Las mil y una noches

Las mil y una noches Resumen y Análisis Alí Babá y los cuarenta ladrones

Resumen

Este relato cuenta la historia de dos hermanos persas, Alí Babá y Qasim. Qasim está casado con una mujer rica que lo mantiene, mientras que Alí Babá debe trabajar duro para sostener a su familia.

Un día, Alí Babá está cortando leña en el bosque, maldiciendo su mala fortuna, cuando ve a una banda de ladrones que se acerca, cargando un botín. Asustado, se esconde detrás de un árbol y observa cómo el jefe de los ladrones abre un portal mágico en una roca al recitar las palabras "Sésamo, abre" (581). Los cuarenta ladrones entran en la cueva, y el portal se cierra detrás de ellos. Alí Babá asume que ellos están escondiendo todos los bienes robados en la cueva.

Después de que los ladrones abandonan la cueva, ya sin el botín, el jefe de los ladrones usa las mismas palabras para cerrar el portal antes de que la banda se vaya. Una vez que desaparecen, Alí Babá entra a la cueva utilizando las mismas palabras mágicas y descubre que está repleta de objetos de valor. Él recoge todo el oro que pueden llevar sus mulas y se lo lleva a su casa, donde lo espera su esposa. Ese oro que Alí Babá extrajo de la cueva es riqueza suficiente para toda la vida.

La esposa de Alí Babá toma prestada una balanza de la esposa de Qasim para calcular cuánto oro poseen antes de que Alí Babá lo esconda, y esta última usa un truco (pone cera en la balanza para que el oro se quede pegado) para descubrir qué es lo que su cuñado y la mujer están pesando.

Qasim y su esposa insisten en que Alí Babá les cuente su secreto, y Alí Babá no tiene más remedio que hacerlo. Luego, Qasim se dirige a la cueva y queda tan asombrado como su hermano por todo el oro que encuentra dentro. Desafortunadamente, olvida las palabras mágicas y queda atrapado adentro. Cuando los cuarenta ladrones llegan, lo matan, cortan su cuerpo en pedzos y lo cuelgan en la entrada de la cueva para asustar a cualquiera que quiera entrar.

Preocupado porque Qasim no regresa, Alí Babá se dirige a la cueva y descubre el cadáver de su hermano. Lo descuelga y lo lleva a su casa. Una vez allí, Alí Babá arma un plan con la esposa de Qasim y la esclava de la familia, Marÿana, para enterrar a Qasim sin llamar la atención. Con este fin, Marÿana le venda los ojos a un zapatero llamado Baba Mustafa y lo lleva a una habitación para que pueda coser el cuerpo de Qasim sin reconocer la casa o la familia.

Mientras tanto, los ladrones descubren que falta el cuerpo de Qasim y entienden que alguien más sabe sobre la cueva. El jefe de los ladrones envía a uno de ellos a infiltrarse en la ciudad y recavar noticias sobre alguna muerte extraña que haya ocurrido hace poco. Ese ladrón finalmente se encuentra con Baba Mustafa y se entera de que recientemente ha cosido un cuerpo. El ladrón le venda los ojos al zapatero, quien es capaz de reproducir el camino hacia la casa donde cosió el cuerpo de Qasim. Mientras hacen ese camino, el ladrón marca con tiza blanca el recorrido para poder encontrarlo de nuevo con el resto de la banda.

Marÿana, sin embargo, ve la marca y siente que algo anda mal. Para frustrar el plan, también marca con tiza el recorrido hacia algunas casas vecinas.

Cuando los ladrones regresan y descubren que han sido engañados, el jefe de los ladrones mata al hombre que ha encontrado la casa equivocada y envía a otro ladrón a buscarla. Baba Mustafa, con los ojos vendados, lo conduce nuevamente a la casa de Ali Baba, y el ladrón la marca esta vez con tiza roja. Sin embargo, Marÿana se da cuenta y hace lo mismo que antes.

Los ladrones vuelven a confundirse esa noche, y el jefe asesina al segundo hombre antes de decidir hacerse cargo él mismo de la tarea. Repite el proceso con Baba Mustafa, pero esta vez memoriza el lugar él mismo en lugar de usar tiza.

Luego regresa a la casa disfrazado de comerciante de aceite que necesita alojamiento para pasar la noche. Los otros ladrones están escondidos en tinajas de aceite llevadas por mulas; de todas esas tinajas, una sola contiene aceite. Los ladrones planean escabullirse una vez que Alí Babá esté dormido y matarlo.

Una vez más, Marÿana no se deja engañar; cuando sale a pedir prestado un poco de aceite, descubre a los hombres en las tinajas y hierve aceite de la última tinaja, provocándole la muerte a todos los ladrones que están escondidos en el resto. El jefe se da cuenta de lo sucedido más tarde esa noche y escapa antes de que lo maten.

Marÿana le cuenta a Alí Babá lo que pasó, y ellos entierran los cadáveres. En agradecimiento, Alí Babá le concede la libertad a Marÿana.

Sin embargo, aún no están a salvo; el jefe de los ladrones planea una venganza. Se disfraza de comerciante y se hace amigo del hijo de Alí Babá para que lo inviten a cenar. Marÿana siente algo sospechoso y trama un plan. Durante uno de los bailes que se desarrollan en el marco de la cena, ella comienza a bailar con el jefe de los ladrones y, cuando este se encuentra embelesado por la sensualidad de la danza, ella lo apuñala.

