Hacia Rutas Salvajes

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La atracción por la vida salvaje

Para McCandless y muchos otros de su tipo, la tierra salvaje tiene un atractivo muy específico. McCandless la ve como un estado más puro, un lugar libre de los males de la sociedad moderna, donde alguien como él puede descubrir de qué está hecho, vivir según sus propias reglas y ser completamente libre. Y esto no es solo ingenuidad; las entradas del diario de McCandless muestran que él encuentra algunas respuestas, algunas claves para vivir de la manera en la que desea hacerlo.

Sin embargo, también es cierto que la realidad de la vida cotidiana en la tierra salvaje no es tan romántica como McCandless y otros como él imaginan. McCandless pasa tanto tiempo buscando comida para mantenerse con vida que le sobra poco para apreciar conscientemente la tierra salvaje, como lo demuestra el hecho de que su diario consiste casi exclusivamente en listas de los alimentos que encuentra y come todos los días. Tal vez esto explica por qué muchos de sus héroes que escribieron sobre la tierra salvaje, como Jack London, en realidad nunca pasaron mucho tiempo viviendo en él.

El perdón

El perdón y el peligro inherente a la incapacidad de perdonar son temas centrales en Hacia rutas salvajes. Chris McCandless es presentado como una persona muy compasiva, que no está dispuesta a ignorar el hecho de que tanta gente muera de hambre a su alrededor, y que siente la responsabilidad personal de ayudarlos. Sin embargo, sus acciones son en última instancia egoístas y causan un gran daño a aquellos que más lo aman. Además, su incapacidad de perdonar los errores de sus padres parece estar en el centro de esta aparente contradicción entre su naturaleza compasiva y su comportamiento a veces cruel.

Ciertamente, hay más detrás de su odisea que la simple ira contra sus padres, pero su resentimiento hacia ellos se extiende por el resto de su vida, y parece estar estrechamente relacionado con lo solitario que se vuelve en Emory. Esto, a su vez, aumenta su repulsión hacia la sociedad en general, lo que es sin dudas un factor determinante en su decisión de irse a tierras salvajes. Uno se pregunta si, en el caso de que McCandless hubiera encontrado una manera de perdonar a sus padres por sus defectos, habría sentido la necesidad de llegar a tal extremo en su búsqueda de respuestas.

La máxima libertad

McCandless describe lo que está buscando en su odisea, particularmente en el viaje a Alaska, como la "máxima libertad". Parecería que esto representa en gran medida, para él, ser libre de las reglas y de la autoridad de otras personas sobre él. A lo largo de toda su vida, encuentra la autoridad particularmente opresiva, sobre todo cuando la ejerce alguien que, según McCandless, solo tiene poder sobre él por razones arbitrarias. Vivir completamente solo, en un mundo donde las únicas leyes que siente la necesidad de seguir son las de la naturaleza, es para él la máxima libertad.

Sin embargo, este nivel de libertad requiere un aislamiento total, porque estar con los demás significa tener obligaciones para con ellos. Por lo tanto, la búsqueda de libertad de McCandless se convierte, también, en una negación de cualquier tipo de intimidad con los demás. Este tipo de libertad es intrínsecamente egoísta. Al vivir solo, de acuerdo a sus propias reglas y a las de la naturaleza, sin importar cuán basadas en principios o profundamente pensadas estén, McCandless vive implícitamente solo para su propio beneficio. Por ejemplo, se niega a obtener una licencia de caza porque no cree que sea un problema del gobierno lo que él coma; si todos actuaran de esta manera, las poblaciones de animales serían destruidas y los suministros de alimentos se verían amenazados. La máxima libertad de McCandless tiene, por tanto, un alcance limitado, ya que a una escala mayor sería peligrosa y potencialmente desastrosa.

