El fantasma de Canterville

El fantasma de Canterville El género gótico en "El fantasma de Canterville"

El fantasma de Canterville suele leerse como un texto vinculado a determinados elementos de la literatura gótica. Este género es muy popular durante el siglo XIX en Europa, y particularmente en Inglaterra, lo que lo hace fácilmente reconocible entre escritores y lectores. Las novelas góticas suelen ocurrir en espacios cerrados como castillos o mansiones, lugares generalmente antiguos y aislados situados en otros países y, muchas veces, durante la época medieval. En ellas, los protagonistas, generalmente mujeres jóvenes y virginales, suelen atravesar situaciones amenazantes, a veces regida por la presencia de elementos sobrenaturales y personajes atormentados y tortuosos. Las historias góticas le ofrecen al lector inglés la posibilidad de asustarse y conmoverse, pero con la tranquilidad de saber que los hechos narrados pertenecen a mundos y tiempos distantes.

Originalmente, el género funciona como una forma de destacar las diferencias entre la sociedad inglesa y las prácticas y creencias anticuadas y caducas de otras culturas europeas. Oscar Wilde toma algunos elementos del gótico pero invierte su significado; en El fantasma de Canterville, la familia Otis funciona como símbolo de la modernidad y el avance racional, mientras que los personajes ingleses aparecen como anclados a valores y perspectivas del mundo antiguas. En este sentido, el personaje de sir Simon exhibe su ingenuidad al caer permanentemente en las bromas de los mellizos y hasta cree que el espectro falso que ellos construyen es verdadero.

Si bien el fantasma, como elemento literario, colabora con la construcción de una atmósfera gótica y siniestra, la personalidad de sir Simon y, específicamente, la indiferencia de la familia Otis frente a su presencia muestran que es un personaje pasado de moda, incapaz de generar terror. Así, Wilde desecha la dimensión sobrenatural de un fantasma terrorífico y construye un personaje patético, sin sentido en la vida. El autor le imprime así una mirada paródica al género, es decir, toma algunos motivos recurrentes pero cambia su significado y se ríe de ellos.

Si bien gran parte de la historia puede entenderse bajo una lectura burlesca, algunas convenciones del gótico son tomadas en serio. Por una parte, queda claro que sir Simon es un alma torturada, y que la inocencia y el amor de Virginia funcionan como el camino para obtener su salvación. Además, el funeral del fantasma de Canterville como un evento solemne conmueve a Virginia y también al lector, y los llevan a sentir genuina compasión por el final del fantasma. En este sentido, en El fantasma de Canterville el autor utiliza las convenciones pertenecientes al género gótico tanto para hacer reír como para expresar profundos mensajes acerca de la naturaleza del ser humano.