El hobbit

El hobbit Ironía

El héroe de la novela tiene que ceder injustamente ante disputas familiares

Cuando Bilbo regresa a la Comarca no recibe la cálida bienvenida que podría esperarse, sino todo lo contrario: están subastando sus bienes materiales y la casa ha pasado a posesión de sus primos, los Sacovilla-Bolsón. Resulta irónico que, después de haberse enfrentado a dragones, trasgos, arañas y lobos, y de haber conseguido un tesoro más grande de lo que sus compatriotas podrían siquiera imaginar, Bilbo regrese a su hogar para enfrentarse a disputas familiares sobre sus pertenencias y tenga que comprar sus propios muebles a sus parientes para volver a equipar su casa.

El cadáver de Smaug logra incidentalmente lo que el dragón no ha podido hacer en vida

Bardo logra dar muerte al dragón, pero este se desploma sobre lo que queda de la ciudad y la destruye por completo, por lo que la victoria no deja de ser amarga: la gente del Lago se ha librado de un peligro, pero eso le ha costado su ciudad. Resulta irónico que el dragón no haya logrado destruir la ciudad del Lago, y lo haga en cambio su cadáver, simplemente cayendo desde el cielo sobre ella.