La fascinación por el peligro

La fascinación por el peligro y por las actividades de alto riesgo es fundamental para Hacia rutas salvajes. Krakauer no cree que este atractivo sea significativo para todos, pero ciertamente lo es para un tipo específico de joven: intenso, apasionado, motivado y ambicioso, pero que no está satisfecho con las oportunidades o desafíos que la sociedad le presenta. Además, estos jóvenes siempre parecen tener algún tipo de demonio que los impulsa, ya sea una relación problemática con sus padres, como en el caso de McCandless, Krakauer y John Waterman, o alguna otra cuestión.

Para Krakauer, al menos, el riesgo en sus actividades lo llevó a un punto de meditación, porque a menudo estuvo a solo un error de la muerte y tuvo que concentrarse completamente, y esto le ha permitido escapar de esos problemas que de otra manera lo carcomían. También está la emoción del puro logro, el hombre frente a la naturaleza y a sí mismo, lo que le permite sentir que realmente sabe de lo que es capaz, que no necesita depender de los demás ni de la sociedad para sobrevivir.

Valorar los principios más que a las personas

Una de las principales cualidades que McCandless exhibía constantemente, y que llevó a muchos a respetarlo, fue su adhesión a principios. No solo predica que sus padres son demasiado materialistas, y que no será tan codicioso como piensa que son los demás. Además, vive por completo según su antimaterialismo, entregando todos los ahorros de su vida a la caridad, gastando solo el mínimo de dinero que necesita para sobrevivir, y manteniendo la menor cantidad posible de posesiones.

Si bien esta adhesión a principios es admirable y, desafortunadamente, inusual, McCandless parece poner sus principios por sobre las personas, lo que causa daño sin realmente intentar hacerlo. Por ejemplo, en la universidad, Chris decide que tiene un problema moral con los regalos, por lo que ya no los aceptará ni los dará. Aunque esta decisión se basa en un sentido de moralidad, de hecho hace que McCandless hiera a quienes se preocupan por él. Esto puede estar relacionado con sus problemas con la intimidad, ya que mientras no permita que la gente se acerque demasiado, no se verá en la necesidad de elegirlos por sobre sus principios.

La elusividad de la identidad

La elusión de la identidad, o de la verdadera comprensión de la identidad de alguien, es un tema presente tanto explícita como implícitamente en Hacia rutas salvajes. Krakauer pasa unos tres años armando primero el artículo sobre Chris McCandless, y luego este libro. Habla con casi todos los que conocieron a McCandless, incluso fugazmente. Sigue sus rastros, lee sus diarios, incluso lee los artículos que escribió para el periódico estudiantil de Emory. Krakauer también siente que puede comprenderlo especialmente, porque se parecía mucho a Chris cuando tenía 20 años.

Sin embargo, incluso con todo esto, al final del libro Krakauer reconoce que la presencia de McCandless sigue siendo elusiva. Sin importar cuán de cerca lo haya estudiado y cuánto haya llegado a "conocerlo", hay algunas preguntas fundamentales a las que nadie, ni siquiera los padres de Chris, pueden responder satisfactoriamente. La más importante es cómo alguien tan compasivo, amable e inteligente pudo haber acabado devastando a sus padres y a todos los que lo amaron. La incapacidad, en última instancia, de conocer realmente a otra persona es, por lo tanto, el corazón de Hacia rutas salvajes.

La relación padre-hijo

La relación padre-hijo, y el potencial de disfunción dentro de ella, es un tema importante de Hacia rutas salvajes. Tanto Krakauer como McCandless son muy ambiciosos y tienen padres muy ambiciosos. El problema surge a partir de que las ambiciones que sus padres tienen para ellos resultan muy diferentes a las propias, y la fuerte voluntad y la pasión puestas en su propio tipo de ambición (en el caso de Krakauer, la escalada, y en el de McCandless, la vida salvaje y antimaterialista) causan grandes grietas entre padre e hijo.

Tanto para McCandless como para Krakauer, la combinación del intento de complacer a un padre difícil de complacer, el resentimiento contra la autoridad, y el descubrimiento de grandes defectos en sus padres conduce a una fisura casi insuperable entre ellos. Krakauer pudo perdonar a su padre solo cuando dejó de ser el mismo. McCandless murió antes de tener la oportunidad de salir de su enojo.