientes, Balboa le pide al Director que asuma el rol de su nieto para que la abuela no muera de tristeza. Hacia el final de la obra, cuando la abuela descubre la simulación y decide ocultar la verdad a la falsa pareja de nietos, el señor Balboa será cómplice de su esposa.

El Otro

Su nombre real es Mauricio Balboa. La obra lo llama “el Otro” para diferenciarlo del Director, que asume su identidad. Mauricio es el nieto del señor y la señora Balboa. Criado con indulgencia y falta de disciplina por ellos, comienza un camino de vicio, malas compañías y deudas de juego desde su temprana juventud. Cuando es descubierto intentando robar a sus abuelos, el señor Balboa lo echa de la casa. El Otro parte hacia Canadá, donde se vuelve un delincuente profesional. Perseguido por las deudas, vuelve a su casa natal a reclamarles dinero a sus abuelos. Se lo muestra como un hombre cruel y despiadado, que solo piensa en su salvación y a quien no le importa ver sufrir a su abuela con tal de salvar su pellejo. Representa la cruel verdad que pone en peligro la felicidad de la abuela.

La abuela

La señora Eugenia Balboa es la esposa de Fernando Balboa y la abuela del verdadero Mauricio, a quien la obra llama “el Otro”. Se la presenta como una anciana noble y frágil de salud, pero con energías renovadas al saber que va a volver a ver a su nieto, a quien crió desde la muerte temprana de sus padres. El amor indulgente y la falta de disciplina hicieron que el muchacho se volviera vicioso, con malas compañías y deudas de juego que empezó a pagar robando a sus abuelos. A raíz de esto, Balboa lo echó de la casa. Desde ese momento, la vida de la abuela fue apagándose y su salud empeoró. Solo las falsas cartas que escribe su esposo fingiendo ser su nieto le hacen recobrar el sentido de su vida. Su obsesión por él hace que estudie la geografía de Canadá, el idioma inglés y hasta arquitectura, profesión a la que supuestamente se dedica el joven. Hacia el final de la obra, se sacrifica por sus falsos nietos escondiéndoles que descubrió la verdad. El título de la obra hace referencia a cómo ella, muerta por dentro por conocer la verdad sobre su nieto, sigue en pie para disimular frente a Mauricio e Isabel.

Genoveva (la criada)

Es la criada de los Balboa. Es presentada como “amiga y confidente de la señora”. Tiene mayor jerarquía que Felisa, la doncella, a la que le ordena qué tareas hacer y cómo hacerlas. En la obra, aparece compartiendo sospechas con la abuela sobre el amor entre Mauricio e Isabel, ya que los descubre durmiendo en habitaciones separadas.

Felisa (la doncella)

Es un personaje menor, que asiste a la criada Genoveva en sus tareas. Se insinúa que tiene un amorío con el chofer, Manolo, quien no aparece en escena.

Helena (la secretaria)

Helena es la secretaria de la organización que comanda el Director-Mauricio. Se la presenta como una mujer “madura de años y de autoridad”, una trabajadora eficiente y estricta con su subordinada, la mecanógrafa Amelia. Conoce a la perfección su trabajo. Extrema su prolijidad, ya que el mínimo error puede costar caro. Se apega a las reglas y las hace respetar con autoridad, haciendo frente a las quejas de los actores miembros de la organización, como el pastor y el ilusionista.

La mecanógrafa (Amelia)

Amelia es nueva en su trabajo de mecanógrafa para la organización que dirige Mauricio. Trabaja bajo la tutela de Helena y, en comparación a ella, se la muestra inexperta y en posición de aprendiz, curiosa por el funcionamiento de la empresa y cometiendo algunos errores. A pesar de eso, demuestra ser una joven trabajadora y eficiente, que conoce las fichas a tal punto de ser capaz de encontrarlas con los ojos cerrados.

El pastor protestante - El marinero noruego

No se trata de un pastor real ni de un marinero, sino de uno de los actores que trabaja para la organización. Se lo llama por el papel que representó en la misión que acaba de cumplir ni bien entra en escena: un pastor protestante que ayuda a una señora solterona escocesa. Presenciamos arriba del escenario su transformación: se saca las patillas falsas, deja su Biblia y lentes para pasar a su disfraz de marinero. En realidad, es un erudito, conocedor de trece idiomas y con cinco títulos universitarios, grandilocuente y un poco pedante: una parodia de un gran catedrático. Se encuentra disconforme con las misiones en las que le toca participar por considerarlas “trabajos inferiores”. Sin embargo, se mantiene dentro de la organización por ser, según sus palabras, un idealista que cree en la causa. Dentro de la empresa se lo conoce como F-48, ya que tiene prohibido dar a conocer su verdadero nombre por cuestiones de seguridad. Sin embargo, se siente deshumanizado por esto y termina confesándole al ilusionista que su nombre es Juan.

El ilusionista

No se trata de un verdadero ilusionista, sino de uno de los actores que trabaja en la organización del doctor Ariel. No se menciona su nombre, pero se lo conoce en la organización como X-31. Como el pastor que lo precedió, él también se queja por el trabajo que tiene que realizar. Proviene del mundo del circo y habla con nostalgia de la vida en los caminos, la carpa de lona y los viajes. Funciona como contraparte cómica del pastor. A través de sus charlas, el espectador tiene los primeros indicios del carácter de la organización en la que trabajan.

El mendigo - El ladrón de ladrones

Se trata de otro actor más, que aparece fugazmente desconcertando a Marta-Isabel y al sr. Balboa. Vestido con una mugrienta capa y un parche en el ojo, va dejando sobre el escritorio de la oficina todos los objetos de valor que pudo robar a otros ladrones. Su misión consiste en convencer a jóvenes delincuentes de que desistan del camino del crimen. Su nombre en clave es S-S-2.

El cazador

Otro de los actores de la organización. Aparece brevemente, infundiendo terror a Marta-Isabel y al sr. Balboa, que no entienden todavía el carácter de la organización en la que se hayan. Es el personaje más exagerado de la obra. Entra pateando la puerta, lanzando un grito tirolés, con una escopeta en la espalda y dos perros que lo acompañan. Se lo ve jubiloso, muy satisfecho de sí mismo y de su trabajo. Llama por teléfono exigiendo cincuenta perros más para su misión, una clara exageración que desconcierta a Isabel y a Balboa.

El doctor Ariel

Mencionado en la obra, no aparece interpretado. Es el fundador de la organización que comanda el Director-Mauricio. En la oficina hay un retrato suyo, que lo muestra como un hombre de sonrisa bonachona, melena blanca y barba entre artística y apostólica.

Manolo (el chofer)

Mencionado en la obra, no aparece interpretado. Es el chofer de los Balboa, quien lleva a Manolo e Isabel a la casa de los abuelos. Se insinúa que tiene un amorío con la doncella, Felisa.