Ensayo sobre la ceguera

Ensayo sobre la ceguera Símbolos, Alegoría y Motivos

La epidemia (Alegoría)

La novela de Saramago permite una lectura alegórica que establece, a su vez, una analogía con la alegoría de la caverna de Platón. Así, la ceguera que azota esa ciudad sin nombre puede asociarse a la ignorancia y la irracionalidad características de las personas en la sociedad contemporánea, mientras que la única mujer que conserva la vista puede ser asociada al filósofo platónico, es decir, a quien ve las cosas como realmente son.

El hecho de que ni los personajes ni la ciudad que habitan tengan nombres, así como la repentina y poco verosímil recuperación de la vista al final de la novela parecen confirmar la intención alegórica del texto.

La ceguera (Símbolo y Motivo)

Como parte de la alegoría que recorre la novela, la ceguera tiene un lugar privilegiado como símbolo de aquello en lo que la novela se concentra e insiste en criticar: la ignorancia y la irracionalidad. La repentina ceguera que azota la ciudad cobra este sentido en base a las analogías que el relato establece con la alegoría platónica de la caverna, en la que un grupo de hombres, encerrado en una cueva, se ve limitado en sus movimientos y en su campo de visión y cree que las sombras que reflejan objetos reales son, de hecho, la realidad. En la novela de Saramago, la ceguera se vuelve literal y la capacidad de visión de la mujer del médico, por contraposición, supondrá la revelación de una dura verdad sobre la naturaleza humana.

Además, la ceguera funciona como motivo principal en Ensayo sobre la ceguera, dado que es el disparador inicial de toda la trama.

Los baños de las mujeres (Símbolo)

Luego de ser violadas por los hombres al mando del ciego de la pistola, las mujeres de la primera sala se bañan guiadas por la mujer del médico en una suerte de ritual de purificación que se repetirá cuando ya estén en la casa de esta última y se largue a llover. Entonces, todas las mujeres se bañarán juntas bajo la lluvia. En ambos casos, el baño no solo simboliza una limpieza tras las violaciones sufridas y los horrores vividos, sino también un sentido de comunidad que excluye a los hombres y que se refleja a lo largo de la novela en diversas actitudes y acciones de sororidad.