La vuelta de Martín Fierro

La vuelta de Martín Fierro Elementos Literarios

Altavoz o Narrador, y Punto de Vista

La voz principal es la de Martín Fierro. Después están los cantos en los que toman la voz el hijo mayor de Fierro, el hijo segundo y Picardía. Dentro de sus relatos aparecen las voces de otros personajes, como Vizcacha o el oficial con el que se enfrenta Picardía. En la payada alternan la voz del canto Martín Fierro y el Moreno. Finalmente, está la voz anónima que funciona como un narrador en tercera que introduce la voz de Picardía y la payada, y que cierra en primera persona el poema. Es una voz que, si bien no está identificada, utiliza el mismo registro verbal que construye la gauchesca para remedar ficcionalmente la voz del gaucho. Se podría adjudicar esta voz al autor del poema, José Hernández.

Forma y Medidor

La estrofa dominante del poema es la sextina. También hay cuartetas y cantos sin división en estrofas. El verso es en octosílabos.

Metáforas y Símiles

El poema acude a varias metáforas y símiles con los que el gaucho describe sus padecimientos y forma de comprender el mundo. La mayoría de estas provienen de la naturaleza, gran repertorio de analogías que utiliza el gaucho. Así, por ejemplo, compara la temeridad del indio con la del león (v. 560) y la ley con una telaraña de la que se libran los bichos más grandes, los que más tienen, y que atrapa a los más chicos, los que menos tienen (vv. 4235-4240).

Aliteración y Asonancia

En algunas estrofas, además de la rima, los versos se unen sonoramente por la predominancia de ciertas consonantes y vocales. Por ejemplo, en la siguiente estrofa encontramos aliteraciones en los versos uno, dos, tres y seis, que se unen sonoramente con la letra “c”, y en los versos cuatro y cinco, con la letra “l”:
Ah! viejo más comerciante
En mi vida lo he encontrao-
Con ese cuero robao
Él arreglaba el pastel,
Y allí entre el pulpero y él
Se entendia el certificao.- (vv. 2187-2192).

Irony

El poema presenta varias ironías. Algunas de ellas son: que el hijo segundo de Fierro, quien quedó en la pobreza luego de que le arrebataran lo que sus tías le dejaron en herencia, termine heredando los objetos de poco valor de Vizcacha; que el hijo de Cruz, cuya madre se llamaba Inocencia, reciba el apodo “Picardía”; y que Fierro le gane la payada al Moreno con un conocimiento de la cultura letrada, cuando él mismo había dicho que no era un cantor letrado.

Genero

Poesía gauchesca.

Ajuste

La campaña argentina en el último tercio del siglo XIX.

Tone

El tono oscila entre el lamento y la denuncia, con más predominio de la primera. También hay un tono moralista en las reflexiones y enseñanzas de Fierro.

Protagonista y Antagonista

Aunque la figura principal es Martín Fierro, sus hijos y Picardía son también protagonistas de sus historias. En el relato de Fierro, el indio es el principal antagonista. Luego, en la payada, su contrinctante es el Moreno. En los relatos de los hijos y de Picardía aparecen como antagonistas ciertas figuras de autoridad como el juez de paz, el oficial y el comandante.

Conflicto Principal

El conflicto principal que atraviesa las historias de Fierro, sus hijos y Picardía es el que el gaucho tiene con la sociedad y con la autoridad, fuerzas antagónicas que lo fuerzan a llevar una vida de miseria y sufrimiento.

Climax

La payada es el momento clímax del poema, en el que Fierro, que estaba celebrando el reencuentro con sus hijos y el de Cruz, debe hacerle frente a una deuda de su pasado matrero, porque el Moreno que lo desafía quiere vengarse de que mató a su hermano. La payada con el Moreno le permite a Fierro demostrar su habilidad como cantor y, cuando termina, le da la oportunidad de mostrar su valentía en el enfrentamiento a cuchillo, aunque él ya no quiera pelear. Como los presentes impiden que ocurra el duelo, la tensión climática se resuelve sin conflicto.

Presagio

Cuando comienza su canto, Picardía anticipa que más adelante revelará su identidad y por qué se encuentra allí. Luego se descubre como el hijo de Cruz, el amigo de Fierro.

Atenuación

En su canto, la forma en la que Picardía se burla del oficial mediante juegos de palabras es una forma de atenuar su intención de provocarlo. Por ejemplo, allí le dice: “Lo hallé una noche cantando- / Y le dije: -co.. mo.. quiando / Con ganas de oir un cantor” (vv. 3280-3282). Con ello, Picardía cuestiona las habilidades cantoras del oficial diciéndole indirectamente que está “moqueando” y tratándolo así de “mocoso” o de “poco experimentado”.

Alusiones

El poema comparte un sistema de referencias que es propio de la poesía gauchesca. Por ejemplo, las diferentes formas de nombrar a los caballos, las palabras mal pronunciadas y la aparición de proverbios y refranes: todo aquello forma parte de la manera en que el género recupera los saberes y la forma de hablar del gaucho. De esta manera, ‘La vuelta de Martín Fierro’ establece un diálogo con la tradición literaria de la que forma parte.

Metonimia y Sinecdoque

En el poema, los indios representan por metonimia el espacio del desierto. Al mismo tiempo, las llaves, las paredes y los cerrojos que menciona el hijo de Fierro, además de ser símbolos del aislamiento del gaucho, representan por sinécdoque la Penitenciaría.

Personificación

Cuando el hijo mayor de Fierro cuenta lo que padeció en la Penitenciaría, personifica a la muerte diciendo que el silencio es tan grande que cuando llegue la muerte “se le han de sentir / las pisadas” (vv. 1897-1898). También dice que, por su soledad, los presos “[conversan] con las rejas” (v.2001), y personifica a la ley diciendo que es “muy severa” (v.2025) al castigar el crimen de un hombre con “el más tremendo y atroz” (v.2028) de los suplicios: privarlo de la palabra.

Hyperbole

Para expresar el dolor que sintió cuando murió Cruz, Fierro dice que al desmayarse cayó “como herido del rayo” (v. 925). Otras hipérboles aparecen en el poema, como cuando Fierro tiene su último enfrentamiento a cuchillo con el indio. Para darle importancia a ese enfrentamiento, dice que su contrincante “era el salvaje más pillo / Que he visto en mis correrías” (vv. 1209-1210) y que “En un apuro mayor / jamás me he vuelto a encontrar” (vv. 1271-1272).

Onomatopoeia

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