La ciudad y los perros

La ciudad y los perros Preguntas de Ensayo

  1. 1

    Explique por qué es posible afirmar que en la novela la violencia se presenta de un modo cíclico.

    La violencia tiene presencia constante en la novela, tanto en su acepción física como simbólica. Tiene lugar en distintos espacios y entre personajes con relaciones muy diferentes entre sí: al interior del colegio, por parte de autoridades a sus subordinados, de oficiales a alumnos y entre alumnos; en las casas familiares de los alumnos, de padres a madres. Así, la narración muestra por ejemplo a la violencia protagonizando momentos muy diversos o aislados en el tiempo de la historia de un mismo personaje, lo cual permite observar cierta condición cíclica. Es el caso de las escenas en que Arana presencia cómo su padre violenta física y psicológicamente a su madre (y, luego, también a él), por un lado, y aquellas en las cuales vemos al mismo personaje, ya adolescente, no pudiendo ni intentar defenderse de los ataques de sus compañeros que, al igual que su propio padre, lo tratan de mujer a modo de insulto. Algo equiparable sucede con el Jaguar, cuya infancia está signada por la pobreza y la necesidad de sobreponerse a la hostilidad del mundo, y al que al mismo tiempo vemos, de adolescente, erigido como líder por su superioridad en la lucha y su falta de temor.

    Otra evidencia fundamental del modo cíclico en que la violencia se presenta en la novela es el rito del "bautizo" que sucede cada año en el colegio, y según el cual los ingresantes de tercer año son sometidos a torturas y humillaciones por los de cuarto. La novela presenta así la eterna repetición de un mismo ritual: adolescentes de trece y catorce años ingresan al instituto y son violentados no solo por las autoridades oficiales sino también por jóvenes que, durante un año, fueron ejercitados en el odio y la violencia. La frustración por la obediencia ciega y el disciplinamiento que coarta toda libertad decanta en un nuevo ejercicio de la autoridad, por parte de los alumnos de cuarto año, a los únicos individuos que se ubican, dentro de la jerarquía militar, en un rango aún menor al propio: los ingresantes, los de tercero. Criterio jerárquico y violencia son internalizados y heredados y, luego, reproducidos: los que fueron torturados, sin haberse podido defender de quienes eran más fuertes, esperan a poder torturar a otros más débiles. Este es el ciclo interminable de violencia que se presenta en la novela.

  2. 2

    ¿En qué momento se da el punto de declive del amor de Alberto por Teresa? ¿Por qué?

    Alberto se ve muy afectado por la muerte de Arana, y en la conversación que él tiene con Teresa después de ese suceso no encuentra la recepción que busca en la muchacha. Al recibir la noticia, ella reacciona con asombro y cierta tristeza, pero no encuentra en la muerte de ese muchacho la justificación para la desolación que ella ve en el rostro de su amado: "Yo lo conocía muy poco. Pero me da mucha pena. ¡Es horrible! -le puso una mano en el hombro-. ¿Estaba en tu misma sección, no? ¿Es por eso que estás triste?" (p.260) y luego “¿Por qué estás tan cambiado? ¿Qué otra cosa ha ocurrido?” (p.260).

    Teresa, en su búsqueda del por qué del mal ánimo de Alberto, no se satisface con la noticia de la muerte de Arana. Está claro que, para ella, ese nombre no representa más que el vago recuerdo de un muchacho al que conoció una sola vez. Esto desconcierta a Alberto hasta el enfurecimiento y la pareja mantiene una breve discusión que signará, sin embargo, una suerte de declive y fin de la relación. Porque lo que perturba a Alberto más que ninguna otra cosa es, claramente, un sentimiento de culpa. Según él, Arana fue asesinado cuando el Jaguar descubrió que el Esclavo había denunciado a Cava, gesto que el muchacho efectivamente cometió pero con el único fin de sortear la injusta consignación a la que fue sometido y que le impedía realizar la actividad que anhelaba con desesperación: ver a la muchacha que amaba, esa misma que ahora es la enamorada de Alberto.

    Si bien antes el enamoramiento y el deseo por Teresa habían tenido para Alberto más peso que su amistad con Arana, ahora la tristeza y la culpa por su muerte parecen invertir la situación: de algún modo, él ya no puede mirar a su enamorada sin pensar en su amigo traicionado y luego fallecido, y para colmo esa muchacha no parece sentirse culpable ni demasiado perturbada por la tragedia. Es este episodio entonces el que marca el fin de la relación, en tanto Alberto deja de encontrar en la muchacha el halo de luz que antes lo motivaba a mantener el vínculo, y ya no puede ver en ella más que la propia culpa por haber traicionado a su amigo.

  3. 3

    ¿Quién es el narrador "anónimo" que relata varios pasajes de la novela y en qué momento se devela su identidad?

