Historia de dos ciudades

Historia de dos ciudades Guía de Estudio

Dickens publica su duodécima novela, Historia de dos ciudades, en su propia revista literaria, llamada All The Year Round, por entregas semanales, desde abril hasta noviembre de 1859. El germen de la novela proviene de una obra de teatro de Wilkie Collines, The Frozen Deep (1856), en la que Dickens participa como colaborador y actor, interpretando al héroe sacrificado. Dickens decide trasladar esta abnegación al período de la Revolución francesa y moldear el personaje de Sydney Carton a partir del héroe de Collins. Para que su novela sea lo más precisa posible desde el punto de vista histórico, Dickens estudia detenidamente la Historia de la Revolución francesa de su amigo Thomas Carlyle.

Historia de dos ciudades es, en parte, una novela histórica, lo que la diferencia de las demás obras de Dickens. Si bien Barnaby Rudge trata sobre los Disturbios de Gordon en Inglaterra, estos solo se discuten de forma periférica, mientras en Historia de dos ciudades se narran varios aspectos de un evento histórico importante: la Revolución francesa. Dado que Dickens se centra en el efecto de la convulsión política más que en el desarrollo de los personajes, Historia de dos ciudades resulta atípica para los lectores que conocen sus otras novelas, y la crítica sigue debatiendo sobre el lugar que ocupa en el canon de la literatura inglesa.

La Revolución francesa, que tiene lugar entre 1789 y 1793, supone el derrocamiento del orden aristocrático y es seguida de un período de violencia y matanza conocido como el Terror. La guillotina es utilizada como un elemento igualador, en el sentido de que cualquiera, desde María Antonieta hasta los campesinos más humildes, puede terminar decapitado por sus cuchillas. En sus inicios, la Revolución obtiene cierto apoyo entre los radicales ingleses, lo que provoca la reacción de algunos conservadores; la más notable y mordaz es la de Edmund Burke en sus Reflexiones sobre la Revolución francesa (1790). A medida que continúa el derramamiento de sangre, el entusiasmo con la Revolución va disminuyendo en Inglaterra.

Al momento de la escritura de Historia de dos ciudades, la Revolución francesa es todavía el evento más dramático en la memoria reciente del público. Implica asuntos polémicos para Dickens, un político radical que cree en la reforma de las Poor Laws (un sistema de ayuda a personas pobres) y que aboga por una sociedad más igualitaria. Él retrata vívidamente el hambre del pueblo francés y la brutalidad de la aristocracia francesa, encarnada en la novela por la familia Evrémonde, y parece justificar el deseo de revolución de los estratos bajos. Pero también ilustra de forma dramática la violencia de los revolucionarios cuando llegan al poder.

Esta ambivalencia se ejemplifica en la descripción de la señora Defarge, tal vez el personaje más interesante. Ella es implacable en su anhelo de venganza por los agravios que se han cometido contra los suyos y tiene buenas razones para su ira. Sin embargo, su muerte en una riña con la señorita Pross en el final de la novela sugiere que el autor no puede simpatizar con la incesante sed de sangre de la señora Defarge y de los revolucionarios.

La novela de Dickens está construida en torno a una historia de amor, aunque su propio matrimonio estaba empeorando mientras escribía. Dickens estaba infelizmente casado con Catherine Hogarth cuando se enamora de una joven actriz llamada Ellen Ternan, a la que conoce durante su actuación en la obra de Wilkie Collins. Esta situación provoca el final desastroso de su matrimonio con Hogarth, de quien se separa en 1859. La ruptura escandalosa, junto con otros asuntos publicitados que vienen después, aumentan la notoriedad del autor, pero disminuyen un poco su popularidad hacia el final de su vida.