Ensayo sobre la ceguera

Ensayo sobre la ceguera Lista de Personajes

El médico

El médico es un oftalmólogo que se queda ciego después de tratar a un paciente con la "ceguera blanca". Debido a su experiencia médica y al hecho de ser uno de los primeros internos en el antiguo manicomio, tiene cierta autoridad. Sin embargo, gran parte de esta autoridad proviene del hecho de que su esposa puede ver y le brinda información privilegiada sobre los acontecimientos. Cuando finalmente salen del manicomio, el grupo de ciegos se dirige a su casa.

La mujer del médico

La esposa del médico es el único personaje de toda la novela que no pierde la vista. Este fenómeno nunca es explicado en la novela. Incapaz de dejar solo a su marido, les miente a los médicos y dice estar ciega para ser confinada junto a él. Una vez dentro, intenta colaborar con la organización sin develar su condición, pero poco a poco se va volviendo imposible contener la violencia animal que se desata en el recinto. Cuando un sector comienza a retener comida y a exigir a las mujeres de otras secciones que se prostituyan a cambio de alimentos, la mujer del médico mata al líder de esa improvisada banda criminal. Tras escapar del complejo, ella lidera su grupo y ayuda a los otros a sobrevivir en una ciudad completamente enceguecida.

La chica de las gafas oscuras

La chica de las gafas oscuras solía ser una prostituta a tiempo parcial. Se queda ciega mientras está con un cliente, y entonces la sacan brutalmente del hotel y la llevan al antiguo manicomio. Una vez allí, se une al aún pequeño grupo de personas que fueron infectadas en el consultorio del médico. En un momento, cuando el ladrón de autos la manosea, camino al baño, ella lo patea, provocándole con su taco una herida que eventualmente se infectará y le provocará la muerte. Durante la cuarentena, la chica de las gafas oscuras se ocupa especialmente del niño estrábico, que ha perdido a su madre. Hacia el final de la historia, ella y el anciano del parche en el ojo negro se vuelven amantes.

El viejo de la venda negra

El viejo de la venda negra es la última persona en unirse a la primera sala. Trae consigo una radio portátil que les permite a los internos enterarse de las noticias. También es el principal artífice del fallido ataque contra el sector de los malvados que acaparan las raciones de comida. Una vez que el grupo escapa del manicomio, el anciano se convierte en el amante de la chica de las gafas oscuras.

El perro de las lágrimas

El perro de las lágrimas es un perro que se une al pequeño grupo de ciegos cuando estos salen del manicomio. Aunque en general es leal a la esposa del médico, ayuda a todo el grupo, protegiéndolo de las manadas de perros que se vuelven más salvajes cada día. Se le llama el perro de las lágrimas porque se apega al grupo tras lamer las lágrimas del rostro de la esposa del médico.

El niño estrábico

El niño con estrabismo es paciente del médico, y probablemente se haya infectado en su consultorio. Lo llevan al manicomio sin su madre y pronto se une al grupo de la primera sala. La chica de las gafas oscuras lo alimenta y lo cuida como una madre.

El ladrón del coche

Después de que el primer ciego queda ciego en medio del tráfico, un hombre lo lleva a su casa y, posteriormente, le roba su automóvil. Poco después de quedarse ciego, el ladrón del coche y el primer ciego se reencuentran en el manicomio y tienen una disputa. Sin embargo, no tienen mucho tiempo para resolver sus problemas, ya que el ladrón es el primer interno asesinado por los guardias; es baleado mientras se acerca a la entrada del lugar para pedir medicamentos para su pierna infectada.

El primer ciego

El primer ciego pierde la vista en su coche, en medio del tráfico, esperando en un semáforo. Lo llevan inmediatamente a su casa y se dirige luego al consultorio del médico, donde infecta al oftalmólogo y a los demás pacientes. Es uno de los miembros principales de la primera sala, el sector que reúne a los primeros internos, protagonistas de la obra. Este personaje es también el primero en recuperar la vista, cuando la epidemia, final e inexplicablemente, termina.

La mujer del primer ciego

La esposa del primer ciego pierde la vista poco después de ayudar a su esposo a prepararse para la cuarentena. Se reencuentran en el manicomio. Una vez dentro, también se une a la primera sala, junto al médico y su esposa. Cuando la sala de malvados comienza a exigir que las mujeres se acuesten con ellos a cambio de recibir alimentos, la esposa del primer ciego se ofrece voluntariamente a hacerlo, en solidaridad con los demás.

El ciego de la pistola

El ciego de la pistola es el líder de la sala de los malvados que toma el control del suministro de alimentos en el manicomio. Él y sus secuaces se apropian de las raciones de comida que llegan y amenazan con disparar a cualquiera que intente prevenirlo. Los miembros de esta sala exige objetos de valor a los demás internos a cambio de comida y, cuando se agotan las pulseras y los relojes, comienzan a violar a las mujeres. El ciego de la pistola es eventualmente asesinado a puñaladas por la esposa del médico.

El ciego contable

Este hombre no es uno de los afectados por la "ceguera blanca", sino que es ciego de nacimiento. Es el único del manicomio que puede leer y escribir en braille, y que sabe utilizar un bastón. Además, es el segundo al mando en el sector de los malvados. Cuando la esposa del médico mata al ciego de la pistola, el ciego contable toma la pistola y trata de tomar el control, pero no consigue suficiente apoyo. Muere cuando una de las mujeres violadas incendia la sala donde se encuentran los malvados.

La camarera del hotel

Es una interna en el hospital psiquiátrico abandonado. Fue la primera en encontrar a la muchacha de las gafas oscuras luego de que esta se quedara ciega.

El dependiente de farmacia

Es un interno de la primera sala del hospital psiquiátrico abandonado.

Otros internos e internas en el hospital abandonado

Los protagonistas del relato comparten la cuarentena con cientos de internos que ven reducida su existencia a condiciones esencialmente salvajes.

El sargento

El sargento a cargo de las órdenes que cumplen los soldados al cuidado de las puertas del hospital psiquiátrico abandonado se muestra frío e inflexible con los internos. Si fuera por él, asegura, los mataría sin más. Finalmente, él también se queda ciego y, coherente con sus ideas, se suicida.

Los soldados

Los soldados que resguardan las puertas del ex hospital psiquiátrico responden a sus superiores sin cuestionárselo, no muestran un ápice de empatía por los internos y, cuando las apremiantes circunstancias los obligan a tomar una decisión, lo hacen motivados por el miedo. En diferentes circunstancias, ante la duda y sin escuchar razones, asesinan internos y no dan muestras de remordimiento alguno.

La anciana

Vecina de la muchacha de las gafas oscuras, aparece en escena cuando el grupo protagonista pasa por la casa de aquella con la esperanza de encontrar a sus padres. La anciana se encuentra flaquísima y sucia, en un estado prácticamente salvaje, y se muestra hosca y desconfiada. No obstante, acepta guardar la llave de la casa de su vecina por si los padres de esta vuelven, y termina dando muestras de ser fiel a su palabra cuando el grupo la encuentra muerta, aún con la llave en la mano.

El escritor

Al escritor el grupo de ciegos que protagoniza el relato lo encuentra instalado en la casa del primer ciego. El hombre escribe aún suponiendo que ya nadie podrá leerlo, como una forma de conservar su identidad.

Otros ciegos y ciegas

Cuando el grupo protagonista del relato sale del recinto donde cumplían con la cuarentena, se encontrarán con ciegos y ciegas por la ciudad, generalmente moviéndose en grupo, hambrientos y en estado prácticamente salvaje.