A sangre fría

A sangre fría Resumen y Análisis  “Los últimos que los vieron vivos”, parte 2 (79-102)

Resumen

Los asesinos se van de la casa de los Clutter y se cruzan con Nancy Ewalt, una amiga de Nancy Clutter, que llega el domingo por la mañana a la granja de River Valley para acompañar a los Clutter a la iglesia. Luego de tocar repetidas veces la puerta y no recibir respuesta, ella se dirige a lo de Susan Kindwell, otra amiga de Nancy, para averiguar sobre el paradero de los Clutter. Las chicas vuelven juntas a la granja, entran a la casa y encuentran el cuerpo de Nancy Clutter en su cuarto con un disparo en su cabeza.

El sheriff, la policía y los funcionarios de la ciudad llegan a la granja y encuentran los cuerpos de los otros tres miembros de la familia. Larry Hendricks, un profesor en la escuela de Nancy y Kenyon, va también con el padre de Nancy Ewalt a la granja. Encuentran a Bonnie Clutter en su habitación, también con un tiro en la cabeza. Herb y Kenyon están en el sótano, atados y amordazados; el niño con un tiro en la cara y el padre con un tajo en la garganta. Larry Hendricks comenta, sobre el estado de la escena del crimen: “Nadie dijo nada. Estábamos demasiado aturdidos” (1979:89). Encuentran, al lado del cuerpo de Herb, la huella de una pisada marcada en el charco de sangre.

Luego aparece Alfred Stockleim, el peón, y dice haber escuchado un auto llegar a la noche, pero aclara que ha pensado que era de Bobby Rupp, el novio de Nancy.

La noticia de los asesinatos se dispersa por todo el pueblo y provoca todo tipo de especulaciones sobre la motivación del delito y la identidad de los perpetradores. Se incluye una conversación entre Myrtle Clare, administradora del correo de Holcomb, y su madre, Mamá Truitt. La señora Clare comenta que el asesino podría ser “el tipo del avión. Aquel a quien Herb le puso el pleito porque cayó sobre sus frutales. Si no fue él, tal vez hayas sido tú. O cualquier vecino” (1979:96).

Sue Kidwell y Bobby Rupp están devastados por la muerte de Nancy. Beverly y Eveanna, las hijas mayores de Herb y Bonnie, viajan a Holcomb. Mientras tanto, Perry y Dick vuelven a Olathe. Perry se mete en un hotel y Dick vuelve a la casa de sus padres el domingo para cenar y ver un partido de básquet por la televisión.


Análisis

Aparece aquí la primera gran elipsis en la novela. La elipsis es una técnica narrativa que consiste en suprimir un acontecimiento dentro de la linealidad temporal del relato. En este caso, se da un salto temporal que esquiva el momento de los asesinatos y pasa a la mañana siguiente, cuando los protagonistas abandonan la granja: “Mientras se alejaban de la finca corriendo por la avenida, saludaron con la mano a un coche que llegaba y una chica contestó a su saludo. Era una compañera de colegio de Nancy Clutter que se llamaba también Nancy, Nancy Ewalt” (1979:82). Dick y Perry saludan a Nancy Ewalt luego de asesinar a la familia Clutter.

También se utiliza el recurso de la elipsis en el encuentro de Nancy Ewalt y Susan con el cuerpo muerto de Nancy Clutter. Susan dice: “La puerta de la habitación de Nancy estaba abierta. Las cortinas no habían sido corridas y el cuarto estaba lleno de sol. No recuerdo haber gritado. Nancy Ewalt dice que grité sin parar. Sólo recuerdo el osito de peluche de Nancy que me miraba. Y Nancy. Y que eché a correr…” (1979:85). La novela presenta los asesinatos desde el punto de vista de los residentes de Holcomb que descubren los cuerpos. En lugar de describir la escena del crimen, se cuentan las reacciones en los habitantes de Holcomb. Por ejemplo, se incluye el testimonio de Larry Hendricks, un profesor del secundario, que se refiere a Nancy Ewalt y a Susan luego de ver el cuerpo de Nancy: “las dos chicas, desde luego, estaban en pleno ataque de histeria” (1979:87).

El recurso de la elipsis permite mantener el motivo de los crímenes como un enigma que se devela gradualmente mientras la novela profundiza en los personajes de Perry y Dick. En este momento, son todavía “personas desconocidas” (1979:103) para los lectores y para las autoridades de Kansas. De alguna manera, Capote sugiere que ningún crimen puede ser completamente entendido sin considerar sensible y detalladamente a las personas involucradas.

A la vez, la elipsis permite deslindar distintas escenas. Según Tom Wolfe, un escritor fundamental en el considerado “nuevo periodismo", la elipsis es un artificio fundamental del género en tanto contribuye a “narrativizar” los textos periodísticos. Según el escritor estadounidense, el procedimiento narrativo fundamental del nuevo periodismo es la “construcción escena-por-escena, contando la historia saltando de una escena a otra y recurriendo lo menos posible a la mera narración histórica” (1984:33). En este sentido, los dos ejemplos de elipsis mencionados contribuyen a la interrupción de la linealidad de la historia y a la configuración de escenas, que son, según el teórico estadounidense, rasgos fundamentales del género al que pertenece esta novela. Estos recursos permiten que los lectores reconstruyan las escenas sin el sumario anónimo del periodismo tradicional. A la vez, estos recursos son típicos del discurso cinematográfico, y vinculan a la novela con el mundo del cine.

Uno de los tópicos más importantes de la obra se presenta en esta parte de la novela. Las primeras reacciones de los ciudadanos de Holcomb frente al crimen dan cuenta de una pérdida de la inocencia generalizada entre los habitantes del pueblo. Se crea un “estupor teñido de consternación, una sensación de vago horror que las heladas fuentes del miedo individual se encargaron rápidamente de hacer más profunda e intensa” (1979: 97). La ilusión de seguridad de los habitantes se quiebra con los asesinatos de los Clutter.

En este momento no se sabe si el asesino es un ciudadano de Holcomb o no. Ambas alternativas son problemáticas para los vecinos. Respecto de la primera, un ciudadano en el Café Hartman dice: “Todas las personas de por aquí son nuestros amigos, no hay nadie que no lo sea. En cierto modo, eso es lo peor de este crimen. ¡Qué cosa tan horrible no poder mirar al vecino sin recelo! (1979:98). La tranquilidad y seguridad con la que viven los habitantes de Holcomb -el hecho de que duerman con las puertas abiertas- constituye su versión del sueño americano. En este pueblo, llevar una vida predecible, estable y segura es lo pretendido. El caso Clutter socava este sueño porque amenaza con la confianza entre los vecinos y despierta la sospecha entre ellos.

Respecto de la posibilidad de que el asesino sea foráneo, se socava otra base importante del sueño americano en este pueblo: la homogeneidad. Esta posibilidad supone la infiltración de un “otro” diferente en su universo pacífico y próspero. Según Clarke (1988), el asesinato de los Clutter simboliza la colisión de dos lados de Estados Unidos: el de los prósperos y confiados que tienen medios con el de los indigentes y humildes, que no los tienen. La ideología del sueño americano es obligada, así, a confrontar con los individuos que ha dejado afuera.