El libro de la selva

El libro de la selva Temas

La heroicidad y el coraje

Muchos cuentos de El libro de la selva tratan sobre actos de heroicidad. Para llevar adelante las acciones heroicas los personajes suelen tener una característica que los hace destacarse entre los otros miembros de su comunidad: su coraje. Personajes como Raksha en “Los hermanos de Mowgli”, la mangosta en “Rikki-Tikki-Tavi” y Kotick en “La foca blanca” utilizan su coraje para defender o mejorar la vida de otros.

En esta colección, en la que el tema de la ley y el orden es tan importante, cabe destacar que las hazañas heroicas hacen a los personajes agentes civilizadores. Raksha, por ejemplo, se muestra valiente al animarse a enfrentar a Shere Khan en función de proteger a un ser indefenso como lo es Mowgli cuando recién llega a la selva. El acto que realiza Raksha es, sin duda, valiente, pero también es civilizador porque la selva es un pueblo con ley y orden que tiene una serie de reglas destinadas a proteger a sus miembros más vulnerables. Shere Khan, en cambio, es lo opuesto al no respetar las leyes, pero también es cobarde al buscar siempre la presa más fácil.

Kotick también es un buen ejemplo de heroicidad y coraje. La foca blanca se enfrenta a una serie de obstáculos para poder conducir a su pueblo a un mejor puerto. Kotick tiene que tener el coraje de romper con algunas de las tradiciones de su pueblo en función de encontrar una nueva costumbre que proteja a todos los miembros de su comunidad. Cuando Kotick busca una nueva playa a la que los hombres no accedan, está buscando el bien común y, por ello, su proyecto es civilizador también.

Uno de los recursos que utiliza Kipling para desarrollar el tema de la heroicidad es haciendo que algunos de sus personajes cumplan con el arquetipo del héroe y completen un ciclo conocido como “el camino del héroe”. El mitólogo y escritor Joseph Campbell desarrolló en detalle lo que él considera el patrón psicológico que subyace a los relatos de heroicidad. Para él, el periplo del héroe incluye los siguientes pasos: una llamada aventurera que conduce a dejar el mundo conocido; periodo de reticencia inicial superada gracias a un mentor; paso del umbral que lleva al héroe a un mundo extraordinario; aparición de aliados o enemigos; cumplimiento de una hazaña o superación de una crisis decisiva y regreso a casa transformado y preparado para transformar su contexto inicial.

Si tomamos a Mowgli, por ejemplo, vemos que, al ser expulsado de la Manada, debe dejar el mundo conocido de la selva para ir a vivir entre las personas. Al principio, Mowgli no ve la necesidad de irse lejos de sus hermanos, pero la traición de la manada lo obliga y Bagheera lo empuja a ir a vivir en la aldea. Allí vive una serie de aprendizajes y también reafirma la idea de que algunos de los lobos son todavía sus aliados y que Shere Khan es su enemigo. Mowgli completa su primera gran aventura y su gesta heroica cuando destruye a Shere Khan. Transformado por esa experiencia, vuelve a la selva y ocupa un lugar cada vez más central, hasta llegar a ser Amo de la Jungla y a transformar algunos usos y costumbres de los animales.

En definitiva, al tratarse de una serie de relatos para niños, la obra tiene un trasfondo moral y hay lecciones que aprender; entre ellas, el coraje y la heroicidad.

La ley y el orden

La selva en la colección de cuentos de Kipling no es el lugar de la barbarie, sino todo lo contrario: se trata de un lugar civilizado y regido por un código. Los animales que no se ajustan a la Ley de la Jungla no pueden sobrevivir por demasiado tiempo en ese lugar. De hecho, la insistencia por parte del maestro Baloo, el oso pardo encargado de enseñar la Ley de la Jungla, de que Mowgli aprenda todo lo que le sea posible es un asunto de supervivencia. Precisamente su vulnerabilidad hace urgente el aprendizaje de todas las normas que rigen ese espacio que le es hostil.

Las leyes y el orden protegen al individuo, pero dependen del acuerdo y buscan el bien común. Un buen ejemplo de esto es la Tregua del Agua, en la que los animales llegan a un acuerdo para que todos puedan ocuparse de lo que en ese momento es urgente: no morir de sed. Para que la ley se cumpla tiene que haber una figura de autoridad que declare la ley y además se asegure de que se cumpla. Hathi es quien ocupa ese lugar durante la Tregua del Agua.

La amistad y la lealtad

El libro de la selva es en gran parte un libro sobre la amistad y la familia. Uno de los momentos más dolorosos en la vida de Mowgli es cuando sus hermanos lobos lo traicionan y lo expulsan de la Manada. La primera ruptura entre Mowgli y la jungla es dolorosa y quizá es por eso que solo puede permanecer entre los hombres por tres meses. Mowgli regresa a la selva dispuesto a vivir rodeado de los animales que sí le han sido leales, aunque luego se reconcilia con toda la Manada y considera que la traición es una cosa del pasado. En la vida de los hombres Mowgli también crea un vínculo duradero con Messua. Las dos figuras maternas, Raksha y Messua, se muestran dispuestas a proteger a sus hijos sin reparo.

