Drácula

Drácula Resumen y Análisis Capítulos 13-16

Resumen

Capítulo 13

El capítulo contiene la continuación del diario del Dr. Seward del 20 de septiembre y una entrada del 22 del mismo mes; una entrada del diario de Mina, ahora de apellido Harker, del 22 de septiembre, y dos artículos de The Westminster Gazette del 25 de septiembre.

Lucy y la señora Westenra son enterradas juntas. Van Helsing toma posesión del diario de Lucy, y los dos médicos se encargan de la logística del entierro y de los papeles de las Westenra. El cuerpo de Lucy es preparado por la gente de pompas fúnebres y se ve más hermoso que nunca. Van Helsing parece turbado por este fenómeno y coloca flores de ajo sobre la cama y el cuerpo. También pone un crucifijo en la boca de la muerta. Al día siguiente, le dice a Seward que debe decapitarla y llenarle la boca de ajo, pero luego reporta que el crucifijo que le puso en la boca fue robado (aunque lo ha recuperado) y que entonces tendrán que esperar antes de hacer cualquier cosa. Seward no puede comprender las acciones de Van Helsing, pero confía en él de todas formas. Arthur Holmwood, llamado Lord Godalming tras la muerte de su padre, es el beneficiario de todas las posesiones de Lucy. Cuando llega a Hillingham, con el corazón destrozado, Van Helsing habla con él y los dos prometen ser amigos y confiar uno en el otro. Van Helsing desea leer los diarios de Lucy; Arthur accede.

Mina y Jonathan están en Londres, después del funeral de Hawkins, cuando se encuentran con el conde. De pronto, Jonathan parece recordar muchas cosas de su viaje y se muestra aterrorizado; dice que el conde ahora está en Londres y se lo ve joven, y es tan fuerte el temor que le produce que debe irse del lugar. Luego se duerme sobre el hombro de Lucy. Al despertar, parece no recordar el episodio. Turbada por estos eventos, Mina resuelve abrir el diario de Jonathan y leerlo. Sin embargo, esa noche llegan a su casa y se encuentran con un telegrama que informa que Lucy y la señora Westenra han fallecido. Mientras tanto, Seward realiza lo que piensa que será la última entrada de su diario, y Lucy es enterrada. Van Helsing parte hacia Ámsterdam para ocuparse de otros asuntos.

Los periódicos del 25 de septiembre reportan que un número de niños ha desaparecido temporalmente en la zona de Hampstead Heath, área en la que Lucy ha sido enterrada. Los chicos atestiguan haber estado jugando con “La Señora Ensangrentada”, y regresan con pequeñas mordidas en sus cuellos.

Capítulo 14

Este capítulo incluye las entradas del diario de Mina Harker de los días 23 y 24 de septiembre, una carta de Van Helsing a Mina del 24 de septiembre, un telegrama de Mina a Van Helsing del 25 de septiembre, cartas entre Van Helsing y Mina del 25 de septiembre, y las entradas de diario de Jonathan Harker y del Dr. Seward del 26 de septiembre.

Mina lee el diario de Jonathan y queda impactada con su contenido. Piensa que todo aquello puede haber sido escrito bajo la influencia de la fiebre cerebral, pero no está muy segura de eso, por lo que decide transcribirlo para que pueda ser leído por otras personas. Van Helsing, quien ha leído las cartas que Mina envió a Lucy, visita a Mina para hacerle preguntas sobre los eventos previos a la muerte de su amiga. Mina queda impresionada por el doctor y le entrega el diario de Jonathan. Van Helsing lo lee y regresa a la casa de los Harker al día siguiente. El espíritu de Jonathan se siente reconfortado cuando Van Helsing le asegura que cree en cada palabra de su diario, y comienza a recuperar los recuerdos de su estadía en Transilvania. Van Helsing elogia a Mina y todas sus virtudes, y promete ser un buen amigo de la pareja por siempre. Luego, manifiesta su interés por hacerle más preguntas a Jonathan en un futuro sobre todo lo que ha vivido. Mientras toma el tren, observa el artículo del periódico sobre La Señora Ensangrentada y queda horrorizado por la velocidad con la que han comenzado los ataques.

