Drácula

Drácula Elementos Literarios

Genero

Ficción - Novela de terror.

Configuración y Contexto

Fines del siglo XIX. Transilvania: el castillo del Conde Drácula. Inglaterra: Whitby y Londres.

Narrador y Punto de Vista

Se trata de una novela epistolar, construida a partir de la correspondencia y los diarios de diversos personajes. Los escritos de Jonathan Harker, Mina Harker y el Dr. Seward constituyen la mayor parte de la novela, aunque también se incluyen el diario y las cartas de Lucy Westenra y algunas notas de Abraham Van Helsing. Además, la novela presenta numerosos recortes de periódicos y los telegramas enviados y recibidos por los personajes.

Tono y Estado de Ánimo

La estructura de la novela yuxtapone el mundo racional del observador inglés al mundo sobrenatural del Conde Drácula, y genera una atmósfera donde el relato realista choca y se deshace contra los eventos sobrenaturales desencadenados por la presencia del vampiro.
La atmósfera de la novela corresponde a la del terror gótico: sus paisajes y escenarios son tenebrosos y están cargados de presagios funestos. A su vez, el relato fantástico se construye desde la vacilación de los personajes entre los hechos sobrenaturales que experimentan y su capacidad de interpretarlos desde sus sistemas racionales. Esto hace que toda la narración esté atravesada por el misterio, por el terror difuso (inexplicable, inenarrable) y por la sensación de locura.

Protagonista y Antagonista

Los personajes principales son Jonathan Harker, Mina Harker, el Doctor Seward y Van Helsing. Lucy Westenra, Arthur Holmwood y Quincey Morris son también importantes, pero sus voces tienen menos protagonismo en la construcción de la novela. El antagonista de todos ellos es Drácula.

Conflicto Principal

Un grupo de ingleses victorianos se enfrenta a Drácula, un vampiro de Transilvania que se establece en Londres y ataca y posee primero a Lucy Westenra y luego a Mina Harker.

Climax

El clímax de la acción se alcanza en las últimas páginas de la novela, cuando los héroes persiguen a Drácula hasta Transilvania y logran destruirlo justo antes de que llegue a su castillo y pueda refugiarse.

Presagio

La novela está llena de presagios, principalmente en los primeros capítulos y en el relato de Jonathan sobre su viaje a Transilvania. En el capítulo 1, a medida que se acerca al castillo del Conde Drácula, algunas cosas extrañas comienzan a llamar la atención de Jonathan. Aunque él no les presta mucha atención, todas ellas son presagios de la calamidad a la que se está por enfrentar. Por ejemplo, durante su primera noche en Transilvania, Jonathan escribe en su diario: "No pude dormir bien, y eso que mi cama era cómoda, pero he tenido sueños raros. Un perro aulló toda la noche bajo mi ventana" (p.14).
Luego, cuando Jonathan pregunta por Drácula, la reacción de los lugareños también presagia el desastre: "Cuando le pregunté acerca del Conde Drácula y su castillo, se santiguaron y me aseguraron que nada sabían y se negaron a seguir hablando" (p.17). Todos estos elementos contribuyen a crear un ambiente ominoso, cargado de expectativas, propio del relato de terror.

Atenuación

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Alusiones

A lo largo de la novela hay alusiones tanto a la cultura clásica grecolatina como a la cultura inglesa. Se menciona la época victoriana como contexto sociocultural de la novela, se incluyen versos de poetas románticos ingleses, referencias a Shakespeare y a científicos de la época. Además, se mencionan diosas y personajes mitológicos de la antigüedad clásica, como Vesta, Medusa y Deméter.

Imágenes

Ver sección 'Imágenes' de esta guía.

Paradoja

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Paralelismo

La novela establece muchos paralelos entre el ataque de los vampiros a sus víctimas y los actos sexuales. Ver la sección 'Resumen y análisis' de esta guía.

Metonimia y Sinecdoque

La novela contiene algunas alusiones a la mitología griega, como se explica en el análisis de cada sección. El Dr. Seward, por ejemplo, se refiere al cloral, una droga muy usada en su época, como a Morfeo, lo que implica un desplazamiento de sentidos, desde el sedante en sí hacia la figura del dios griego que propiciaba el sueño: "Si no duermo de inmediato, tomaré cloral, el Morfeo actual" (p.122).

Personificación

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