David Copperfield

David Copperfield Resumen y Análisis Primera parte, Capítulos 16-20

Resumen

David y el señor Wickfield van al día siguiente a conocer al doctor Strong, que es el director de la nueva escuela de David. También conocen a su mujer, Annie, mucho más joven que su marido. Durante la visita, el señor Wickfield y el doctor Strong hablan de un primo de Annie, Jack Maldon, y de su nuevo trabajo. Strong quiere que consiga un trabajo que lo envíe fuera del país, aunque no dice cuáles son las razones de ello. Maldon va a cenar con el señor Wickfield más tarde esa noche y menciona que no encuentra justo el matrimonio entre el doctor Strong y Annie debido a la diferencia de edad. Después de eso, el señor Wickfield parece perturbado y lo trata civilizadamente pero de forma muy distante. Poco después, Maldon parte rumbo a su nuevo trabajo y, mientras lo despiden, David se da cuenta de que lleva el lazo rojo de Annie en la mano.

Al principio, David va bastante retrasado en sus estudios y se siente muy incómodo con sus compañeros, ya que hace mucho tiempo que no se relaciona con otros chicos en un entorno escolar. Pero pronto mejora y se convierte en el primero de la clase. También se siente cada vez más atraído por Agnes y su devoción por su padre. Se entera de que la están educando en casa para que pueda estar con él todo el tiempo. Pronto recibe una invitación del señor Wickfield para quedarse permanentemente con la familia, que acepta encantado. A David le encanta todo de aquella casa excepto Uriah, quien le molesta especialmente por la forma en que se retuerce cuando algo le gusta.

David no tarda en enterarse por Peggotty de que el señor y la señorita Murdstone han vendido todos los muebles de Blunderstone Rookery y han puesto la casa en venta. Se lo cuenta a su tía, que lo visita muy a menudo. El señor Dick también lo visita muy a menudo y se vuelve más cercano, no solo de David, sino también de los chicos de la escuela, del señor Wickfield, de Agnes e, incluso, de Uriah. El señor Dick le habla a David de un hombre que ha estado visitando a la señorita Betsey y asustándola, al punto de que ella le ha estado dando dinero. David no sabe qué pensar, y el señor Dick le hace prometer que no le contará a nadie lo que sabe del extraño hombre.

Un día, Uriah invita a David a tomar el té con su madre y, después de oír lo humildes que son Uriah y ella, y lo encantados que estarían de recibir a David, este acepta. Sin embargo, lo hacen sentirse muy incómodo, preguntándole por secretos relacionados con Agnes y el señor Wickfield y su situación financiera. Por suerte, David ve al señor Micawber y puede escapar. El señor Micawber lo lleva a ver a la señora Micawber, y el chico descubre que ambos siguen en una grave situación financiera. Al día siguiente, David recibe una carta del señor Micawber en la que este le comunica que, al no poder seguir pagando su casa, la pareja va a marcharse. David los ve alejarse a caballo, esperando que encuentren una salida a sus problemas.

David recuerda entonces sus años escolares. A pesar de sus dudas, consigue ser el primero de la clase. En ese tiempo se enamora de dos chicas. La primera, la señorita Shepherd, tiene el pelo rubio y la cara redonda, y es alumna del establecimiento de Nettingall. Los dos se gustan durante un tiempo e incluso se besan, pero, finalmente, la atracción se desvanece. David también experimenta una pasión desenfrenada por la mayor de las hermanas Larkins, una mujer de treinta años con la que baila. Ese flechazo también termina cuando se entera de que ella se ha casado con otro hombre. David también cuenta una pelea a puñetazos que tiene con un carnicero que solía intimidar a los chicos a su alrededor.

Después de graduarse, David y su tía tienen muchas conversaciones para decidir qué carrera debería seguir. No se les ocurre nada, y la señorita Betsey le sugiere que vaya a visitar a Peggotty (cuyo nombre le disgusta enormemente por su carácter pagano) para que salga al mundo y vea qué profesiones le llaman la atención. David visita a Agnes y al señor Wickfield una vez más antes de marcharse, y quedan con el doctor Strong y Annie para tomar el té. Durante esta visita, David se entera de que Jack Maldon le ha enviado una carta al Dr. Strong diciendo que está enfermo y necesita volver a casa. Entonces, la madre de Annie revela que Maldon le envió una carta a Annie diciendo que quiere volver a casa porque la extraña. David señala que confía mucho menos en Annie, especialmente en comparación con Agnes.

