Robinson Crusoe

Robinson Crusoe Símbolos, Alegoría y Motivos

El marinero que sobrevive al naufragio (Motivo)

Un motivo muy común de la literatura occidental es el del marinero que sobrevive al naufragio mientras el resto de la tripulación perece. En el caso de Robinson Crusoe, es sobre este motivo que se fundamenta el argumento principal de la novela: tras naufragar y quedar solo en una isla deshabitada, Robinson debe arreglárselas para sobrevivir. Su situación se extiende por veintiocho años, hasta que logra regresar a Inglaterra gracias al trato que realiza con el capitán de un barco inglés que llega a la isla.

La Biblia (Símbolo)

El único texto que Robinson logra rescatar del naufragio es la Biblia. Durante una poderosa fiebre que lo consume hasta casi matarlo, Robinson comienza a leer la Biblia y descubre en ella la inspiración divina que lo empuja a reformar su vida y su forma de ser. Así, la Biblia se presenta como un símbolo de la conexión del individuo con Dios.

Las tempestades que azotan al barco (Motivo)

A lo largo de la novela, Robinson Crusoe se embarca numerosas veces. En varias ocasiones, los barcos en los que viaja se ven azotados por terribles tempestades que los ponen en peligro e incluso llegan a destruirlos. Así, las tormentas que golpean los barcos se convierten en un leitmotiv dentro de la novela, y ponen de manifiesto un peligro muy común de la época: el hundimiento de los navíos en medio de una tempestad.

El ayuno (Símbolo)

Cada aniversario que Robinson cumple en la isla realiza un ayuno solemne para agradecerle a Dios por haber sobrevivido. Así, el ayuno se convierte en un símbolo de sumisión ante la Potencia Divina que rige la vida de Robinson y que lo ha salvado de una muerte segura.