Cuando Alí Babá se entera del peligro que ha corrido y cómo Marÿana lo ha ayudado, está tan agradecido con ella, que le da la mano de su hijo en matrimonio. Alí Babá es ahora la única persona en el mundo que conoce las palabras mágicas que abren el portal de la cueva, por lo que se las transmite solo a sus hijos, y todos viven felices en la prosperidad.

Análisis

Esta es una de las historias agregadas a la Las mil y una noches por Antoine Galland en el siglo XVIII, y sigue siendo una de las más populares. En ese sentido, es uno de los relatos más contados y posee un sinnúmero de representaciones teatrales para niños, por supuesto, con las partes más violentas modificadas. Así y todo, mucha gente desconoce que la popular frase "Sésamo, abre" proviene de esta historia, y que, en realidad, está relacionada con una trama mucho más grave y violenta de lo que la versión infantil propone.

Ahora bien, ya adentrándonos en el análisis de la historia, podemos observar que el papel de Marÿana es, probablemente, el más interesante de examinar en este relato. Marÿana posee dos características que, para la época, representan una cierta desventaja en términos sociales: no solo es una esclava, sino que también es mujer. En ese sentido, las mujeres en estas historias a menudo causan problemas a través de sus torpezas. Marÿana, sin embargo, no sigue este patrón, sino todo lo contrario. Sin ir más lejos, podríamos decir que ella es la verdadera heroína de la historia, no solo por su astucia, sino también por su lealtad. Marÿana es fuerte, ingeniosa y mantiene la calma frente al peligro, realizando todas las hazañas inteligentes que esperaríamos que hiciera un héroe masculino.

Analizada en el contexto de la historia marco, la caracterización de Marÿana proporciona una reflexión interesante sobre la misión de Shehrezad. Este relato enmarcado, "Alí Babá y los cuarenta ladrones", involucra a una mujer que se gana el respeto de un personaje masculino a través de sus habilidades naturales, de la misma manera que Shehrezad quiere ganarse el derecho a seguir viviendo (a partir de hacer cambiar de parecer a su esposo, el rey) a través de su narración. Aún más intrigante es el aspecto performativo de la historia, casi cinematográfico, en la forma en que Marÿana desarrolla una danza sensual (antes de apuñalar al jefe de los ladrones), resolviendo así el conflicto central de la historia. En cierta medida, podemos decir que Shehrezad también está intentando tenderle una trampa a su esposo a través del arte (la narración de historias) para resolver un conflicto central (que el rey no la mate).

Ahora bien, el otro personaje principal de esta historia es Alí Babá. Sin temor a equivocarnos, podemos decir que el homónimo de esta historia es bastante torpe. En ese sentido, la primera torpeza que podemos identificar ocurre cuando él no puede evitar que su hermano y su esposa descubran la existencia del oro que él ha tomado de la cueva. Este descubrimiento es el factor desencadenante de todas las penurias con las que Alí Babá tendrá que lidiar a lo largo de la historia. Asimismo, el jefe de los ladrones lo engaña dos veces, con dos disfraces diferentes, hechos que también dan cuenta de la falta de astucia de Alí Babá. En ambas ocasiones, Alí Babá, ingenuamente, invita al impostor a su casa, sin tomar precauciones y pasando por alto las señales de advertencia que sí capta Marÿana. En cierta medida, ella es quien debe resolver los problemas que las torpezas de Alí Babá provocan. Aunque esperaríamos que Alí Babá actuara como el héroe de esta historia y resolviera los conflictos, él no tiene la capacidad de hacerlo, y termina dependiendo de la lucidez y el valor de su esclava para sobrevivir.

Esta historia, al igual que "Aladino y la lámpara maravillosa", también presenta uno de los temas principales de Las mil y una noches: el ascenso social. En este relato, al igual que en "Aladino...", un hombre pobre se convierte en rico gracias a un golpe de suerte. Alí Babá simplemente está en el lugar correcto en el momento correcto para descubrir el secreto de los ladrones; encuentra las riquezas por el destino, no por sus acciones ni las de nadie más. Esto refuerza la idea de que incluso los hombres más pobres pueden encontrar la prosperidad a través de la buena suerte o si el destino les sonríe. Por supuesto, la historia luego sugiere que uno debe capitalizar esa buena fortuna a través de la conciencia y la custodia de esa riqueza, y la inteligencia para administrarla.

Como muchos de los relatos que componen Las mil y una noches, esta historia concluye con un final feliz. Es interesante notar que Alí Babá es recompensado con una vida próspera y feliz por hacer exactamente lo que hizo que el jefe y los cuarenta ladrones: robar. Alí Babá constantemente roba de la cueva y, al hacerlo, permite que la codicia de los demás amenace su seguridad. Al principio, la historia sugiere que él sufrirá a causa de esta codicia, pero luego la astucia (la de Marÿana, no la suya) lo salva.

Dicho esto, se puede trazar un paralelo interesante entre Alí Babá y el jefe de los ladrones. En principio, los dos roban y representan la máxima autoridad del grupo que se beneficia de esos robos (Alí Babá es la máxima autoridad de su familia; el jefe lo es de los cuarenta ladrones). Entonces, cabe preguntarse,¿son Alí Babá y el jefe de los ladrones tan diferentes? En esta historia, la línea entre el héroe y el villano puede volverse borrosa. En todo caso, esa distinción se vuelve mucho más clara si, como corresponde, entendemos que la única heroína de esta historia es Marÿana.