Historia de dos ciudades

Historia de dos ciudades Elementos Literarios

Genero

Novela histórica.

Configuración y Contexto

Inglaterra y Francia, especialmente Londres y París, entre 1775 y 1793.

Narrador y Punto de Vista

El narrador es un narrador omnisciente que tiene una perspectiva general de la época y particular de los acontecimientos que competen a los personajes de la trama.

Tono y Estado de Ánimo

En el primer capítulo se emplea un tono de fábula para darle un carácter enigmático a la presentación de la época. Luego predomina el tono de suspenso característico de la novela por entregas, en la que se utiliza 'cliffhangers' para generar curiosidad en el lector.

Protagonista y Antagonista

Los protagonistas son los que integran el círculo familiar de los Manette-Darnay: el doctor, Lucie, Charles, Lorry y Carton. Los antagonistas más importantes son los Defarge, quienes pretenden ayudar a la familia, para luego ser los encargados de que la sentencia de muerte de Darnay se cumpla.

Conflicto Principal

La Revolución francesa es el gran conflicto que influye en todos los aspectos de la historia. Para la familia Manette-Darnay, el conflicto principal dentro de este contexto turbulento es que Charles Darnay es heredero del título de marqués de St. Evrémonde, a quien los Defarge (como actores revolucionarios) condenan a muerte por ser el sucesor que debe pagar por los crímenes cometidos por su familia.

Climax

Hay dos puntos de inflexión en 'Historia de dos ciudades', uno relativo al panorama más amplio de la revolución, otro a la historia particular de los personajes. El primero ocurre durante la toma de la Bastilla, momento que da inicio al período revolucionario. El segundo sucede en el último juicio contra Darnay, cuando la inesperada denuncia que el doctor Manette escribiera en prisión opera en contra de su propio yerno, condenándolo a morir en la guillotina.

Presagio

'Historia de dos ciudades' está llena de indicios que anticipan los acontecimientos del relato. Los pasos que Lucie Manette siente escuchar en torno de su casa son premoniciones de que el caos producido por la Revolución francesa entrará en sus vidas, amenazando con destruirlas. Junto a estos pasos aparece también el sonido de la tormenta, otra fuerza amenazante. Cerca del final de la novela, Lucie volverá a oír esos pasos, que esta vez serán muy reales, porque vendrán a buscar a su esposo para ser sentenciado a muerte. Cuando Sydney Carton le dice a Lucie que sería capaz de sacrificar su vida por ella y sus seres queridos, tal declaración también anticipa el desenlace de la trama.

Atenuación

Los Defarge organizan la revolución utilizando señales atenuadas que el lector puede descifrar detectando los movimientos que provocan. Por ejemplo, la señora Defarge tose o se pone una rosa en el cabello para indicar que hay alguien sospechoso dentro de la taberna o para ordenar que los clientes salgan, mientras el señor Defarge dice que hace mal tiempo para indicar a los tres Jacques (nombre código para los que participan en la revolución) que se reúnan con él.

Alusiones

La novela posee muchas alusiones literarias que serían reconocibles para el lector del siglo XIX, como referencias o comparaciones con la mitología clásica y el drama shakesperiano. Las alusiones más relevantes son las que refieren al imaginario cristiano, que sirve tanto para poner en valor las acciones de los personajes buenos como para criticar las interpretaciones sacrílegas de los personajes malvados. Por ejemplo, el hecho de que Monseigneur sea tratado sacrílegamente como si fuera un dios se contrasta con el sacrificio abnegado de Carton, que muere como Cristo por los males cometidos por otros.

Imágenes

Ver sección "Imágenes".

Paradoja

Cuando se describe a la guillotina como "el símbolo de la regeneración de la raza humana" (p.349), se plantea la paradoja de que aquella máquina de matar sea venerada por la multitud francesa, que se inclina ante ella como si fuera una cruz.

Paralelismo

La dualidad, presente en casi todos los aspectos de 'Historia de dos ciudades', produce una gran cantidad de paralelismos en la novela. Por mencionar algunos, podemos ver una situación paralela entre el juicio que se realiza en Londres contra Darnay y el que se realiza en Francia contra el mismo personaje, entre la resurrección del doctor Manette y la resurrección de Darnay, o el parecido entre Carton y Darnay (ver en sección "Temas").

Metonimia y Sinecdoque

En conversación con su tío el marqués de St. Evrémonde, Charles Darnay ve el castillo de su familia como algo que encarna, metonímicamente, los males que cometieron sus antepasados: "Esto puede parecer hermoso, pero vista en su integridad, bajo el cielo, bajo la luz del sol, es una torre que se tambalea, hecha de despojos, desgobierno, extorsión, deudas, hipotecas, opresión, hambre, indigencia y sufrimiento" (p.157). Por otra parte, en el pasaje en que se describe la situación del pueblo francés durante el Antiguo Régimen, diferentes elementos, como vestimenta en mal estado o la comida hecha con carne de perros, representa por sinécdoque el estado de pobreza reinante (ver sección "Citas").

Personificación

En el inicio de la novela, aparecen la Muerte y el Destino como entidades personificadas. La primera es un labriego que ya eligió las carretas destinadas a la Revolución (en una de ellas será conducido Carton para morir en la guillotina) y el segundo es un leñador que ha marcado los árboles que se convertirán en "aquella plataforma movible, provista de su cesta y de su cuchilla, que tan terrible fama había de alcanzar en la historia" (p.8). En el final de la novela, se personifica al tiempo como un "poderoso encantador" (p.474) cuyas transformaciones, que siguen "el orden señalado por el Creador" (ibid.) no tienen vuelta atrás.