El Dr. Seward ha retomado su diario y reporta que Renfield ha regresado a su manía por las moscas y las arañas. Narra luego su encuentro con Van Helsing, quien le muestra el artículo sobre los niños atacados e insinúa una conexión entre la muerte de Lucy y aquellos ataques, pero Seward se muestra escéptico. Van Helsing entonces da un largo discurso sobre todos los fenómenos inexplicables que existen en el mundo y lo insta a ser un poco más abierto de mente. Seward imagina que lo que sea que ha causado la muerte de Lucy ahora está atacando a los niños, pero Van Helsing niega que eso sea así, y le dice que los ataques los está realizando la misma Lucy.

Capítulo 15

El capítulo 15 incluye las entradas del diario del Dr. Seward de los días 26, 27, 28 y 29 de septiembre, y una nota de Van Helsing dirigida a Seward (pero no entregada) del 27 de septiembre.

Seward duda mucho de la teoría de Van Helsing, pero acepta acompañarlo a examinar a uno de los niños que ha sido víctima de “La Señora Ensangrentada”. Las heridas son casi idénticas a las que tuvo Lucy, y el doctor les dice que el niño preguntó, al despertar, si podía ir a jugar con “La Señora Ensangrentada”.

Es de noche, Seward y Van Helsing se cuelan en el cementerio y entran al mausoleo de la familia Westenra. El sarcófago de Lucy está vacío, pero esto no es suficiente para convencer al Dr. Seward de lo que está sucediendo. Entonces, los dos se esconden en diferentes zonas del cementerio y pasan la noche vigilando. Justo antes del amanecer, una figura blanca se mueve a través del cementerio. Van Helsing luego encuentra a un niño pequeño con heridas en el cuello, que duerme pesadamente. Los dos se retiran entonces de allí y dejan al niño en un camino para que lo encuentre un policía. Al día siguiente, regresan al mausoleo y vuelven a forzar el sarcófago. Esta vez, encuentran a Lucy adentro, más hermosa y radiante que nunca. Van Helsing entonces le revela al Dr. Seward, en términos explícitos, que su muerte fue causada por un vampiro y que ahora es una no-muerta. A pesar de que quiere matarla en ese mismo momento, Van Helsing decide que será mejor que Arthur la contemple con sus propios ojos y comprenda a lo que se tendrán que enfrentar de ahora en más. Por eso, la noche siguiente Van Helsing coloca ajo y un crucifijo para obligar a Lucy a mantenerse en su tumba y evitar que siga haciendo estragos en la ciudad.

Tras una noche de sueño, Seward comienza a dudar de Van Helsing otra vez. Ese día, el doctor holandés les cuenta a Quincey y a Arthur que deben acompañarlo al mausoleo de la familia Westenra y abrir la tumba de Lucy. También les explica que ahora Lucy es una no-muerta y que tendrá que decapitarla para acabar con su poder maligno y devolverle la paz a su alma. Al principio, Arthur se muestra indignado y encolerizado por tal perspectiva y se niega a participar, pero luego de un apasionante discurso de Van Helsing acepta al menos acompañarlos a la tumba y ver lo que está sucediendo.

Capítulo 16

El capítulo 16 incluye las entradas del diario del Dr. Seward de la mañana y la noche del 29 de septiembre. Esa noche, Van Helsing, Seward, Arthur y Quincey se dirigen a la tumba de Lucy, que, como anunció Van Helsing, se encuentra vacía. El líder del grupo sella la entrada al mausoleo utilizando una hostia consagrada y los cuatro se esconden y esperan. Luego de un tiempo, aparece una figura vestida de blanco que carga un niño en brazos; a la luz de la luna, se trata claramente de Lucy, aunque con un aspecto muchísimo más cruel y lascivo que el que tenía en vida. A una señal de Van Helsing, los cuatro amigos la rodean. Lucy entonces se dirige a Arthur con voz cargada de voluptuosidad y lujuria, se dirige a él como su esposo, le dice que se arroje a sus brazos, y este comienza a caminar hacia ella, como poseído por un hechizo. Van Helsing entonces interviene y apunta a Lucy con un crucifijo. Ofuscada, la vampiresa intenta entrar a su tumba, pero no puede atravesar la entrada consagrada por la hostia. Van Helsing entonces le pregunta a Arthur si puede proceder con su deber, y este le concede su permiso. Entonces, quita la hostia de la puerta del mausoleo, tras lo cual Lucy la cruza por una pequeña rendija, haciéndose pequeña o inmaterial, y se esconde en su sarcófago. Los cuatro amigos comprueban que el niño se encuentra vivo y lo dejan en un lugar en el que pueda encontrarlo la policía.

