Veinte poemas para ser leídos en el tranvía

Veinte poemas para ser leídos en el tranvía Resumen

Veinte poemas para ser leídos en el tranvía es una obra vanguardista, donde el poeta Oliverio Girondo realiza un recorrido por distintas ciudades. El procedimiento que predomina es el de la descripción, que se lleva a cabo, fundamentalmente, mediante imágenes sensoriales: un recurso poético que se vale de la información que nos proveen los sentidos (como el olfato, la vista, el tacto).

"Río de Janeiro", "Venecia", "Fiesta en Dakar", "Paisaje bretón", "Chioggia", "Croquis sevillano", "Verona", "Sevillano", "Lago Mayor" y "Biarritz" llevan en sus títulos los nombres de los lugares que describen. Otros poemas nombran espacios más pequeños que son representados en el poema, como "Milonga" o "Plaza". La construcción de los poemas parece estar orientada a producir en el lector la sensación de viajar junto con el poeta. Se trata de una exaltación del cosmopolitismo y de la modernidad, como queda claramente reflejado en algunos elementos que resaltan en el poemario, empezando por el tranvía, presente en el título. El tranvía condensa en gran medida el espíritu de esta obra, en tanto símbolo del avance técnico, y también de la posibilidad de observar muchas escenas distintas, concatenadas, en un espacio temporal condensado. Veinte poemas... presenta una variedad de personajes arquetípicos de la vida moderna, y otros elementos que hasta el momento no estaban presentes en el universo poético de la literatura argentina.