Baloo, Bagherra y Kaa son los mejores ejemplos de una amistad incondicional: tanto los animales como Mowgli están dispuestos a correr peligro con tal de ayudarse mutuamente. Finalmente, a Mowgli le cuesta mucho dejar la selva cuando decide irse a vivir con los hombres definitivamente porque siente culpa, pero sus amigos le aseguran que todas sus deudas están saldadas y que siempre va a tener amigos en la Jungla.

El colonialismo

Kipling escribe inserto en el contexto sociocultural de su época, como es lógico. Por ello es posible ver en esta colección de manera implícita o explícita lo que el autor pensaba sobre el colonialismo.

En cuentos como "Los sirvientes del rey" o "El milagro de Purun Bhagat", las ideas de Kipling sobre otros pueblos y el destino de los ingleses de liderar y llevar la civilización a otros territorios son explícitas.

En otros cuentos de la colección es posible hacer una lectura desde el colonialismo. Entre sus personajes es posible distinguir a los que siguen el modelo del "hombre civilizado y civilizador", o el del "buen nativo", y otros, el modelo de la barbarie. La colonización es considerada una empresa civilizadora y ese es un tema central en la obra. En la colección desfilan personajes que son quienes establecen la ley y el orden, como Hathi en el ciclo de Mowgli; otros que rompen con tradiciones caducas y perjudiciales para el pueblo, como Kotick en "La foca blanca"; unos que son capaces de apreciar el progreso que implica adoptar las costumbres inglesas, como Purun Baghat; y otros para quienes ya no hay lugar en el mundo, porque representan la barbarie, como el cocodrilo en "Los enterradores".

La otredad

En la colección, el concepto del Otro puede ser complejo, porque hay un sinnúmero de seres que son ajenos al mundo en el que se mueven. Sin duda, eso tiene que ver con el trasfondo de la obra, muy ligado al colonialismo, donde el concepto del "Otro" es central.

Kipling nace en la India, pero es inglés. Su mirada sobre la India es la mirada del otro. Asimismo, Mowgli es un "otro" donde sea que vaya: entre los hombres es un niño lobo y entre los animales es un cachorro de hombre. Kotick es una foca blanca entre una población de focas que nunca vio ese color de pelaje y, además, es una foca que no se conforma con pasar todas las temporadas en las playas del norte. A los animales de "Los sirvientes de su majestad" les cuesta entender la función de los otros.

El tema de la otredad está ligada a la identidad. La formación de la identidad muchas veces implica definirse en contraste con otro, definirse por lo que no se es. Lo que sucede en esta colección es que algunos personajes ocupan un lugar liminar, es decir que se ubican en la frontera entre dos mundos. Ese es el caso de Mowgli, para quien su carácter liminar va a constituir una ventaja, ya que va a utilizar distintos códigos de los pueblos con los que ha tenido contacto y, en más de una ocasión, eso lo va a salvar.

El aprendizaje

En el ciclo de Mowgli y en "La foca blanca" es donde vemos con mayor claridad el camino de aprendizaje que hacen los protagonistas. Tanto en el caso de Kotick como en el de Mowgli, los lectores vemos crecer a los personajes a través de las aventuras que vive. En su camino, los protagonistas de estos cuentos se encuentran con llamadas a la aventura, maestros que los guían, rupturas con la sociedad a la que pertenecen, el desarrollo de su liderazgo y, tarde o temprano, una madurez en la que su identidad se consolida.

La jerarquía

Este tema está muy ligado a la ley y el orden y al colonialismo. Kipling es un ferviente defensor del colonialismo y eso va de la mano con la creencia de que hay un orden jerárquico que sostiene y justifica el orden imperial. La jerarquía en El libro de la selva se basa no tanto en acuerdos, sino en una ley natural: hay animales y personas en el libro que parecen estar destinadas a ser gobernadas, mientras que otros parecen estar destinados para gobernar. Incluso hay otros tantos animales que en los cuentos representan a aquellos que son ingobernables.

Tanto el espacio de la selva como el campamento de "Los sirvientes de su majestad" se vuelven espacios idílicos, porque en ellos casi todos los animales, con algunas excepciones notables, conocen y, más importante aún, aceptan su lugar. Los personajes que son retratados como virtuosos o admirables son aquellos que no cuestionan el orden de las cosas; sobre todo, no cuestionan la jerarquía. El caballo de Dick Cunliffe es el mejor ejemplo de un personaje considerado superior a los demás por ser quien mejor encarna la idea de que su supervivencia depende de prestar atención a la brida del inglés que lo guía, es decir, depende de su respeto de la jerarquía.