Cantar de mio Cid

Cantar de mio Cid El códice de Vivar

El Poema de Mio Cid, como todos cantares de gesta, durante la Edad Media se difundió oralmente a través de los espectáculos juglarescos. Sin embargo, pese a su difusión oral, existían copias manuscritas. Así, el texto llegó hasta nuestros días a través de una de esas copias.

El único manuscrito del poema conservado, que se conoce como el “códice de Vivar”, es una copia que data del siglo XIV, y que fue realizada a partir de la copia Per Abbat. De este copista no sabemos más que su nombre y la fecha en que realizó la copia, en 1245 (correspondiente al año 1207 de la datación actual), como él mismo señala en el explicit que añade al final del poema.

El códice de Vivar es un códice pequeño, de pergamino grueso, que consta de 74 folios escritos por ambas caras. Se han perdido el folio inicial y otros dos de la parte final del poema, después de los versos 2337 y 3507, los cuales contenían aproximadamente 50 versos cada uno. La información de estos folios, sin embargo, se ha podido recuperar gracias a las crónicas que se redactaron posteriormente a la composición del poema, en las que se pasó prosificado el contenido del mismo.

Este manuscrito se conservaba, en el siglo XVI, en el Consejo de Vivar, y, de allí, pasó a un convento de monjas del mismo pueblo. Eugenio Llaguno y Amírola lo encontró allí en 1775, y Tomás Antonio Sánchez lo publicó por primera vez en 1779. En la actualidad, el manuscrito se conserva en la Biblioteca Nacional de España.