Todos los Fuegos el Fuego

Todos los Fuegos el Fuego Surrealismo en "El otro cielo"

El surrealismo es un movimiento artístico que se desarrolla en la década de 1920 en Francia. Su influencia aparece en los campos de la literatura, las artes visuales, la fotografía e incluso la arquitectura. Es considerado un movimiento de vanguardia.

En 1924, André Bretón escribe el manifiesto surrealista, es decir, una definición de las consignas del movimiento. El surrealismo propone que los artistas dejen de lado los mecanismos racionales y dejen aflorar el inconsciente en los momentos de creación artística. Reivindican, en este sentido, la importancia de lo onírico como un espacio alejado de lo racional que sirve para acceder al inconsciente. Por ejemplo, en la literatura, se experimenta con la escritura automática: se escribe el fluir de la consciencia sin la censura del pensamiento lógico.

Aunque Cortázar nunca se autodenomina un surrealista, y considerando que escribe este libro casi 50 años después del lanzamiento del manifiesto surrealista, las influencias de este movimiento en sus cuentos son innegables. En Todos los fuegos el fuego, el cuento que presenta claros tópicos surrealistas es "El otro cielo". Para empezar, la ciudad de París es donde se gesta esta vanguardia artística y a donde el personaje narrador escapa para vivir aventuras. Además, la yuxtaposición espacial y el fácil pasaje entre un espacio "real" y otro "soñado" constituye un tema surrealista. La realidad para el surrealismo es constantemente cuestionada y subvertida: se busca ensanchar el concepto de realidad.

El cuento yuxtapone las dos realidades que distingue el surrealismo: una intuida, inconsciente, soñada, y otra "real", terrenal, consciente. Las superposiciones espaciales de "El otro cielo", así como la importancia de lo onírico, determinan la influencia surrealista en este cuento de Cortázar.