    El narrador anónimo, como se demuestra en el Epílogo, es el Jaguar. En principio, su identidad se devela a partir de la escena en que este tiene una reunión privada con el teniente Gamboa, ya fuera del colegio. Cuando el Jaguar vuelve caminando solo de ese encuentro el narrador en tercera persona focaliza en él. Así, los pensamientos del muchacho nos son develados. Uno de ellos es una apreciación que evidencia al Jaguar como el narrador de los pasajes que permanecían anónimos en la novela: “Al pasar por una casa, se detuvo: era una gran mansión, con un vasto jardín exterior. Allí había robado la primera vez” (p.369).

    De por sí, esta información podría resultar suficiente para confirmar la identidad de ese narrador que relataba, precisamente, haber entrado a robar casas en varias ocasiones, de la mano de su amigo Higueras. Sin embargo, el último pasaje narrativo de la novela relata el encuentro entre el Jaguar y el flaco Higueras una vez que este último salió de la cárcel, confirmando así la novela la amistad entre ambos personajes y su pasado común.

  4. 4

    Explique en qué medida la exigencia de virilidad pesa sobre los cadetes del Leoncio Prado.

    El tema principal de esta novela, cuyos personajes son varones adolescentes enviados por sus padres como pupilos a un colegio militar, es la virilidad. Y es que tanto en los episodios que suceden dentro del colegio como en aquellos que forman parte del pasado familiar de los personajes principales, se observa la presión, inculcada a estos varones desde niños, de "ser hombres".

    Este mandato apunta al cumplimiento de un conjunto de concepciones adjudicadas a lo viril: la fuerza física, el poder sexual, la capacidad de dominar y no ser dominado, la autoridad y el respeto impuestos por el miedo. Dice el Jaguar en una ocasión: “en el colegio todos friegan a todos, el que se deja se arruina. No es mi culpa. Si a mi no me joden es porque soy más hombre” (p.328). Este personaje se define precisamente por su falta de temor y su habilidad para la pelea, no así otros, como por ejemplo el Esclavo, incapaz de alcanzar la "hombría" que su padre le exige desde niño (“te han criado como mujerzuela. Pero yo te haré un hombre” (p.167)).

    La rigidez de la meta de virilidad impuesta a los varones, propia de una sociedad machista, se corresponde con los valores de un pensamiento binario que comprende a los géneros sexuales en términos de opuestos y absolutos. Así, los varones de esta historia se terminan catalogando en dos bandos: aquellos que demuestran ser "hombres" y aquellos que no, y que por lo tanto son señalados como inferiores en la pirámide de poder y dominación, es decir, como mujeres. El Esclavo recibe este tipo de críticas y exigencias por parte de su padre, quien en más de una ocasión se expresa en términos femeninos -y negativos- sobre su hijo ("Lo has educado mal (...) tú tienes la culpa de que sea así. Parece una mujer” (p.81)), revelando una jerarquía de valores donde lo femenino, en un varón, es motivo de vergüenza, una falta a corregir, a enderezar por medio de la disciplina militar: "Ahí te harán un hombre. Todavía estás a tiempo de corregirte" (p.208).

    La idea de enviar a los adolescentes a la escuela militar para "corregirlos" en términos de comportamiento y volverlos más viriles es confirmada por una de las autoridades, que afirma que la mitad de los alumnos son inscritos en el colegio "para que no sean maricas" (p.176).

  5. 5

    ¿Qué relevancia tiene el tema de la traición en la novela? Brinde al menos un ejemplo donde el tema aparezca manifiesto en la trama.

    Dentro de un sistema de convivencia entre pupilos que pareciera depender del respeto a ciertos códigos de fidelidad y complicidad entre iguales, la traición se presenta como un acto indigno, repudiable y motivo del peor de los castigos. En la novela, dos casos de traición se presentan en primer plano. Por un lado, la que Alberto realiza en relación al Esclavo, al ponerse en pareja con Teresa, la muchacha de la cual Arana está enamorado. Esta traición instala en Alberto un sentimiento de culpa que se intensifica en gran medida luego de la muerte del Esclavo, resultando en la imposibilidad de Alberto de seguir viendo a la muchacha, en cuyo rostro ya no puede evitar leer el signo de su culpa. Por el otro lado, la acción de delatar un acto realizado por un compañero ante las autoridades (lo que el Esclavo hace denunciando a Cava por robar el examen, lo que Alberto hace al acusar a Jaguar de asesinato y a toda la sección por sus negociados ilícitos) es tomado por los alumnos del Leoncio Prado como lo más bajo que puede hacer un compañero. Los "soplones" son castigados, así, con golpizas y con la más atroz de las indiferencias.