Veinte poemas para ser leídos en el tranvía

Veinte poemas para ser leídos en el tranvía Resumen y Análisis : "Otro nocturno"

Resumen:

Este poema en prosa hace un juego con el primer "Nocturno", con el que coincide tanto en el tema como en el título y en la elección del yo lírico, que en ambos casos es plural. Como el primero, este también se refiere a escenas que pueden darse durante las altas horas de la noche, y describe el derrotero de un yo lírico que busca un refugio y encuentra en su cama la ilusión de un consuelo, como si, al dormirse, toda la inquietud nocturna pudiera aplacarse.

Análisis:

Este poema en prosa abre directamente con una frase que introduce el tema central del poemario: la colisión entre el universo artificial de la civilización y los elementos de la naturaleza: la luna es descripta "como la esfera luminosa del reloj de un edificio público". De nuevo se muestra, mediante una comparación, un encuentro entre lo urbano y lo natural.

Más adelante, el yo lírico menciona: "¡Y silencio de las estrellas, sobre el asfalto humedecido!". En esta ocasión, el silencio aparece como algo propio del universo natural (de las estrellas). En otros poemas, por el contrario, el silencio aparece como parte del entorno urbano, de los rincones. En "Paisaje bretón", por ejemplo, se lee: "y para que el silencio / deje de roer por un instante / las narices de piedra de los santos."
En "Otro nocturno", sin embargo, pese a que el silencio aparece como un elemento natural, se configura como algo que el poeta percibe solamente mediante un elemento artificial (el asfalto). En esta ocasión es algo natural (incluso celestial), pero se refleja en el la calle: esta puede leerse como otra forma de presentar el acercamiento de cosas elevadas a lo "bajo" de la vida pedestre, a un nivel humano, cotidiano.

Como en el "Nocturno", este "Otro nocturno" también está construido con un nosotros lírico, estableciendo un universo simbólico compartido entre ambos poemas. En este caso, también se expresa cierta desazón de esa voz poética, introducida de manera bastante directa (se pregunta: "¿Por qué, a veces, sentiremos una tristeza parecida a la de un par de medias tirado en un rincón?"), y de nuevo se hace referencia a los sonidos que cobran dimensión en un momento que pareciera ser silencioso o expectante, durante la noche en la ciudad. Refuerza la idea de que esta situación subjetiva se presenta idealmente durante el momento nocturno.

Finalmente, y hacia el cierre del texto, hay también un juego con la idea de pasar desapercibido. El último párrafo del poema comienza así: "Noches en las que nos disimulamos bajo la sombra de los árboles, de miedo de que las casas se despierten de pronto y nos vean pasar, y en las que el único consuelo es la seguridad de que nuestra cama nos espera". El poeta alude a una intención de esconderse y de encontrar un refugio. Hay otras ocasiones donde también encontramos referencias directas al sentimiento de vergüenza o timidez del yo poético: en "Venecia", por ejemplo, se lee "Al pasar por debajo de los puentes, uno aprovecha para ponerse colorado". En "Pedestre", a su vez, este sentimiento es también retomado con la voz poética de un nosotros: "Un perro fracasado [...] que nos da vergüenza mirarlo y dejarlo pasar".
Estas construcciones tienen que ver con la intención ya mencionada, de este poemario, de reflejar un yo poético (y personajes humanos en general) de tinte pasivo, reducido, con un accionar minimizado, o intimidado por el contexto.