Ensayo sobre la ceguera

Ensayo sobre la ceguera Resumen y Análisis Parte XIV

Resumen

El grupo se prepara para irse. Encuentran zapatos nuevos y salen en busca, primero, de la casa de la chica de las gafas oscuras. Se mueven muy lentamente porque tienen hambre; están débiles. Finalmente, llegan al edificio donde está el departamento de la muchacha y parece no haber nadie. No obstante, cuando entran se encuentran con una anciana que habita en el primer piso y parece haberse vuelto un poco loca. Ella les cuenta que ha estado viviendo de los conejos que cría en su patio trasero. Los caza, les rompe el cuello y los come crudos.

El grupo logra entrar al departamento de la muchacha por una ventana abierta y deciden pasar la noche allí. Al día siguiente, le piden a la anciana que guarde la llave de la casa de la muchacha, quien pretende volver cada semana para ver si su familia vuelve allí. La mujer accede a regañadientes y a cambio de comida.

Deciden que lo mejor que pueden hacer es permanecer juntos, pase lo que pase. Parten luego en busca de la casa del médico, que es la más cercana. Al pasar por el distrito financiero, ven los escombros del pánico financiero que se apoderó de la ciudad a medida que más y más personas comenzaban a quedarse ciegas. Muchos coches lujosos están ahora ocupados por familias de ciegos. Finalmente llegan a la casa del médico.

Análisis

La mujer que vive en el primer piso del edificio de la muchacha funciona como un caso que ejemplifica los límites de la humanidad. La anciana parece haber descendido a un modo de supervivencia prácticamente animal, comiendo conejos crudos que atrapa con las manos. Además, vive en medio de la más extrema suciedad: su casa está llena de cadáveres a medio comer, pieles y excrementos. Está completamente sola. Su único rasgo de humanidad parecería ser su nombre. Desde una lectura alegórica, vemos en esta mujer el final definitivo de la caída desde el mundo de la comprensión, simbolizado por el mundo de los videntes. Es interesante que el relato se estructure de modo de presentar dos figuras opuestas viviendo en las casas de dos miembros del grupo de la primera sala. Esta mujer parece haber perdido casi todo vestigio de humanidad, excepto por su capacidad del habla. En la siguiente sección, el grupo conocerá, en la casa de primer ciego, a un escritor que servirá de contrapunto a esta anciana.

Después de esta visita, el grupo afirma su cohesión y el tema del hogar o la pertenencia se hace más fuerte. Esto se debe, en parte, a que el contexto, menos hostil, minimiza la confrontación abierta con otros, permitiendo así que destaquen las características positivas de cada uno, en contraposición a lo que sucedía en el manicomio.

Caminar por el distrito financiero vuelve a poner en primer plano el tema de la fragilidad de la estructura social. Estos edificios bancarios son grandes e imponentes y representan visualmente su confiabilidad. Sin embargo, todo se ha derrumbado con la epidemia. Todo lo que representaban los bancos ha desaparecido y ha sido reemplazado por la mera supervivencia. Esta transición queda simbólicamente plasmada en las limusinas, que han sido reutilizadas como refugios para familias de ciegos.