Azul...

Azul... Resumen y Análisis de ¨El año lírico¨

Resumen

Primaveral

El poema exalta las belleza de la primavera, de la naturaleza y del amor. El poeta le habla a su amada, en un entorno idílico.

Estival

Cuenta la historia de una tigre de Bengala que vive en la selva y se aparea con un tigre. En la segunda parte llega el príncipe de Gales y mata a la tigre con la escopeta. El tigre logra escapar y sueña que come niños rubios.

Autumnal

Trata acerca de un poeta que está pensativo, en un ambiente de ensueño y cierta melancolía. Entonces el poeta le pide a un hada que le de inspiración. El hada le revela al poeta los maravillosos secretos de la naturaleza y el ideal.

Invernal

El poema comienza describiendo una ciudad en invierno, para luego pasar a una habitación donde el poeta escribe sus versos, sueña con una mujer y elogia al invierno.

Pensamientos de otoño

Se trata de una reflexión acerca del paso del tiempo y un elogio al otoño como la estación que preludia el invierno y pone fin a la vitalidad del verano.

A un poeta

Se trata de una interpelación a un poeta a quien no se nombra. El yo lírico lo insta a ser fuerte y a no desperdiciar el poder de su arte recayendo en temas frívolos o por estar enamorado de una mujer.

Anagke

El poema se trata de una paloma que habla de su existencia feliz e idílica, hasta que un gavilán llega y se la come. Esto pone triste a Dios pero le da alegría a Satán.

Análisis

El ciclo de las estaciones del año, presente en los poemas de esta sección, tiene gran importancia en la manera de pensar de Rubén Darío. En Historia de mis libros, escrito en sus últimos años de vida, Darío afirma: Si Azul... simboliza el comienzo de mi primavera, y Prosas profanas mi primavera plena, Cantos de Vida y Esperanza encierra las esencias y savias de mi otoño” [Darío, 1919]. De esta manera, el ciclo de las estaciones del año simboliza al mismo tiempo el desarrollo de su vida (de la juventud a la madurez) y la evolución de su obra como escritor.

Primaveral

Se trata de un romance, es decir: un poema compuesto de estrofas de versos octosílabos (de 8 sílabas) y, en este caso, con rima asonante. Todas las estrofas, excepto la cuarta, terminan en un mismo leitmotiv, con una leve variación: "oh, amada mía, es el dulce [o "en el dulce"] / tiempo de la primavera" (página 177 y 178). En este poema, la naturaleza se presenta como un espacio sagrado ("El gran bosque / es nuestro templo") donde los amantes conviven sin conflictos. El aristocratismo, típico de Darío y el modernismo, se muestra en las comparaciones de la amada con una reina. Aparecen personajes de la mitología griega: las ninfas, el dios Pan, Diana, etcétera. También hay en el poema otras referencias a la antigüedad grecolatina, como el vino de la isla griega de Naxos, o la "miel hiblea", es decir, miel del monte Hibla, monte y ciudad de la Sicilia antigua, famosos por su miel.

Estival

Este poema está compuesto por estrofas en las que se alternan principalmente versos heptasílabos (de 7 sílabas) y endecasílabos (de 11 sílabas), aunque hay algunos versos alejandrinos (de 14 sílabas). La rima es consonante a lo largo de todo el poema. Nuevamente, aquí la naturaleza se presenta como un lugar idílico, con una gran carga sensual y erótica, y sin conflictos, aunque solo hasta la aparición del personaje del príncipe de Gales, que rompe ese equilibrio. También hay en este poema referencias a la cultura clásica griega, como las musas y el dios Pan. La selva donde viven los tigres del poema mezcla elementos de fauna y flora asiática, como los tigres de Bengala y el bambú, con otros de África, como los baobabs y los hipopótamos, y hasta un "kanguro", animal de Australia. Esta mezcla indica que la selva del poema es un espacio imaginario, que no representa fielmente ningún escenario real.

Autumnal

En este poema aparecen nuevamente estrofas con alternancia de heptasílabos y endecasílabos, aunque la segunda estrofa está compuestas solo con heptasílabos. La rima es asonante. La mayoría de las estrofas están enlazadas, es decir que el último verso de una se completa con el primer verso de la siguiente, como por ejemplo entre la cuarta y quinta estrofa: "Exclamé: -Más... // La aurora". Ambos versos forman un verso heptasílabo.

El poema tiene muchos aspectos en común con el cuento "La reina Mab", en el que también aparece un hada. Sin embargo, mientras el hada del cuento termina con las penas de un grupo de artistas cubriéndolos con un mágico velo azul, el hada de este poema rasga el velo "que nos cubre las ansias infinitas" (página 191), causando en el poeta la revelación de una dicha inaudita. Además, poema concluye con el poeta de vuelta en el punto donde empezó: "...en mis ardientes manos / se posó mi cabeza pensativa..." (página 192). Este final sugiere que la revelación fue solo momentánea, al contrario de lo que ocurre en el cuento, donde los artistas ya no sienten las mismas penas después de la intervención del hada.

Las Piérides que se mencionan al final son personajes de la mitología griega, nueve doncellas que quisieron rivalizar con las Musas. "Eros, Vita, Lumen", las palabras latinas que sirven de epígrafe al poema, significan "Amor, vida, luz".

