Un tranvía llamado Deseo

Un tranvía llamado Deseo Imágenes

Luz / oscuridad

Desde la primera conversación que Blanche tiene con su hermana, se instala la imagen de la luz en relación con la oscuridad. Blanche es simuladora y necesita tener el control de lo que los demás ven de ella, principalmente porque, como luego se sabe, tiene varios secretos que precisa ocultar. Blanche ruega que se apaguen las luces fuertes. En su primera conversación con Mitch, le pide que ponga una pantalla de papel sobre la bombita de luz, alegando que encuentra insoportables las luces desnudas. En parte, eso responde a que quiere ocultar su verdadera edad, pero con el desarrollo de la obra se amplía su significación: Blanche confiesa que la luz terminó para ella cuando su joven marido murió trágicamente. La luz, por lo tanto, se presenta con violencia ante ella desde que la oscuridad se adueñó de su interior. En relación a los secretos que ella intenta mantener ocultos, también debe entenderse el rechazo de Blanche a las luces fuertes como un terror a que se descubra la verdad, a que alguien “eche luz” sobre su pasado.

Lo animal

Gran parte de lo que aterroriza a Blanche respecto de su cuñado y de la relación que este mantiene con Stella tiene que ver con la imagen de lo animal. Esta imagen reúne lo que no es delicado ni está "dorado" por la sensibilidad de lo humano, que en Blanche se presenta ligado a la magia, la ilusión, la fantasía. Lo animal es, por lo contrario, lo bestial, lo que está al desnudo, el deseo carnal. La imagen de lo animal se relaciona estrechamente, en la obra, con el tema de las diferencias sociales y culturales.

Si de por sí Stanley puede ser considerado unánimemente como un ser violento, desde el punto de vista de la educación y la cultura de la infancia Du Bois, Stanley es directamente un salvaje. En la descripción que hace de él Blanche ante su hermana tienen lugar, justamente, diversas expresiones que configuran la imagen de lo animal, y refiere a la noche de póker, directamente, como una "fiesta de gorilas" (p.86). Stanley sabe cómo lo ve su cuñada y eso configura en cierto modo su rencor: ¿No marchó bien todo hasta que apareció ella, muy remilgada, llamándome gorila?" (p. 129), reprocha ante su mujer.

En varias ocasiones, además, Stanley es asociado a un "cerdo". En la última escena, Eunice dice: "siempre dije que los hombres eran unos insensibles, unos seres sin sentimiento, pero esto colma la medida. Se convierten en unos cerdos" (p. 149), en referencia a que los hombres se hayan reunido a jugar al póker, como si nada, en el momento en que los médicos vendrán a buscar a Blanche.

El disfraz

Las pertenencias de Blanche, en relación al carácter del personaje, pueden asociarse a la imagen del disfraz. El “falso cristal” de su diadema puede leerse como un pequeño símbolo de la contradicción que encarna Blanche: pretensión de sofisticación y delicadeza que esconde, sin embargo, todo lo contrario. Esto se relaciona al tema de las apariencias en la obra: Blanche intenta sostener una imagen de sí misma para con los demás, para lo cual necesita recurrir a disfraces que colaboren a la ilusión que ella construye. En una ocasión, Blanche declara: “Todo lo que tengo en el mundo está en ese baúl” (p.54). Esa afirmación puede leerse de dos modos: desde un punto de vista literal, la imagen confirma la bancarrota absoluta de Blanche pero, desde un punto de vista simbólico, si tenemos en cuenta que los elementos del baúl son joyas falsas y disfraces galantes, la frase expresa que todo lo que tiene ese personaje es ilusión, fantasía.