David se marcha entonces a visitar a Peggotty a Yarmouth. En el viaje, a pesar de todos sus intentos por parecer honorable y respetable, se burlan de él y lo tratan mal debido a su juventud. Lo obligan a ceder el asiento de honor de su carruaje, los camareros se burlan de su edad y los de la posada en la que se aloja lo ponen en la peor habitación disponible. Afortunadamente, en la posada, David se encuentra con Steerforth, a quien no veía desde Salem House, y siente una inmediata alegría. Steerforth está estudiando en Oxford, donde es muy respetado. Obliga a que le den a David la habitación más linda y, al darse cuenta de que ambos son amigos, el personal empieza a tratar a David con mucho más respeto.

Steerforth insiste en que David lo acompañe a su casa a visitar a su madre. En el camino, apoda “Daisy” a David, quien lo acepta con entusiasmo porque ve en ello una señal de cariño. La casa de Steerforth es enorme y hermosa, y en ella viven su madre y la señorita Rosa Dartle, una prima lejana de Steerforth que es huérfana. La señora Steerforth elogia y consiente constantemente a su hijo. La señorita Dartle también es muy querida por la señora Steerforth. Tiene una cicatriz en el labio que, según admite Steerforth, le hizo él de niño, una vez que, exasperado, le arrojó un martillo. En la habitación en la que duerme David hay un retrato de Rosa sin la cicatriz colgado en la pared, y por alguna razón esto lo perturba enormemente, y hasta se filtra en sus sueños.

Análisis

En esta sección se presenta al Dr. Strong y a Annie, su joven esposa. El Dr. Strong es una persona extremadamente amable y confiada, y está profundamente enamorado de su joven y bella esposa. Pero empezamos a intuir que el Dr. Strong es demasiado confiado cuando observamos la conducta del personaje de Jack Maldon. Maldon no está construido en profundidad, pero sí se evidencia que está enamorado de Annie e intenta seducirla. Por suerte para el Dr. Strong, Maldon se marcha para buscar trabajo. Sin embargo, pronto volverá aparecer, y la seguridad del Dr. Strong se pondrá en crisis otra vez.

El disfrute de David por la educación y el aprendizaje también se hace presente en estos capítulos. Probablemente constituya un reflejo de la creencia del propio Dickens en la importancia de una buena educación liberal, de su confianza en que la educación es una herramienta para comprender el mundo y, también, para ascender socialmente. Efectivamente, David asciende rápidamente a una posición privilegiada dentro de su clase social, a pesar de que partió de una situación rezagada. Por otro lado, se enamora dos veces en el camino, lo cual también forma parte de su educación hacia la madurez. Así, el proceso educativo representado en esta sección se presenta como una parte muy positiva de la vida de David.

Al contrario, un aspecto negativo es que Uriah Heep sigue en escena y continúa irritando a David con sus retorcimientos. Los indicios siguen presagiando que Heep está a punto de cometer maldades. En un gesto de conmiseración, David accede a tomar el té con Uriah y su madre, pero allí su incomodidad se acentúa en cuanto a que aquellos le hacen preguntas sobre la situación financiera de los Wickfield. Este interés insinúa la codicia y el deseo de riqueza de Heep, que volverá a entrar en juego más adelante en la novela.

Además, volvemos a ver la atención que Dickens presta a las clases sociales con la reintroducción de Steerforth. Persiste su característica arrogancia y lo demuestra al poner a David el apodo de "Daisy", que en inglés significa “margarita”, para burlarse de su ingenuidad. David no se da cuenta del desaire, e incluso lo toma como señal de cariño. Hay algo más en Steerforth que es digno de mención: la historia de la cicatriz que deja en el labio de Rosa Dartle en un arranque de ira. Cuando David llama la atención sobre esa marca, Steerforth reconoce que ha sido culpa suya: “yo era todavía un niño cuando un día me exasperó y le arrojé un martillo. Como puedes ver, era ya un angelito que prometía” (379). Con marcada ironía, Steerforth sugiere que ese acto violento es cifra de la clase de persona problemática que será después. En este sentido, esta historia de la cicatriz es muy significativa, porque presenta una faceta totalmente nueva de Steerforth que David nunca había considerado. Demuestra que Steerforth es capaz de perder el control cuando se enoja, un rasgo que no encaja con la elegancia que David asocia a la alta posición social de su amigo. Esta revelación alcanza para hacer reflexionar a David, pero no es suficiente para separar a ambos personajes.

Por último, la venta de la casa de la infancia de David, Blunderstone Rookery, por parte de los Murdstone simboliza el final de esa etapa de la vida de David. Ha estado recibiendo una buena educación, ahora vive en un ambiente sano, tiene mentores cariñosos y ha empezado a tener relaciones más serias, maduras. Llegado este punto, es evidente que se ha separado completamente de lo vivido con los Murdstone y del sometimiento que sufrió junto a ellos. Por lo tanto, es oportuno que se venda la casa para simbolizar el fin de los problemas asociados a los Murdstone.