Al día siguiente, regresan a la tumba y Van Helsing les promete que, si matan a Lucy, entonces su alma será libre y estará en paz junto a Dios. También explica que cualquiera que muere en las manos de un no-muerto se transforma en un vampiro. Arthur toma la estaca y el martillo y atraviesa con ella el corazón de su amada. Cuando lo hace, todo el cuerpo de Lucy se sacude y emite unos terribles alaridos de furia y dolor. Cuando todo está hecho, Lucy se ve nuevamente con el aspecto que tenía en vida. Los dientes afilados han desaparecido y su rostro delata una paz profunda. Arthur y Quincey abandonan el mausoleo y los doctores decapitan a Lucy y le llenan la boca con ajo. Van Helsing luego pide ayuda a los tres hombres: ahora es necesario descubrir dónde se oculta el propio Drácula y destruirlo, o la pesadilla seguirá azotando Londres y toda Inglaterra. Los cuatro hombres juran solemnemente trabajar juntos hasta derrotar al vampiro.

Análisis

Los capítulos 13 a 16 están dedicados a la transformación de Lucy en una mujer vampiro y a su persecución. En el capítulo 13, se sigue desarrollando, incluso en medio de las trágicas condiciones, la lealtad entre los personajes masculinos que son los héroes de la novela. Van Helsing y Arthur reafirman su amistad, y Arthur, aunque devastado por sus pérdidas, se siente reconfortado por la presencia gentil de Quincey Morris y el Dr. Seward.

Lucy ahora se ha convertido en una no-muerta, victimaria de niños. Sus ataques contra los infantes son una perversión del instinto y las conductas maternas, y también paralelan los crímenes de los pedófilos. La naturaleza sexual de los ataques de los vampiros ya ha sido bien establecida, y “La Señora Ensangrentada” siempre seduce a los niños con sus invitaciones a jugar. Como las vampiresas del castillo, ahora ella se alimenta de los jóvenes que no pueden defenderse. Sin embargo, hay un elemento de seducción que empuja a los niños a ir voluntariamente con ella. Más tarde, en el capítulo XV, una de sus víctimas se despierta en el hospital y dice que “quiere ir a jugar con La Señora Sangrienta” (p.227).

A esta altura de la novela, ya está claro quiénes son los héroes que se unirán contra Drácula. Entre ellos hay poco conflicto; todos están unidos por la virtud, por promesas de amistad y por el amor que le profesan a Lucy. Con el grupo que se está organizando en un verdadero equipo y con el diario de Jonathan en manos de Van Helsing, la novela ha llegado al punto central del conflicto. Van Helsing sabe ahora mucho más del mal al que se enfrenta, y pronto pondrá sobre aviso al resto del grupo. El tema de la amistad, particularmente entre hombres, se perfila como uno de los más importantes de la novela. Muchas escenas presentan a los personajes masculinos haciendo promesas de amistad recíproca y prometiendo su lealtad a Mina, y esta unidad que se establece entre ellos será uno de los elementos más importantes y poderosos en la lucha contra Drácula, como el mismo Van Helsing lo explicitará en capítulos posteriores.

El hecho de que Drácula haya atacado a Lucy, mejor amiga de Mina, demuestra que el destino o la providencia son también temas importantes en la novela. El destino, o la mano de Dios interviniendo sobre la tierra, está en labios de los personajes de forma recurrente. Van Helsing incluso declarará, más adelante, que Mina fue creada por Dios para un gran propósito, y la conexión entre ella y Lucy no parece ser puro azar. Mina se pregunta, más adelante, si Dios la eligió para sufrir y completar su trabajo en la Tierra. Los planes de Drácula serán frustrados por la elección que este hizo de su víctima: alguien con una conexión con Jonathan, que es también amiga de un amigo de Van Helsing. Estas fuerzas se combinan para impedir que el vampiro pueda “invadir” Inglaterra exitosamente. Harker pudo sobrevivir, de alguna manera, y escaparse del castillo, mientras que la llegada de Van Helsing a la acción es fundamental para la derrota de Drácula. El destino parece jugar un papel importante al reunir a la gente correcta y necesaria para hacerse cargo de la amenaza que se cierne sobre Occidente.

La reapertura del diario del Dr. Seward, quien pensaba que lo había finalizado definitivamente, paralela de alguna manera la naturaleza inacabada de la muerte de Lucy: lo que debería estar muerto, como Van Helsing afirma crípticamente, es solo el comienzo de algo mucho más terrible.