Invernal

Nuevamente, en este poema hay estrofas compuestas de versos de heptasílabos y endecasílabos. La rima es asonante.
El ambiente de este poema es menos vago e imaginario que el de los poemas anteriores, ya que menciona a los Andes, y describe el escenario propio de una ciudad de la época. A ese escenario exterior se contrapone el espacio en el que está el poeta: "Yo estoy con mis radiantes ilusiones / mis nostalgias íntimas, / junto a la chimenea / bien harta de tizones que crepitan" (página 193). A partir de allí el poema explora la contraposición entre el ardor del amor y los placeres sensuales (el vino, el erotismo), asociados al espacio interior en el que está el poeta, y el frío del invierno.

Las "Hebes antiguas" son una referencia a Hebe, personaje de la mitología griega que simbolizaba la juventud y se casó con Hércules. "Paolo besa a Francesca" es una referencia a personajes que simbolizaban el amor trágico en la Divina Comedia de Dante Alighieri, obra clásica del Renacimiento.

Pensamientos de otoño

Este poema consta de cinco estrofas de distinta cantidad de versos heptasílabos. En cada estrofa se repite un leitmotiv de dos versos, al principio y el final de cada estrofa. En la última, el leitmotiv consta de 4 versos. Es una traducción de un poema de Armand Silvestre (1837 - 1901), poeta francés del parnasianismo, que en la época en que se publicó Azul... no era muy conocido en Hispanoamérica. La inclusión de este poema en el libro es una muestra de los nuevos autores y estéticas que Rubén Darío tuvo como influencia y que presentó a los lectores americanos. La traducción es fiel al contenido del poema original y también a la métrica, ya que los versos de 7 sílabas que componen el poema de Darío son hemistiquios (la mitad) de los versos alejandrinos (de 14 sílabas) del poema original. Esta fidelidad al original puede entenderse como una demostración por parte de Darío de su habilidad como poeta y una prueba de que puede escribir en español con la misma destreza técnica que un autor francés.

A un poeta

El poema está compuesto de 9 cuartetas de versos endecasílabos, con rima consonante. El hecho de que este poema no esté dirigido a un poeta en particular, hace que se pueda entender que está dirigido tanto a los poetas en general como al mismo poeta que lo escribe.
El poema compara al poeta con un “titán”, “hombre-montaña”, y con “Hércules”, héroe de la tradición grecolatina, y “Sansón”, héroe hebreo. En el caso de la comparación con Hércules, hay una referencia a la historia de Hércules y la reina Onfalia. El héroe griego fue esclavo de esa reina, con quien intercambió roles. La reina blandía la maza y se vestía con una piel de león, mientras Hércules usaba un vestido y aprendía a hilar. Esta referencia es una metáfora de cómo el poeta puede perder su capacidad creadora por enamorarse de una mujer. Además remite a "La rueca de Onfalia" un poema de Victor Hugo que retoma la misma leyenda.
Sansón es un héroe hebreo que, al igual que Hércules, tiene una formidable fuerza con la que realiza grandes hazañas. El secreto de su fuerza radica en su cabello largo. Dalila, una mujer filistea, de un pueblo enemigo de los hebreos, logra que Sansón le revele el secreto de su fuerza y le corta los cabellos. En la modernidad, Filisteo o filisteísta son palabras que designan a las personas incapaces de comprender o disfrutar de las artes y las invenciones. También en este sentido funciona la comparación del poeta con Sansón.

La referencia a Hércules está presente, aunque con otro sentido, en el cuento "El sátiro sordo", donde la alondra compañera del sátiro le explica: “Existen dos potencias: la real y la ideal. Lo que Hércules haría con sus muñecas, Orfeo lo hace con su inspiración” (página 50). Mientras el cuento es una alegoría de la incompatibilidad entre las “dos potencias” de lo real (simbolizados por el sátiro) y lo ideal (simbolizado por Orfeo), el poema puede leerse también como una afirmación del poder de la poesía. Al rendirse a los temas más frívolos o a la fascinación por la belleza femenina, el poeta puede quedar sometido, como Hércules por Onfalia, o perder sus fuerzas, como Sansón con Dalila.

Anagke

Consta de una sola estrofa compuesta de versos heptasílabos y endecasílabos, con rima consonante. Este tipo de estrofa se denomina silva. La palabra del título puede traducirse como fatalidad o inevitabilidad. En la mitología griega, Anagke, Ananké o Anankaia era la personificación de la inevitabilidad. El poema es una fábula acerca de lo inevitable que es la muerte y la imposibilidad de una armonía completa con la naturaleza. Este tema está presente en "Estival", pero la intervención violenta, que pone fin a la unión feliz de la paloma con la naturaleza, no es responsabilidad de un personaje humano, si no de otro animal, el gavilán que se come a la paloma. Esto refuerza la fatalidad, ya que el final de la unión con la naturaleza puede entenderse como parte de la esencia de esta misma, y no una intervención de la maldad humana. La mención de Satán y Dios en el final muestra que, en la concepción de Darío, la unión con la naturaleza se relaciona con lo divino y la bondad, mientras la ruptura de ese equilibrio es todo lo contrario. Darío toma la palabra del título del prefacio de Victor Hugo a Nuestra señora de París.