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Azul... Resumen y Análisis de ¨El velo de la reina Mab¨

Resumen

La reina Mab es un hada que ingresa en su lujoso carro tirado por coleópteros a una habitación donde están cuatro hombres flacos y desdichados lamentándose. Las hadas habían repartido sus dones entre los hombres y a cada uno le había tocado un talento especial: a algunos el don del comercio, a otros el talento de poder montar caballos, a otros el talento de la herrería, y así. Los cuatro hombres desdichados son un escultor, un pintor, un músico y un poeta.

La reina Mab escucha las quejas de cada uno de los artistas. El escultor cuenta cómo es su disciplina y expresa su deseo de ser como Fidias, el escultor griego más celebre. Sin embargo, comenta que, en comparación a los grandes maestros, él solamente puede ver su pequeñez y lo desalienta el hecho de que los tiempos gloriosos de su arte ya hayan pasado.

El pintor cuenta que romperá sus pinceles porque sus cuadros no son aceptados en el salón, ni valorados por los maestros de la pintura. Tiene que terminar vendiendo sus obras por muy poco dinero para poder comer.

El músico narra una situación similar. Él percibe los sonidos de la naturaleza, las armonías perfectas de los astros, pero su depresión causa que solamente pueda advertir el ruido de la muchedumbre y teme volverse loco.

El poeta explica las fuentes que lo inspiran para escribir sus versos, las epopeyas y los cantos líricos. Expresa que él podría escribir una obra inmortal, pero lo abruma el futuro de miseria y de hambre que le depara porque se dedica a la poesía.

Al escuchar las quejas de los artistas, la reina Mab toma un velo azul, que es el velo de los sueños y hace que las personas vean la vida color de rosa. Envuelve a los cuatro con el velo e, instantáneamente, los artistas dejan de estar tristes. Entran en su pecho la esperanza y la vanidad, que consuela sus decepciones. Desde ese momento, los artistas confían en que les irá bien en el futuro.

Análisis

La reina Mab es un personaje mitológico de la literatura inglesa que simboliza los sueños y las pesadillas. En el caso de este cuento, Rubén Darío utiliza a este personaje como símbolo de los dones y el talento de las personas. Las hadas otorgan a cada hombre una habilidad, por ejemplo, la del comercio, la fuerza física, etc. Los artistas también reciben su talento de las hadas, pero están disconformes pues su trabajo no es suficientemente valorado económicamente y no pueden vivir dignamente de su arte.

Darío utiliza simbología para referirse a las diferentes disciplinas del arte: “A uno le había tocado en suerte una cantera, a otro el iris, al otro el ritmo, al otro el cielo azul” (páginas 75 y 76). La cantera representa el material con el que trabaja el escultor, el iris es la percepción visual de la que se vale el pintor, el ritmo simboliza al músico y el cielo azul al poeta.

En el estilo de este cuento, también puede identificarse la rítmica y la sintaxis del verso poético, por ejemplo: “Amo las epopeyas, porque de ellas brota el soplo heroico que agita las banderas que ondean sobre las lanzas y los penachos que tiemblan sobre los cascos” (página 79) . La estructura general del cuento también semeja la de un poema; es escasamente narrativo y puede dividirse en seis partes a la manera de estrofas. La primera y la última sirven de introducción y desenlace respectivamente.

Las cuatro partes que forman el desarrollo son casi idénticas entre sí. Los cuatro describen las características de su disciplina pero expresan su disconformidad ante las condiciones de trabajo. Cada uno de los monólogos de los cuatro artistas son muy similares en la forma y el contenido, como si fueran estrofas de un poema; la métrica y el ritmo son parecidas, pero las palabras son distintas. Es un ejemplo claro de un poema en prosa modernista.

El cuento es una crítica al escaso valor comercial de las obras de arte en la sociedad mercantil, que condena a los artistas a la pobreza, un mensaje similar al de “El rey burgués”. Sin embargo, al final, la misma reina Mab que les otorgó el talento con el que tanto soñaban, les otorga la esperanza, para que puedan seguir desarrollando su arte con alegría. La conclusión de este cuento en relación con el rol del artista en la sociedad burguesa es más optimista, aunque sea producto de un evento fantástico, es decir, la intervención del hada.