Los siete locos Elementos Literarios

Novela

Buenos Aires, años 20'

La historia es contada por un narrador-comentarista omnisciente. Alterna entre una focalización cero (el narrador sabe, por momentos, no solo qué sucede sino también qué piensan y sienten los personajes) y una focalización externa (el narrador ha recabado información y puede reponer lo que se ha dicho en tal o cual testimonio, pero su percepción se encuentra limitada).

Se trata de una novela realista pero hiperbólica que, en momentos de introspección o delirio, toma un tono expresionista y surrealista. Hay, además de estos momentos, un tono lírico y exagerado a la hora de abordar los delirios del Astrólogo, el líder de la sociedad secreta.

El protagonista es Erdosain. No hay un antagonista definido; podemos decir que Erdosain entra en conflicto con la modernidad, su condición social y su propia angustia.

Erdosain siente una angustia de la que no puede desembarazarse, en parte por la humillación que sufre de parte de su mujer, el primo de ella y sus jefes en la Compañía Azucarera. Su amigo el Astrólogo está fundando una sociedad secreta y Erdosain va a formar parte de ella. Asesinar a Barsut y robarle su dinero no solo puede ayudar a la sociedad secreta y hacer sentir a Erdosain parte de algo importante, sino que el asesinato mismo puede hacerlo, tal vez, sentir un poco más vivo.

El climax de la novela tiene lugar cuando finalmente entran a la caballeriza el Astrólogo, Erdosain y Bromberg a matar a Barsut.

En el apartado "Un crimen", se nos anticipa que Hipólita va a traicionar a Erdosain en una nota al pie: "Nota del comentador: Diríale más tarde Hipólita al Astrólogo: «Me arrodillé frente a Erdosain, en el momento en que se me ocurrió la idea de extorsionarlo a usted, aprovechando la confesión del proyecto de homicidio que me hizo él»" (p.188). Por otro lado, se nos anticipa, a través de la mención a la autopsia, que Erdosain morirá por una enfermedad en el apartado "Ingenuidad e idiotismo": "Había enflaquecido extraordinariamente en pocos días. La piel amarilla, pegada a los huesos planos del rostro, le daba la apariencia de un tísico. Más tarde la autopsia reveló que estaba ya avanzada la enfermedad en él" (p.89).

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Erdosain, luego de despertar en casa del Astrólogo después del supuesto asesinato de Barsut, y antes de irse hacia el centro de la ciudad, le menciona al Astrólogo lo parecido que es a Lenin, político, filósofo, revolucionario, teórico político y comunista ruso. Ya varias veces en el texto se ha nombrado a Lenin, pero dos casos en particular nos conciernen, que es cuando se le atribuye la frase "¡qué diablos de revolución es ésta si no fusilamos a nadie!" (p.106 y p.191). Erdosain cree que, finalmente, han matado a alguien y se inicia la revolución.

Por otro lado, cuando Erdosain llega por primera vez a la casa del Astrólogo, este le está hablando al Rufián Melancólico sobre el avance de el Ku Klux Klan en EEUU, y se pregunta por qué en la Argentina no hay una organización con un poder similar. Ku Klux Klan es el término adoptado por varias organizaciones de extrema derecha en los EEUU, creadas en el siglo XIX inmediatamente después de la Guerra de Secesión. Son principalmente antisemitas, segregacionistas, anticomunistas, racistas y homofóbicas.

Por último, Ergueta tiene una revelación mística en el Hospital Psiquiátrico. Alude a Jesús con este nombre (p.202), como "carpintero judío" (p.201) y como "el Nazareno" (p.201). La "mano taladrada" (p.202) de Jesús remite al estigma de los clavos en la cruz. Ya en el apartado "Un hombre extraño", al comienzo de la novela, Jesús le había revelado a Ergueta el secreto de la ruleta (p.19).

Ver sección "Imágenes" en esta guía.

Hay cierto carácter paradójico en el rol de la tecnología. Por un lado, la zona industrial contamina no solo las geografía de los personajes sino su ser interior. Por el otro lado, Erdosain y el Astrólogo creen ciegamente en la ciencia y la tecnología como instrumentos para la revolución y la nueva sociedad que pretenden fundar.

En el apartado "Capas de oscuridad" hay un paralelismo entre el avance de la oscuridad y el desvanecimiento de Erdosain. Cuantas más capas de oscuridad bajan de sus párpados, más se aísla del resto de los hombres: "(...) nuevas cataratas de tinieblas caían a ese cubo donde él yacía enroscado y palpitante como un caracol en una profundidad oceánica. No podía reconocerse..." (p.56).

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