Incluso después de ver a Lucy convertida en una no-muerta, al Dr. Seward le cuesta aceptar la teoría de Van Helsing, y se pregunta si su antiguo maestro no se habrá vuelto loco. Parte del horror del vampiro es que lo empuja a uno a cuestionar su propia cordura y la de la gente que lo rodea: la amenaza de la locura parece afectar a Seward de forma constante. Cabe recordar que el encuentro de Jonathan con lo sobrenatural también lo volvió loco, literalmente. En este capítulo, la locura y su amenaza se manifiesta como el miedo a perder el jucio propio y la desconfianza del juicio ajeno. La posibilidad de haber enloquecido pone en tela de juicio por primera vez la legitimidad de las intenciones de Van Helsing y todo el método científico: todo vuelve a ponerse en duda, incluso la evidencia que se manifiesta ante los sentidos de los personajes y las conclusiones a las que estas los empujan. Así, una vez más se hacen presentes los procedimientos de vacilación, y el Dr. Seward parece desandar mucho camino en la aceptación de los hechos sobrenaturales que ya se han hecho evidentes ante él.

Ante las dudas del Dr. Seward y su incapacidad para aceptar la transformación de Lucy en una no-muerta, Van Helsing pierde la paciencia y profiere un extenso discurso sobre la ciencia y la superstición que vuelve a hacer presente el tema de las formas de conocimiento y pone en dudas el discurso científico de la modernidad:

-Es usted inteligente, John. Tiene buen razonamiento e ingenio. Lo que sucede es que tiene muchos prejuicios. No deja que sus ojos y oídos vean nada que salga de lo común y lo que está fuera de su vida, carece de interés para usted. ¿No piensa que hay cosas que no comprende, pero existen, que algunos ven cosas que otros no pueden ver? Es culpa de la ciencia que quiere explicar todo. Hay cosas viejas y nuevas que les están vedadas a los ojos humanos. Cuando la ciencia no se explica, dice que no hay nada que explicar. Todos los días hay creencias que parecen nuevas y son viejas (p.221).

El discurso de Van Helsing continúa y realiza una defensa del hipnotismo -que será usado más adelante por el propio Van Helsing sobre Mina- y también habla de los avances de la ciencia eléctrica y todo lo que está permitiendo en el mundo; cosas que se considerarían herejía en otra época. Una mirada libre de prejuicios le permite a Van Helsing realizar un sincretismo entre el folklore, las supersticiones, el conocimiento antiguo y las ciencias modernas.

La escena de la muerte de Lucy en el capítulo 16 está cargada de connotaciones sexuales, especialmente relacionadas a la penetración. Hasta este momento, Lucy había sido penetrada solo por Drácula (es decir, por la posesión simbolizada en su mordida) y, ahora, la estaca aparece como una forma de reclamar los derechos nupciales, por eso el que lo hace es Arthur Holmwood, su prometido. Es importante notar que Arthur estaca a su amada, incluso cuando tendría más sentido que lo hiciera Van Helsing, mucho más acostumbrado a lidiar con las situaciones extremas que cualquier otro miembro del grupo. Las imágenes del falo, de la penetración y el orgasmo dominan la escena. Arthur clava la estaca en el cuerpo de Lucy con un vigor que sorprende a los demás, mientras que Lucy grita y se sacude. Seward registra que el cuerpo “comenzó a hacer horribles contorsiones” (p.247) y luego del esfuerzo Arthur está exhausto.

Uno de los temas de la novela es la redención cristiana. Incluso los vampiros, sirvientes del demonio, pueden lograr la salvación cuando mueren. Lucy no está condenada por sus ataques a los niños, y logra regresar a su estado de inocencia cuando su corazón es atravesado por la estaca. Van Helsing promete que cualquier vampiro que sea destruido regresa a Dios, lo que indica que incluso los agentes del mal pueden encontrar la gracia de la salvación. Tras su muerte, la paz en el rostro de Lucy confirma la verdad en la promesa de Van Helsing: “Todos sentimos la paz sagrada que inundaba como el sol aquel rostro” (p.248), registra el Dr. Seward en su diario. Los personajes han logrado la redención de Lucy, y ahora saben que deben atacar a Drácula y derrotarlo para evitar que otras almas sean corrompidas por el vampiro.